Seguimos la primera semana de abril anunciando nuestra 2ª CARRERA SOLIDARIA VIRTUAL CINCO PALABRAS PARA LA ERRADICACIÓN DE LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA.


¿Ya tienes tu dorsal?

📢🏃🏾♀️🏃🏾2ª Carrera solidaria virtual por la erradicación de la mutilación genital femenina. 23 y 24 de abril.
🔹 Tú eliges los Km que quieres hacer.
🔹 Tú eliges de qué manera (corriendo, en bici, bailando, de paseo con la familia…etc).
🤩 ¿TE ANIMAS?
🥇Apúntate y comparte por redes tu foto participando en la carrera. 📸
📲 Dejamos aquí las bases para apuntarte a la carrera.
PREPARANDO EL 9º ANIVERSARIO DE CINCO PALABRAS
¡Nueve años haciendo un mundo más digno para todos a través del ARTE! Para celebrarlo tenemos interesantes eventos durante todo el mes de abril.
Ayer 2 de abril a la 19,30h. celebramos el CONCIERTO POR LA PAZ con la Coral Cantoría en la cripta de la Catedral de La Almudena, con un rotundo éxito de público




Resto de eventos de celebración del aniversario de Cinco Palabras




- 9 de abril a las 21h. CONCIERTO SEMANA SANTA con la Coral Cantoría en la Iglesia de San Manuel y San Benito, Madrid. Dedicada al Proyecto de Alfabetización Cinco Palabras.
- 10 de abril a las 12h. Inauguración EXPOSICIÓN BENÉFICA DE ARTE MODERNO de Mar Olayo y los pintores Román Clemente Magán, Javier Olayo y Fernando Ruiz Pavón, organizado por Cinco Palabras, donde brindaremos por el IX aniversario con el vino de la bodega Martín Berdugo, Rivera del Duero.
- 23 y 24 CARRERA SOLIDARIA VIRTUAL CINCO PALABRAS PARA LA ERRADICACIÓN DE LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA.
- 23 de abril a las 19h. DÍA DEL LIBRO, presentación del libro HAY QUE ANDAR de Raquel Hermida en el Ateneo de Madrid.
- 24 de abril a las 12:30h. Cerramos la celebración con la fiesta "AYUDAR ES DIVERTIDO", del empresario Cipri Quintas, donde disfrutaremos con la actuación del monologuista y humorista LUISMI en la sala Silk and Soya, La Moraleja, Alcobendas, Madrid, (las entradas se compran en la entrada a las 12), y donde realizaremos el SORTEO de todos los regalos donados, entre los dorsales participantes de la II CARRERA SOLIDARIA VIRTUAL CINCO PALABRAS PARA LA ERRADICACIÓN DE LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA.

Las palabras del actor Miguel Rellán
Esta semana tenemos las palabras del actor español, Miguel Rellán, que nos llegan como representante del grupo selecto de directivos del Ateneo de Madrid.
Miguel Reyán a partir de 1974 intervino en montajes teatrales, programas dramáticos y series filmadas para televisión y producciones cinematográficas, debutando con la película El perro (1977), de Antonio Isasi-Isasmendi. También participó en El crack y El crack II, de José Luis Garci y a las órdenes de José Luis Cuerda en El bosque animado y Amanece, que no es poco. Igualmente en El perro del hortelano, de Pilar Miró.
Debe su popularidad al medio televisivo, habiendo protagonizado series de éxito como La Regenta, Menudo es mi padre o Compañeros. En 2015, se incorporó como personaje recurrente a la novena temporada de La que se avecina.
En el teatro, que considera su gran pasión y donde selecciona más las obras y autores con los que trabaja, ha interpretado a grandes clásicos y contemporáneos como Calderón de la Barca, Lope de Vega, Valle Inclán, Bertolt Brecht o Mihura.
Su primera experiencia como escritor fue Seguro que el músico resucita (Valdemar, 1998).
Las palabras del actor Miguel Rellán son:
TRASPIÉS
JERINGA
MAMARRACHO
PARAGUAS
SOTANA
PROLOGUISTA DE MES DE ABRIL: ÁFRICA SÁNCHEZ, ESCRITORA SOLIDARIA
África Sánchez, nuestra escritora solidaria, nos regaló ya otro prólogo cuando presentó la edición de su libro "Poemas condicionados" en el mes de agosto de 2016.

"Queridos amigos, familia de este maravilloso juego literario del que por fortuna Mar Olayo nos ha hecho partícipes, escritores, socios, lectores, curiosos puntuales…" apunta siempre África Sánchez al referirse a nuestra asociación, siendo una de las personas que más se involucra en el día a día de nuestra organización.
CAUSA DEL MES DE ABRIL: ONG OLVIDADOS
olVIDAdos es una asociación sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública constituida en diciembre de 2010. Se mantiene sin ningún tipo de subvenciones públicas y está gestionada por miembros de su Junta Directiva que no reciben contraprestación económica.
Los fines de olVIDAdos son formativos y asistenciales. olVIDAdos pone especial énfasis en la protección a la infancia desfavorecida y en familias en riesgo de exclusión social, que son atendidas a través de los diferentes proyectos.
Camiones para salvar vidas

San Martín habla con este diario entre carga y carga de los camiones que este mismo jueves partirán hacia Ucrania. Camiones cargados de equipos de emergencia para ayudar a los refugiados que huyen, pero también a los que quedan todavía dentro del país. El plan, según cuenta la cooperante, es instalar dos bases en puntos de la frontera ucraniana para, desde ahí, distribuir también los suministros a los hospitales y todos los sitios del país que necesiten esas donaciones. "Vamos a entrar dentro de Ucrania y esperamos también crear convoyes para que puedan recoger al mayor número de personas", detalla.
Medicamentos, alimentación infantil, pañales, alimentos de necesidad... Los voluntarios están preparando "mochilas de emergencia" para dárselas a las familias que lo necesiten para continuar el camino al exilio. Desde pijamas calientes, mantas que abriguen, peluches para los más pequeños, barritas energéticas o crema para pañal, para los más pequeños; hasta linternas, bolígrafos, cargadores solares, mallas, camisetas térmicas, toallitas higiénicas o paracetamol, para los adultos. Son algunos de los suministros que están metiendo en estos 'kits' de emergencia que, destaca San Martín, marcarán una gran diferencia en ese trayecto, ya de por sí duro.
"Están exhaustos, empapados, a -10 °C. Los niños están en un estado terrible de frío. Imagínate que eres un padre o una madre, abres una mochila y te encuentras alimentos o una pastilla de quemar. Les puede sacar de un estado de 'shock', de temperaturas, muy bajas que están pasando. Podemos salvar a muchas familias en este momento", asevera, apelando a la solidaridad ciudadana para que aporte su granito de arena ayudando económicamente a la organización.

Desde Olvidados quieren agradecer todo el apoyo, por eso Olga San Martín, vicepresidenta de 'Olvidados', nos relata los siguiente, "nos encontramos en Rumania y hemos repartido ya ocho tráilers en 15 días gracias a todas las donaciones que hemos tenido y a un equipo de voluntarios maravilloso que está con nosotros cada día entramos dentro de Ucrania desde el norte de Rumanía aunque también hemos estado en el sur de Rumanía para entrar por Odessa y en Moldavia así ir cubriendo la mayoría de zonas donde están bombardeando y no hay alimentos ni medicamentos".
Continúa San Martín, "para que podamos continuar ayudando a todas estas familias que están en guerra necesitamos vuestra ayuda, por favor transmitidlo a vuestros amigos y en vuestras redes tenemos una nave en de la calle Lanzarote, 24 en San Sebastián de los Reyes (Madrid) que nos han dejado hasta el mes de mayo, donde organizamos los palets con todas las donaciones. Pero necesitamos apoyo económico para comprar aquí en la frontera todo lo que no llega y es necesario. No podéis ver en nuestra web olvidados.org y seguirnos por redes".
También agradecen a Mar Olayo y a Cinco Palabras "todo el apoyo que estamos teniendo vuestro y a todos vosotros un abrazo muy grande desde Ucrania".


También recuerdan que "si quieres puedes poner que somos utilidad pública y hacemos certificado donación que pueden hacer transferencias o Bizum o PayPal desde dentro de la web".
Para finalizar diciendo que la "experiencia que estamos teniendo desde que hemos entrado en Ucrania, Moldavia y Rumanía ya que son tres lugares donde estamos repartiendo. Estos lugares están llenos de encuentros de mucho dolor, como una madre que nos encontramos ayer en la frontera con sus hijos y la abuela con el coche lleno de metralla y los cristales rotos, momentos maravillosos, que estremecen el corazón. Cada día es un aprendizaje", puntualiza.
Celebraciones
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Proyecto de Alfabetización
TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO CON LOS ESCRITORES SOLIDARIOS
Juan Antonio Tirado, periodista, jefe de informativos de Onda Cero Sierra y Director de La voz de la Sierra, ha comenzado su iniciativa “TERTULIAS SOLIDARIAS de CINCO PALABRAS”, para dar a conocer a los Escritores Solidarios y todos aquellos que han colaborado en estos siete años de andadura y siguen colaborando.
En esta primera tertulia participan los siguientes escritores solidarios y colaboradores de Cinco Palabras:
Gracia Olayo
Soledad Olayo
Javier Olayo
Marga García Calvo
África Sánchez
Claribel Aránega
Lili Del Riego
Alicia Manzanares
Gabriela Vázquez
Visita nuestra tienda solidaria para adquirir la pulsera de Cinco Palabras PINCHA AQUÍ: Tienda On Line
NORMAS DE CINCO PALABRAS
Normas de CINCO PALABRAS para escribir un relato solidario:
1-. Extensión máxima 100 palabras.
2-. No se cambiará la posición de las palabras.
3-. No se modificará el género ni el número de las palabras proporcionadas.
*Por favor, revisad ortografía antes de publicarlo.
*Se eliminarán los relatos que no cumplan las normas.
*Si quieres mandar un audio con tu relato solidario leído por ti, envíanoslo a contacto@cincopalabras.com
Escribe el relato en esta WEB pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 10€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.
Además, puedes colaborar para que siga creciendo el proyecto CINCO PALABRAS mediante un donativo realizando una transferencia bancaria a la cuenta corriente de la Asociación Cinco Palabras:
CAIXABANK
IBAN ES62 2100 5920 2513 0024 6905
NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector. Registro de la Propiedad Intelectual Nº 43388/2013 © CINCO PALABRAS. Una vez que el autor escribe su relato en ‘comentarios’, autoriza a CINCO PALABRAS a hacer comunicación pública de las obras que voluntariamente publica en nuestra página web: cincopalabras.com
Para cualquier sugerencia: contacto@cincopalabras.com
PARADE
Tacones altos,
mirada al frente,
sin miedo a dar un traspiés.
Paso firme, andando entre esqueletos.
Una jeringa colgando del brazo de un mamarracho,
que apenas puede girarse para mirarla desde el suelo.
La cabeza alta, el gesto altivo.
Sintiendo a cada paso cómo su cuerpo dibuja el trazo del modisto.
Cambia la música.
Otro modelo, otro diseño.
Esta vez un paraguas, vestido de encaje y corsé bien prieto.
Suenan los aplausos,
retumban los silencios.
Se cruza con una sotana que la mira con desprecio.
Alza la vista al cielo y guiña un ojo.
Desfilando por la pasarela del infierno.
Singrafista, Abril 2022
Después de aquel traspiés, en ese tiempo de su vida. Perdido era como se encontraba. Desconocía que se podría inyectar con aquella jeringa para iluminar otra vez su vida.
Una vida que recientemente le había hecho sentir como un auténtico mamarracho, un mamarracho que siempre usaba un paraguas para refugiarse de este tiempo con una suave lluvia que decoraba un hermoso paseo.
No encuentro la razón, para que una sotana pueda ser usada por una persona de forma divertida y sin respeto.
Si, este texto no tiene ningún argumento, ningún conflicto y ningún desenlace, es un tiempo que siento diferente.
Desencuentro
Aquellos eran lo que se llamaba los viejos bajos fondos. El padre iba con un paraguas bajo la lluvia, ajustándose la sotana, y apresurando su paso dio un traspiés al pisar algo que casi lo hizo resbalar. Retiró el pie del objeto que pisaba y vio que era una jeringa con restos de sangre en su interior. Caminó unos metros más y vio a un tipo lastimoso agonizando en un portal:
N – Aquí me ve padre, tirado como un mamarracho y tocando a las puertas del cielo, como dijo una vez Bob Dylan – dijo el politoxicómano asumiendo su mala suerte.
CONVERSACIONES DE (ALTA) CAMA
-Se olvidarán, un traspiés lo tiene cualquiera.
-Sí, pero me he pillado los dedos. Prometí una inyección millonaria a los colectivos afectados en menos de 48 horas.
-No digas más: la jeringa está vacía, seca, caput.
-Y tanto, ni un euro de donde rascar.
-Entiendo, y el mamarracho de la oposición aprovechando para clavarte el paraguas por el…
-¡Calla! Que está aplaudiendo con las orejas. Parece un cura con sotana dándome la extremaunción.
-¿Y qué piensas hacer?
-Nada, que pase el tiempo, y otra más gorda tapará la anterior.
-Eso es profesionalidad, cariño. Que duermas bien.
-A pierna suelta, tesoro.
Tiene narices, habiendo nacido en Tetuán, que después de tanto traspiés en el mundillo de las tablas, terminen por apodarle a uno “Moro” en una película. Cosas del destino. El caso es que abrirse paso en la España de la Jeringa tenía su mérito, porque, que la vida prevalezca sobre la muerte (o la indiferencia, que duele más) en este país de bosque animado, es mucho. Como todo vecino es perro de hortelano, prefiero aguantar a un mamarracho en un chaparrón sin paraguas y darle rock&roll a La Regenta, a que vuelvan a mandar los de la sotana.
Di un TRASPIÉS, tampoco fue un gran accidente. Cuando vi a la enfermera con la JERINGA preparada, me sentí como un niño nuevamente. Tenía terror a las agujas. Siempre recordaba al MAMARRACHO que tuvo que sacarme sangre y no encontraba la vena. Tenía seis años entonces. Suerte que llegó al consultorio un sacerdote, armado con un PARAGUAS y remangándose su SOTANA, amenazando con sacarme de allí a la fuerza.
Mi madre, tras escuchar mis berridos desde la sala de espera, decidió que, de momento, no me hicieran el análisis. Luego la vida ya me enseñó a comer como un celíaco.
Palabras: 100
EN LA NOCHE
En la calidez de la noche, la luna sufrió un traspiés. Se perdió entre las nubes y necesité inyectarle energía con una jeringa de luz.
Subí a un banco del parque, me estiré para alcanzarla, pero un mamarracho sin nombre, dormitaba su embriaguez en el césped, y, asustado a pesar de mi sigilo, despejó su sueño.
Tomó los restos de un paraguas que alguien había abandonado, y con él, intentó sacudir mis piernas mientras exclamaba:
¡Abajo, cucaracha con sotana! ¡Baja del púlpito ahora mismo!
Confundiendo así, mi presencia con sus sueños de borracho.
Sufrir traspiés tiene muy mala fama pero la vida solo quiere que aprendamos la lección que nos quiere dar en cada momento.
Estaba lloviendo pero nada me quitaba mi paseo matutino. Como ya era habitual, encontraba las consecuencias de los vivientes de la noche anterior: una jeringa, botellas de alcohol, cristales rotos, etc., ¿qué mamarracho es capaz de sobrevivir a esto cada noche?
Caminaba sin paraguas, con las gotas de agua cayendo sobre mí. Ver todo aquello me recordaba las caídas que sufrí intentando ser quien no era. Sentía satisfacción por dejar atrás aquella etapa que ya no me tentaba ni aunque me la envolvieran en una sotana.
Aquel traspiés
Nerviosa, esperaba la hora del ansiado, pero a la vez terrible desenlace. Siempre critiqué a quienes lo hacían, pero en esos momentos era inviable seguir adelante, pues aquel traspiés me haría abandonar todos mis proyectos.
Nerviosa, no quería mirar la jeringa clavada en mi brazo y, cuando aquel mamarracho con bata blanca se puso los guantes, instintivamente cerré las piernas. Me bajé de la camilla y exigí que liberan mi brazo.
Llovía, no llevaba paraguas y las gotas de lluvia se fundían con lágrimas de alegría. Me crucé con un sacerdote con sotana y sonriendo sentí que era una señal.
ZAFARRANCHO CASERO
Confiando que ya es primavera, emprendí la limpieza con alegría y desenfado. Cascos y brocha en ristre, comencé por pintar la salita. Tan saltarina estaba, que me olvidé de cubo y pintura, logrando un cantarín traspiés. Resultado…, mi lindo cuerpo estrellado contra pintura y suelo. En urgencias intentaron mejorar mi maltrecho y colorido cuerpo, con jeringa y un rapapolvo. El mamarracho del médico que a la vez es mi hijo, me dijo que ya no estoy para esos menesteres. Casi le estampo el paraguas en la cabeza, si no llega a intervenir mi otro hijo. ¡Sí, el de la sotana!
Me olvidé por completo de qué huía. Corría desenfrenado por los pasillos, como alma que lleva el diablo, hasta que un traspiés me hizo caer sobre una camilla.
A duras penas pude girarme y ahí estaba ese engendro.
Jeringa en mano, aquel mamarracho disfrazado de enfermero reía grotescamente mientras me amenazaba.
Creí sentir el aliento de la muerte, pero alguien, como una aparición, abrió un paraguas y me cobijó tras él.
Sonó una alarma.
Desperté angustiado, me santigüé, vestí la sotana y anulé las visitas.
Hoy no tenía pinta de ser el mejor día para andar transitando por los hospitales.
TROPIEZOS TRANQUILOS
Los traspiés de la vida requieren analgésico.
Preparas la jeringa, caminas distraído
y pierdes la angustia entre calles,
mamarracho tras huellas que no miras.
Ni la lluvia consigue que la mediocridad
quede limpia del barro de la costumbre.
Abres tu paraguas del mejor plástico de China
e impermeabilizas al frío, al agua o al hambre
pero echas en falta una sotana negra para el hígado,
membrana que filtre el exceso de toxinas
antes de que lleguen a la sangre.
Sapiencia popular
Después de sufrir tantos traspiés en la vida, acepté el tratamiento de felicidad que ofrecía un científico en Facebook. No me desmayé a la vista de la jeringa, sino ante el mamarracho que iba a inyectarme: llevaba una pajarita, un monóculo, un sombrero de copa y brincaba con un paraguas.
Desperté días después en un hospital. Un cura me daba la extremaunción. «¡No quiero morir!», me aferré a su sotana.
Reflexionando acerca de mis desventuras, he identificado la causa: la desinformación. Ahora solo veo videos en YouTube. Lo que puedo verificar con mis propios ojitos y orejitas no me engañará.
Lo sé, ha sido un traspiés; un desafortunado traspiés. Pero ¿sabes lo que más me jeringa? Que haya sido precisamente delante de ese mamarracho. Siempre esperando la más mínima equivocación para echarse encima con sus discursos paternalistas. Siempre creyendo que todos debemos estar bajo su paraguas protector. Con esa pinta de cura reprimido… Solo le falta la sotana.
Tentación
Cuando reunía lo necesario,
bajaba presuroso dando traspiés,
con la jeringa y la insulina
preparada para inyectársela a su hermana.
«¡Mamarracho!», le gritaban desde las ventanas,
tras la oscuridad de las puertas entreabiertas.
Él no detenía su carrera,
no aminoraba su paso
ni cuando llovía.
Siempre llevaba su paraguas
escondido bajo la capa
que ocultaba su sotana.
Con lo que sacaba haciendo malabares
en aquel semáforo,
aguantando insultos,
acudía después a la farmacia
y compraba la medicina.
Bien sabía el señor
que conjugar sotana y circo
no le venía mal
si no quería meter mano
en el sustancioso cepillo.
Siempre dando traspiés al encontrarse con crueles enemigos, pero ellos son invisibles a veces, virus de una jeringa o… Bombas cayendo desde el cielo.
Por desgracia tendrá que contar que los hechos que le ocurren son altas barreras que un mamarracho ha decidido edificar.
Mira hacia todos lados, ¡está encarcelado!
Menos un techo sin tejado, mostrando las nubes, desde donde cae la lluvia inundando, esperando que llegue hasta su cuello.
¿Un paraguas quizás? Es inútil, si hubiera una escalera…
En cualquier caso, siente la metáfora: La sotana a la que se agarra…
Trepando…
Sin dejar de mirar…
El luminoso cielo
URGENCIAS
Volvió a dar un traspiés. Se recompuso y cogió la jeringa. Recordó, una vez más, al mamarracho que no dejaba de quejarse de lo mal que estaba todo y de lo desatendido que se sentía, que tenía que depositar el paraguas en la entrada. Se levantó la sotana para no volver a tropezar y le puso la inyección al energúmeno, que seguía gritando.
El médico, que había tenido que abandonar el estreno de la obra de teatro que llevaba un año ensayando, por atender esta urgencia, se aseguró de que el calmante tuviera dormido al paciente un buen rato.
Quien da un traspiés y no cae, adelanta terreno.
El contenido de aquella última y maldita jeringa, en vez de darme placer me causó un horrible dolor, que me empujó por un pozo de luz hasta aparecer en un caluroso desierto.
Vi a un tipo, con pinta de mamarracho, montando un burro, con paraguas para protegerse del sol y vistiendo una sucia sotana y me grito “aún estás a tiempo”.
Un rayo me despertó , estaba tumbado en una camilla, bajo los focos de un quirófano rodeado de médicos.
Se me dió otra oportunidad y cambié, siempre hay tiempo, nunca es tarde.
SIN RECATO, NO HAY PERDÓN
En fascinación asombrosa
por pisar tierra de nadie,
la posibilidad de un traspiés
ha dejado de importarme,
en un escogido reducto de sueños
con una jeringa de valor renovado
a flor de piel,
bailo con la luna la danza de la libertad,
huyen las palomas de mis gestos,
se asustan de mi risa las personas,
yo sigo bailando
sin compostura, libre, feliz,
si parezco un mamarracho,
o me acerco a la perfección de movimientos
nada importa.
Soy cometa, soy paraguas,
soy hombre, niño, mujer,
un ser humano bailando en tierra de nadie
donde una sotana negra
no me ha perdonado.
¡Sigue corriendo! -pensó. El traspiés le hizo parar en seco. Aliviando sus jadeos sobre las rodillas, se fijó en la jeringa del suelo. Cerró los ojos agradecida por haberse alejado de aquel maldito mamarracho: ¡No vales nada! le decía. Haré tu cuerpo escultórico el reino del placer, donde los hombres podrán valorarte. Dejaban el paraguas y esperaban su turno. El paragüero siempre lleno. Mientras el último cliente se limpiaba, ella ocultaba sus lágrimas en la ventana. Aquella sotana fue su salvación. Salió corriendo. ¡Padre, sáqueme de esta calvario! Desde entonces no ha dejado de correr cada mañana para sentirse libre.
El paraguas bicolor
Querido yo, deja de dar traspiés, por favor. Ni tú ni yo queremos alcanzar Eso que no nos quiere, que nos anula y envenena. Tira la jeringa por Dios, tan lejos como puedas y saca de tu mente a ese mamarracho que nos deja sin voluntad.
Cuando por fin venzamos a ese monstruo, que se va y regresa y nos devora sin darnos tregua, y busca nuestro último hálito, ¿qué te parece si nos quedamos bajo el paraguas de la comprensión y del amor?, y ¡abandonas de una vez por todas, esa maldita sotana que enmascara a tu diablo!