LAS CINCO PALABRAS DE LA PRIMERA SEMANA DEL MES DE FEBRERO
En la primera semana del segundo mes del año, os proponemos las palabras de Jely Reátegui, la actriz peruana de fama mundial, (amiga de la actriz Gracia Olayo quien nos ha presentado a esta magnífica artista), para apoyar la causa del mes que también se centra en las lejanas tierras del Perú.
Sus palabras para los Escritores Solidarios de Cinco Palabras son:
GERMINAR
SACUDÓN
PROYECTIL
SEMÁFORO
GARGANTA
PROLOGUISTA FEBRERO
Jely Reátegui, actriz y comunicadora peruana. En la televisión peruana, Jely ha participado en masivas series como La reina de las carretillas, Vacaciones en Grecia y Ven baila quinceañera. El año pasado protagonizó la serie Un día eres joven de Movistar Play. En teatro se le recuerda por sus interpretaciones en Los Fabulatas, Un hombre con dos jefes, El primer caso de Black&Jack, entre otras notables ficciones. Y si hablamos de cine, ha destacado en Aj Zombies! (2017), Siete semillas (2016) y Soltera codiciada (2018).
Además, Jely Reátegui, ha actuado con la actriz española, Gracia Olayo, en una película que pronto se estrenará en España, Las Mejores familias.

La actriz peruana Jely Reátegui no está atada a nada, su ánimo explorador no se lo permite. Cuando decidió optar por la carrera que hoy la transforma en múltiples personalidades, ya tenía otro camino trazado y se atrevió a dejarlo por convicción.
La virtud de Norma Martínez en la obra teatral Bicho, dirigida por Juan Carlos Fisher en 2007, cambió la vida de Jely Reátegui. “Sentí una pulsión y muchas ganas de hacer lo que hacían los actores en el escenario”, explica la talentosa actriz. Tenía 20 años, estudiaba Comunicación en la Universidad, le faltaba cursar cuatro asignaturas, pero decidió que el teatro era el verdadero fin de su vida.
Su primera labor cerca del escenario fue como ayudante en el teatro Mario Vargas Llosa, cuando era manejado por la otrora asociación Plan 9, dirigida por David Carrillo y Giovanni Ciccia, recuerda con nostalgia Jely Reátegui.
“Acomodaba gente. Creo que me pagaban 10 soles por el fin de semana y con eso cubría mis pasajes, pero estaba muy feliz de estar ahí. Veía todas las funciones, me aprendía los textos”. El ambiente previo a la función era una motivadora experiencia para ella. Podía observar más de cerca cómo funcionaba el teatro y pedía permiso para ver qué sucedía tras bambalinas.
“Tenía mucho interés por aprender, entonces me metí a todos los talleres que pude”, cuenta. La primera oportunidad llegó tras insistirle en repetidas oportunidades a David Carrillo que ponga a prueba sus capacidades. “Un día que fui a trabajar me dijo: tengo un personaje y no tengo actriz. Tiene que ser una chibola en una obra para niños”. Aprendió el guión y el reconocido director le otorgó su primer papel. “Recuerdo ese regreso a mi casa como uno de los más felices de mi vida”, cuenta sonriente.
Como comunicadora realizó una entrevista a la estrella de Hollywood Brad Pitt, que recuerda con mucho cariño. Uno de sus peores momentos fue cuándo recibió una amenaza de muerte en Twitter por responder sobre las críticas a la productora Tondero, razón que la llevó a cerrar su cuenta definitivamente.
CAUSA DE MES DE FEBRERO
La causa de este mes de febrero es KURAQ TAYTA WASI. (Casa del adulto mayor), que está ubicado en la Cuenca de Chaco, provincia de La Convención, en la región de Cuzco. Perú.
Conocimos a Javier Umeres gracias a Isabel Mayoral, África Sol Safaris, Favela Kosmos, cuando pidió a Mar Olayo que sería de gran ayudad que colaborasemos con él y diésemos difusión de su gran labor.
KURAQ TAYTA WASI, están dedicados a ayudar a Delicia de 73 años, además, de su vejez tiene cegüera en ambos ojos. Vive junto a su esposo, Adrian, de 75 años, en medio de la exuberante naturaleza. A pesar de todos los inconvenientes, siempre están juntos y le sonríen a la vida. Habitan en una sola habitación, muy precaria y casi sin recursos.
La pandemia del Covid 19, es otro aspecto que afecta en la salud física y mental a causa de las restricciones y confinamientos, además que ha profundizado el decaimiento económico generando mayor pobreza.
¿Por qué es importante para la organización y/o comunidad ejecutar este proyecto?:
TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO CON LOS ESCRITORES SOLIDARIOS
Juan Antonio Tirado, periodista, jefe de informativos de Onda Cero Sierra y Director de La voz de la Sierra, ha comenzado su iniciativa “TERTULIAS SOLIDARIAS de CINCO PALABRAS”, para dar a conocer a los Escritores Solidarios y todos aquellos que han colaborado en estos siete años de andadura y siguen colaborando.
En esta primera tertulia participan los siguientes escritores solidarios y colaboradores de Cinco Palabras:
Gracia Olayo
Soledad Olayo
Javier Olayo
Marga García Calvo
África Sánchez
Claribel Aránega
Lili Del Riego
Alicia Manzanares
Gabriela Vázquez
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Normas de CINCO PALABRAS para escribir un relato solidario:
1-. Extensión máxima 100 palabras.
2-. No se cambiará la posición de las palabras.
3-. No se modificará el género ni el número de las palabras proporcionadas.
*Por favor, revisad ortografía antes de publicarlo.
*Se eliminarán los relatos que no cumplan las normas.
*Si quieres mandar un audio con tu relato solidario leído por ti, envíanoslo a contacto@cincopalabras.com
NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector. Registro de la Propiedad Intelectual Nº 43388/2013 © CINCO PALABRAS. Una vez que el autor escribe su relato en ‘comentarios’, autoriza a CINCO PALABRAS a hacer comunicación pública de las obras que voluntariamente publica en nuestra página web: cincopalabras.com
NORMAS DE CINCO PALABRAS
Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:
No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.
El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)
(*) Escribe el relato en esta WEB pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 10€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.
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Fue germinar de la tierra, de esas raíces profundas aquel enigma, nadie sabe si fue por el sacudón que recibió aquel lugar después del terremoto, vieron brotar fuertes y oscuros tallos con inscripciones subiendo hacia arriba, ¿un mensaje quizás escrito por la vida vegetal que se estaba engendrando? El dueño de la finca preguntó qué habían plantado pero nadie dijo nada. Cargó su escopeta asustado y le metió un buen proyectil pero la extraña forma como un semáforo iluminó la palabra paz en letras rojas, un nudo se le hizo en la garganta, en unos días empezó a escribir tuits…
Tenía un nudo en la garganta, que acababa de germinar por culpa de una inoportuna congoja . El estrépito del despertador le había revuelto como un sacudón, hallándose todavía bajo la sábana , y el semáforo parpadeaba en ámbar, ante la incertidumbre de una avenida próxima a la saturación. Un recuerdo inoportuno, le alcanzó como un certero e implacable proyectil, disparado con precisión kilométrica, sobre un mar celeste, con millones de objetivos a la vista. -¡Dentro de dos días, tengo que comprarle frescas rosas blancas a Olga! – recordó súbitamente, ante la próxima llegada del día de los enamorados, para su amor moscovita.
Sentado sobre la tierra revuelta esperaba pacientemente ver germinar la semilla que había plantado solo media hora antes. Por detrás se le acercó su padre. El sacudón en el hombro lo sacó de su ensoñación. Lo lanzó como un proyectil hacia el sembrado y le ordenó ponerse a trabajar. El chico preguntó cómo sabría cuando cruzar el camino si no había ningún semáforo. A pesar de su rudeza al padre se le puso un nudo en la garganta. Se convenció por fin de que este niño era especial y que, aunque nunca pudiera ayudarle en el campo, le quería igual.
¡Vamos “pá” arriba, Papi! La mosca la sobrevolaba mirándola como, tras germinar, se movía en círculos adelante y atrás. ¡Dame más ga-so-li-na! El insecto volador seguía sin dar crédito al tamaño que alcanzó con el siguiente sacudón. ¡Papi, Papi, Papi Chulo! ¡Dale, que voy como un proyectil! El asombrado alado, permaneció flotando un segundo en el aire, como si un semáforo ficticio hubiera cambiado a rojo; ella abrió su garganta, se estiró el último centímetro y engulló a la mosca de un solo bocado. La planta carnívora más marchosa de la Amazonia, se dio por cenada esa noche.
LO QUE DE VERDAD IMPORTA
Odio sembrado no tarda en germinar. Sacudón dañino, proyectil lanzado con la insidia precisa enfrentando a unos contra otros. Familias y amigos distanciados sin un semáforo en rojo parando tamaña autodestrucción.
Hacía tiempo que no se veían. Doloroso es el nudo oprimiendo su garganta frente al féretro del padre.
Sobresalta una mano posada en el hombro.
“Su pena… no abrazarte por última vez”
Con el corazón desbocado despertó sudoroso. “Sólo fue una pesadilla”. De la mesa resbala una bandera, y es su cuerpo un inmenso vacío.
“¡Cómo pude estar tan ciego dando la espalda a quienes son mi propia vida!”
Germinar, lo que se dice germinar, no sería el término más preciso para definir lo que fue aquello. Yo diría que fue un sacudón, algo imprevisto y desconcertante, un proyectil lanzado por el mismísimo Cupido pero con mala leche, que también la tiene el angelito. No era el momento adecuado para enamorarme, no lo buscaba, incluso lo rehuía vehementemente rayando la bordería y la impertinencia. Estaba en modo semáforo rojo intenso, stop, prohibido el paso, perro peligroso…
Era un tipo huraño que deambulaba por la oscura garganta que labran el rencor y el miedo.
En fin…, hay palabras que enamoran.
Había sido un verano cruel, con todos los incendios de los montes de zona boscosa.
Habíamos perdido áreas arboladas y germinar todo era un nuevo proyecto. Utilizaríamos drones, capaces de esparcir con un buen sacudón a modo de proyectil, miles de semillas.
La estación del año era el semáfor, que indicaría el momento idóneo para realizar esta siembra aérea.
Todo estaba ennegrecido. La garganta, del barranco era donde mas vegetación se había perdido. Es más, las abejas de la colmena, era donde iban abastecerse de polen para la cera y miel de sus paneles. Miel rica, demandada por su pureza.
Ese sacudón
No sé cuándo comenzó, a quién se le ocurrió la idea, ni cómo fue avanzando hasta germinar en el corazón de tantas personas. Ese sacudón de buenas energías y vibraciones positivas, nos ha llevado a tener un halo de esperanza en la humanidad.
Nada puede ser peor, que la división de las personas y remar hacia un lado distinto, para satisfacer nuestros propios intereses. Por lo que este proyectil lanzado lleno de amor incondicional, sin colores de semáforo rojo y verde, ni desigualdades, y con el mismo grito en nuestra garganta, será lo que único, que podrá salvar al mundo.
No permitáis que el odio logre germinar en vuestros corazones, no hay sacudón mayor para el alma que el dolor en las entrañas por ausencia de amor.
No permitáis que la envidia sea vuestro proyectil, para aniquilar al prójimo, porque volverá a vosotros. Lo que dais lo recibiréis por triplicado. Lo bueno y lo malo. Atended al semáforo de las personas y no invadáis sus vidas cuando el verde no asome.
Llenad vuestros corazones de palabras amables que acaricien vuestra garganta y vuestros labios sean versos de paz.
El maestro se levantó y con un dulce NAMASTÉ, se alejó.
CONSECUENCIAS
Siempre fui incapaz de dar,
o compartir corazón,
mas tú hiciste germinar,
razones en mi razón.
Y quién se ve con razón,
tiende inconsciente a abusar,
y aunque te llamen bombón,
en bribón has de acabar.
Sacudón en mi perfil,
de aparente bonachón,
sonrojó tu proyectil,
ésta, mi alma de cabrón.
Un semáforo pusiste,
donde no debía pasar,
y así, mis ojos abriste,
y así igual, perdí mi hogar.
Solo y sin futuro alguno,
seca garganta llorosa,
no es que no coma, es que ayuno,
ya sin novia y sin esposa.
J. Bris
Estúpida guerra
En tiempo de guerra, el más pequeño resquicio de vida era una alegría. La pequeña Ruth observaba su maceta para ver germinar el semillero. Era todo lo que le había quedado después del sacudón del proyectil. Las tres luces del semáforo de la esquina eran las únicas luces que entraban por la ventana semiderruida. Ella, creyéndose en un teatro, forzaba su garganta al máximo y cantaba muy alto para espantar todo el dolor que sentía y que se le había acumulado muy adentro. Gritó hasta sentirse vacía y mucho más tranquila. Después se acurrucó y se quedó dormida.
Ella no sabía como aquella descabellada idea logró germinar, pero allí se encontraba, frente al precipicio, a punto de saltar al vacío…y saltó.
Un fuerte sacudón la golpeó bruscamente. Su corazón, como un proyectil mal disparado, se precipitó fuera de su ya desarticulado cuerpo, esparciendo involuntariamente todos sus engranajes; ruedas, muelles y trinquete rodaban desconcertados por el suelo.
Ingenua creyó qué volaría sin más! que las nubes discurrirían livianas entre sus brazos…pero no fue así, no hubo ningún semáforo en rojo para impedirle saltar.
Con la garganta rebosante de tierra, pudo balbucir “ayuda”. Nadie la escuchó.
Rut
Me levanté temprano esta mañana. No sabía que el germinar de las plantas se podía escuchar al igual que se escucha amanecer.
Me asomé al exterior y un sacudón de viento impactó en mi rostro como proyectil lanzado con rabia.
¡¡¡Me hizo sentir viva!!!
La luz roja del alba iluminaba el horizonte como un semáforo ilumina las noches en tiempos de confinamiento.
Un nudo en la garganta se me formó al contemplar tanta belleza.
Cerré los ojos y seguí soñando despierta.
Soñando con un Mundo en el que todos los días nos pudieramos sentir como me siento hoy.
¡¡¡Viva!!!
Caminaba por el bosque pensando en si vería germinar su proyecto.
La vida le había llevado de sacudón en sacudón y no hacía dónde quería, sino que cómo un proyectil la enviaba a otro totalmente distinto.
Se vió a sí misma como un tren,a toda velocidad, saltándose el semáforo en rojo.Y gritando tan fuerte, cómo se garganta diera ,un:
“¡Voy a conseguirlo!”.
Me siento afortunado de haber encontrado detrás de la palabra germinar, un nuevo camino. Por supuesto que las personas también germinamos al mismo tiempo que vamos viviendo experiencias.
Jamás olvidare aquel sacudón que pegó mi habitación aquella mañana ni un proyectil de guerra en pleno campo de tiro.
Quien tuviese un verdadero semáforo en la parte de las emociones, así todo sería muchísimo más sencillo, sobretodo en el campo de las relaciones personales y/o relaciones sociales.
¿Qué hacer con la quinta palabra, garganta? No sé. Solamente sé que es una parte del sistema digestivo de los animales de la tierra.
Lodo
La desgana y la acedía amenazaban con germinar en su corazón, después del intenso sacudón emocional que había agrietado sus cimientos. Sentía fragmentada su persona como si un lento proyectil circulase por su cuerpo atascando sus funciones y demandando atención constante como un semáforo en rojo. Cada vez que tenía que hablar sentía como si tuviese la garganta llena de algas, tan profundo era el océano de sus miedos.
MVF
Insertemos la semilla del conocimiento universal haciéndola coincidir con su Ajna y programémosla para que pueda germinar justo a tiempo.
Llegado el momento será preciso provocar un fuerte sacudón en el chakra corona. Para ello sincronizaremos la memoria del proyectil, todo ha de estar extremadamente calculado o no funcionará. La desviación permitida no puede sobrepasar el yoctosegundo.
Haremos que se posicione frente al semáforo guía; debe estar sola.
La luz verde será la señal.
Un leve pinchazo en la garganta y la nueva era, la renovación mundial habrá comenzado.
Señores, nuestra querida Eva ya está lista. Procedamos. Suerte para todos.
Una sensación nueva comenzaba a germinar en su organismo. Un extraño sacudón visceral que subía veloz como un proyectil lanzado desde profundidades hasta ahora desconocidas para ella. Cada poro era una alarma que se disparaba involuntariamente. Un semáforo interno se encendía para prevenirla de una catástrofe inminente si no contenía aquella avalancha de emociones. La llama, ardiente e indomable, navegaba libremente en su interior hasta llegarle a la garganta. Sucedía… ca-da vez que lo ve-í-a. ¿Sería…? Imposible. No era un sentimiento etéreo, suave, sublime. No le ennoblecía el alma; le zarandeaba el cuerpo. No. Aquello no podía ser amor…
—¡oh, no volveré a ver germinar mis geranios!
Un fuerte sacudón en el lado derecho de su cintura lo había derrumbado en la calle, encima de las líneas blancas del paso de cebra.
— ¡He sentido el proyectil partiendo mis huesos!
El semáforo parpadeaba en ámbar. Las sirenas de la ambulancia se escuchaban a menos de cincuenta metros. Un coche de policía cortaba la calle.
—¿Qué ha pasado? —preguntó el policía.
—¡Alguien me ha disparado! — su voz quebrada saliendo de lo más profundo de la garganta.
—Bueno. A esta edad, las caderas se rompen — dijo una voz mientras acercaba la camilla.
Sin palo y sin piedra
Amanece y llueve. No a gusto de todos, pero limpia las calles que no están sucias, sino contaminadas.
No es óbice, para que Herminio barra papeles y mascarillas, sin embargo, los sembrados podrán germinar. El pan está asegurado.
Siente deseos de darle un buen sacudón al “esperpento” que, ante sus narices, tira la envoltura del bocadillo. Apunta la pala…, y le dispara un proyectil, justo cuando el semáforo lo detiene en la acera.
Cae de bruces, pero no han sido sus balas, sino el pedazo mal mordido del bocadillo que se le ha cruzado en la garganta.
LA SIEMBRA
Existen mil formas de sembrar
incluso en terrenos nada fértiles,
otra cosa es conseguir
la cosecha deseada,
se sabe pronto el triunfo o el fracaso,
nada más germinar en la luz
y la humedad
se notan las ideas, se mueve algo
en algunos cerebros antes apagados,
conviene a veces un sacudón que atenace
la falta de ganas,
un proyectil de granos y verdades
que se salte lo estipulado
y cualquier semáforo en ámbar.
Hay que hacerlo rápido,
aprovechar la mansedumbre del tirano
cuando bebe sin medida,
que salga de su garganta,
la libertad del esclavo.
La semilla y el milagro.