Comenzamos la semana anunciando nuestra 2ª CARRERA SOLIDARIA VIRTUAL CINCO PALABRAS PARA LA ERRADICACIÓN DE LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA.
Este domingo seguimos apoyando a AYEPU, causa solidaria que ayuda en Gambia a mejorar la vida de los indígenas que carecen de los servicios médicos necesarios para tener una clave de vida óptima. Esta semana tenemos las palabras de Pedro López Arriba.
Bibliotecario del Ateneo de Madrid
Pedro López Arriba es licenciado en Derecho y en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid. Auditor de Cuentas y graduado en Derecho Comunitario por el servicio Jurídico de la Unión Europea. Funcionario del Cuerpo Superior de Interventores y Auditores de la Administración de la Seguridad Social y abogado colegiado en el ICAM.



En su faceta literaria es autor de La Idea de Libertad en la Historia de España y coautor de Kosovo: La coartada humanitaria y La Segunda República y su proyección Internacional.
Es articulista y conferenciante. Desempeñó el cargo de Contador (2008-2012) y vicepresidente 1º (2012-2016) de la Junta de Gobierno del Ateneo de Madrid. Ha presidido la Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas varias veces entre 2009 y 2020 y en la actualidad es socio Bibliotecario.

El pasado 18 de marzo se presentó su libro La idea de libertad en la Historia de España en el Ateneo de Madrid editado por Ediciones Vitruvio y con la presencia de Pedro López Arriba, Francisco Castañón, José Carlos Rodríguez y Pablo Méndez.


Las cinco palabras de Pedro López Arriba, Socio Bibliotecario del Ateneo de Madrid son:
LEALTAD
VALOR
LIBERTAD
SABIDURÍA
PACIENCIA
CAUSA DEL MES DE MARZO: AYEPU

AYEPU es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja para hacer efectivo el derecho a la salud para todas las personas, especialmente para las poblaciones más vulnerables de Gambia.
Es una asociación de voluntarios que nace de un grupo que ha estado trabajando durante cinco años en Gambia y conoce el funcionamiento del sistema gambiano de salud Actualmente llevamos dos años y medio trabajando como AYEPU.
En la actualidad tienen un convenio con su contraparte local “Batabuth Health Committee”, Asociación registrada en Gambia (Charitable Organisation)

PROLOGUISTAS DE MES DE MARZO: ANA ISABEL GUTIÉRREZ SALEGUI Y ÓSCAR HUGO MARTÍN DEL BARCO
Ana Isabel Gutiérrez es licenciada en Psicología, en las especialidades Clínica y Social y del Trabajo, por la Universidad de Salamanca (1999).

Actualmente colabora como Psicóloga forense en la Asociación Clara Campoamor Posee la Acreditación Profesional de Psicóloga Experta en Psicología Jurídica y Forense acreditada por la Federación Europea de Asociaciones dePsicólogos(EFPA) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos.

Óscar Hugo Martín del Barco. Médico de familia en Centro de Salud Cigales (Valladolid). Médico voluntario en cooperación desde hace 15 años con SAMU Sevilla en catástrofes, SEMHU, Proactiva Open Arms en el Mediterraneo, Coordinador de Ayepu en Gambia. Miembro grupo del trabajo inequidades en salud, salud internacional con Socalemfyc
El pasado 8 de marzo: Día de Mujer, ayudamos a Ucrania
La crisis de la guerra en Ucrania ha movilizado a todo el planeta con un rotundo y unánime: 'NO A LA GUERRA'. Por ese motivo, Cinco Palabras no se podía quedar con los brazos cruzados y se ha puesto manos a la obra.
El pasado 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, CINCO PALABRAS sigue ofreciendo su apoyo a UCRANIA, a través de las escritoras solidarias, Claribel Aránega y África Sánchez, colaborando con la ONG OLVIDADOS.
Estamos de aniversario este mes en Cinco Palabras
El pasado día 6 de marzo, celebramos el aniversario del nacimiento del padre de nuestra presidenta Mar Olayo, Olegario Olayo, realizando algo que fue una enseñanza para ella y sus veintiún hermanos: ayudar a los demás.
Estos días, también, hemos celebrado, también, en Onda Cero Sierra, el 100 aniversario del nacimiento de Manuela Martínez, madre de nuestra presidenta y primera socia de Cinco Palabras.
El periódico EL PAÍS publicaba el 13 de octubre de 1997 un artículo del periodista Aurelio Martín, titulado LA GRAN FAMILIA:I
"Muchas de las personas que vieron al dúo Las Veneno paseando por los jardines del palacio real de La Granja el sábado pasado pensaron sin duda que las hermanas Sole y Gracia Olayo estaban organizando alguno de sus montajes callejeros, rodeadas de una gran familia que superaba con creces a la de la película que protagonizaron José Isbert y Alberto Closas. Pero en esta ocasión no se trataba de un espectáculo, sino de una auténtica celebración en la que sus padres, Olegario Olayo, de 82 años, y Manuela Martínez, de 75, festejaban en Segovia el 60 aniversario de su boda junto con 65 miembros de la familia.


Esta pareja, con 19 hijos, 52 nietos y cinco biznietos, recibió seis medallas de natalidad y, en una comida en Pedraza, recordó junto a los suyos, aparte de las anécdotas, el esfuerzo que supuso criar a todos en un pequeño piso de Madrid con el sueldo de Olegario Olayo, un comandante de aviación, que se incorporó a Iberia como jefe de administración, de profundas creencias religiosas, que hace 11 años fue nombrado diácono por el cardenal Suquía, una potestad surgida del concilio Vaticano II que le ha permitido casar a varios hijos y bautizar a algunos nietos"
Hoy en día la #sagaolayo22 tienen mas de 50 nietos, más de 50 bisnietos y una tataranieta.
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TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO CON LOS ESCRITORES SOLIDARIOS
Juan Antonio Tirado, periodista, jefe de informativos de Onda Cero Sierra y Director de La voz de la Sierra, ha comenzado su iniciativa “TERTULIAS SOLIDARIAS de CINCO PALABRAS”, para dar a conocer a los Escritores Solidarios y todos aquellos que han colaborado en estos siete años de andadura y siguen colaborando.
En esta primera tertulia participan los siguientes escritores solidarios y colaboradores de Cinco Palabras:
Gracia Olayo
Soledad Olayo
Javier Olayo
Marga García Calvo
África Sánchez
Claribel Aránega
Lili Del Riego
Alicia Manzanares
Gabriela Vázquez
Visita nuestra tienda solidaria para adquirir la pulsera de Cinco Palabras PINCHA AQUÍ: Tienda On Line
NORMAS DE CINCO PALABRAS
Normas de CINCO PALABRAS para escribir un relato solidario:
1-. Extensión máxima 100 palabras.
2-. No se cambiará la posición de las palabras.
3-. No se modificará el género ni el número de las palabras proporcionadas.
*Por favor, revisad ortografía antes de publicarlo.
*Se eliminarán los relatos que no cumplan las normas.
*Si quieres mandar un audio con tu relato solidario leído por ti, envíanoslo a contacto@cincopalabras.com
Escribe el relato en esta WEB pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 10€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.
Además, puedes colaborar para que siga creciendo el proyecto CINCO PALABRAS mediante un donativo realizando una transferencia bancaria a la cuenta corriente de la Asociación Cinco Palabras:
CAIXABANK
IBAN ES62 2100 5920 2513 0024 6905
NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector. Registro de la Propiedad Intelectual Nº 43388/2013 © CINCO PALABRAS. Una vez que el autor escribe su relato en ‘comentarios’, autoriza a CINCO PALABRAS a hacer comunicación pública de las obras que voluntariamente publica en nuestra página web: cincopalabras.com
Para cualquier sugerencia: contacto@cincopalabras.com
Habían permanecido demasiado tiempo firmes como estacas. Sus cerebros machacados una y otra vez con consignas sobre la lealtad y el valor, se habían vuelto tan inflexibles como los almidonados uniformes que encasquetaban sus ideas. Agobiado por la estrechez de miras, uno de ellos alzó la vista al cielo y vio llegar una palabra que rompió la formación en un abanico multicolor: libertad. La sabiduría se abrió paso entre la oscuridad. El más obcecado con el dogma, abrió su mente y exclamó con los ojos brillantes de ilusión. “¡Santa paciencia hemos tenido para soportar esto durante tanto tiempo!”
Con lealtad avanzaba tras su maestro, sabía que si dejaba de seguirle, aunque los pasillos fueran rectos, aunque durante un tiempo tuviera el valor de hacer frente a numerosos problemas, sintiendo la torrencial libertad en sus venas, antes o después se preguntaría: “¿Llegará el momento en que mi talento me abandone y una sensación de vacío quede anidada en mi pecho?”
En esos pensamientos estaba cuando vio que, frente a él, su maestro había desaparecido.
– ¡Adiós, sabiduría! ¡Esto no me lo esperaba!
– Paciencia, puedes seguir… mi rastro.
Bajó su cabeza sorprendido, “¿quién era?” y…
Una tortuga caminaba a su lado.
La lealtad es un valor fundamental que deberían enseñarnos desde pequeños junto a la responsabilidad, respeto, compromiso y confianza hacia nuestra propia persona para, así, relacionarnos de manera sana con nosotros mismos y los demás. Con esto, tenemos en nuestra mano el gran regalo de la libertad como ser humano. Es la experiencia del camino andado, los años facturados y la incansable labor interior quiénes nos aportan la sabiduría respecto a la importancia de sentir paz interna y la paciencia como arma de una vida armoniosa y feliz.
En la vida aprendí que la lealtad es un bien escaso que pocas personas poseen, y el valor que se debe tener para serlo.
Fui esclava de mis emociones, hasta que aprendí que liberarme de ellas, sólo dependía de mí hacerlo.
Con el tiempo hallé la libertad que tanto anhelaba, y descubrí que esta dependía más de un sentir interno, que de lo que me encontraba.
Y tras mucho andar, entendí que para acceder a la sabiduría que tanto admiramos en los maestros, cuesta la vida. Y al fin, vino a mí la paciencia, la única forma de vivir presente.
PALABRAS
A veces
la lealtad es disfraz
escogido por miedo
Se oculta con ella
falta de valor
para vivir en libertad
Se engrandece la barbarie
con doctrinas oscuras
que crean seres fieles
a la patria
Autómatas
sin sabiduría
ni libre pensamiento
Necesitamos palabras que detengan
los fusiles leales a un loco
cuya bandera es la muerte
Sembremos juntos
con paciencia
todas las palabras
que germinen una gran Paz
LEALTAD SILENCIOSA
En ese camino paralelo
donde la risa y la mirada
se hermanan,
encuentra su camino
la lealtad silenciosa
dándole uso al valor solidario
del abrazo y el beso.
Esa libertad del darse por entero,
desnuda de perjuicios,
con la sabiduría de lo eterno
aún estando,
embriaga las entrañas de dicha
y gratitud,
y, colma de paciencia
los pasos del destierro.
Palabras de Pedro López : Lealtad// valor// libertad// sabiduría// paciencia //
Sigo la estela de África Sánchez
LEALTAD SILENCIOSA
I I
En ese caminar equidistante
de la boca y los ojos
se encuentra la lealtad silenciosa,
la que exhibe su valor
en la palabra no dicha
y el abrazo no dado.
Y entre prejuicios y silencios
se pierde la libertad de darse.
En ese caminar equidistante,
la sabiduría se viste de paciencia
y busca la mirada
que vive en el destierro.
Pusieron a prueba tu LEALTAD, apelando a tu VALOR. Ser militar era tu acto de LIBERTAD. Lo elegiste. Cuando viste el desastre que provocaban tus bombas, entendiste la SABIDURÍA de tu padre cuando te aconsejó desertar.
Ahora, cuando sueñas con cuerpos destrozados, te pides PACIENCIA para superar el daño hecho. Muy tarde para los civiles que dejaste como reguero de migas de pan.
Palabras: 63
Resistencia
Uno siempre esperaba ser fiel en la lealtad a su país. El amor a la patria necesitaba valor para sentirlo, vocación y libertad de acción para ejercer orgullosamente tu pasión. No se necesitaba demasiada sabiduría para ejercer como tal, pero sí paciencia ante lo que el devenir pudiese acarrearnos, de cara a tener un enojoso vecino obcecado en someternos a sus prejuicios y fobias. Y entonces es cuando uno tiene que ejercer como un patriota a la fuerza y hacerse a la idea de asumir dolorosamente a lo que el destino acarreará sobre ti, y la posibilidad real de morir.
Sin dilación
Juré lealtad y compromiso hasta la muerte. Era mi vocación, solo yo, sería la responsable de mi decisión.
Se necesita mucho valor para hacerlo. Piénsalo bien. Sus voces sonaban como un eco en mi cerebro, mientras recordaba el calor de sus abrazos en el momento de la despedida.
Ejercer la medicina, con la libertad de tomar la decisión de donde y cuando hacerlo, es lo que me llenaba. Tenía la sabiduría y la paciencia necesaria, para ayudar donde me necesitaran.
Volé sin dilación al lugar donde estalló el conflicto. Curar y salvar vidas me importaba más, que mi propia vida.
Recortada contra la ventana, la figura de una mujer se proyecta en blanco y negro.
Ante los ojos del que la observa discurren escenas de un pasado grabado a fuego. Lealtad a la causa coreada a gritos, valor, defensa de la libertad. Grandes principios para jóvenes enamorados. Sabiduría a raudales. Y renuncia.
Dejarlo todo por ella y descubrir, demasiado tarde, que ella renuncia a todo por dinero.
Apoyada contra el árbol, la figura de un hombre, monta un arma con paciencia, la apoya en el hombro, aproxima el ojo a la mirilla y espera.
EL TIC TAC QUE NOS MARCA
Decía el viejo profesor, que no hay vida sin lealtad hacía uno mismo y a la humanidad. Es el valor que nos hace merecedores del respeto que debemos y que, como un bumerán recibimos.
Nos quejamos habitualmente de falta de libertad, pero esta y con ayuda de nuestra sabiduría o experiencia, es la que conseguimos con nuestros actos. La otra que nos concede la vida, “digamos social”, de alguna manera y a lo largo de la historia, se mide siempre, según el baremo de algunos. Por ello, la paciencia y el buen criterio, será el que nosotros mismos nos concedamos.
GUERRA ACUÁTICA
En la lealtad de la palabra,
el valor del verso
y la libertad de la tinta
he plantado el árbol de la sabiduría.
Cada noche lo riego
con paciencia y transparencia,
amor de agua.
En cada página
me guardo unas gotas.
Hay que ahorrar,
tal vez los próximos
disparos sean por la sed.
Hay mucha
en los cerebros de mi raza.
ENTENDIENDO EL CAMINO
Gris coronando tu testa,
rastro del tiempo en la piel
siendo vida ese pincel
que implacable manifiesta
el latido que te resta.
Andadura en lealtad
exigida por ti mismo
cosechando con valor
responsable libertad.
Sabiduría y paciencia
son tus joyas conquistadas.
Aprendizaje y valores
serán tu legado y herencia.
De tu experiencia vital
en la suma está patente
vida y muerte por igual.
Con lucidez entendiste
que el camino es a la muerte.
Que la vida se respeta
como el regalo sagrado
que nadie ha de arrebatar.
Fracturada la concordia
has visto temblar a un mundo
que nada quiso aprender.
Eran tiempos difíciles los que estábamos viviendo.
Todos, como ratas que abandonan el barco, nos habían dado la espalda borrando de un plumazo la promesa de lealtad garantizada no hacía mucho.
Habría que armarse de valor para seguir en la brecha; elegir con libertad cual debería ser la postura a defender; abrazarse a la sabiduría natural, que jamás decepciona e ilumina con la luz de la razón; y, sobre todo, tendríamos que ser pacientes. La paciencia, cuando se alía con el tiempo es capaz de alcanzar los mayores propósitos y convertir las lágrimas del desengaño en sonrisas de éxito.
Tomates rojos, pimientos verdes, berenjenas, calabacín, el huerto urbano se vestía con los colores de la LEALTAD. Tenía que cuidar su jardín. Naranjas y limones alimentaban su VALOR derrocando a los miedos. Aupaba la LIBERTAD entre fresas y frambuesas, y envolvía con aguacate y piña esa SABIDURÍA ancestral que le llevaba a cocinar para el resto.
Preparaba comidas solidarias, las servía precedidas de sonrisas y se vestía de PACIENCIA ante los fogones abiertos a todo gas, cocinando vida a fuego lento.-
Esperábamos desesperados los botes que nunca llegaban. Centenares de personas atrapadas veíamos nuestras casas anegadas y las carreteras convirtiéndose en ríos de vehículos y árboles golpeándose entre sí, para abrirse camino por las calles. La lealtad a mi familia me impedía abandonarla y buscar la manera de salvarme. Mi abuela tomó mi mano, transmitiéndome con su sonrisa el valor que le caracterizaba: Vete hijo mío, no podré moverme en mi silla de ruedas, dame la libertad de escoger mi muerte dijo con sabiduría. ¡Tengamos paciencia, abuela, llegará la calma! le respondí mientras un tremendo rayo vomitaba sobre nuestro tejado.