En España, según los territorios, entramos ya unos en la Tercera y otros en la Segunda fase de desescalada tras la crisis del coronavirus, y con ello una mayor libertad de movimientos, lo que exige a los ciudadanos mayores compromisos con la responsabilidad de mantener las medidas de seguridad a fin de contener la epidemia: No tocarse las manos, llevar mascarillas. distancia social y mantener la higiene de manos.
Esta semana tenemos las palabras de una actriz española reconocida internacionalmente como es Arantxa de Juan. A finales del pasado año logró el premio a la mejor actriz en el prestigioso Los Ángeles Film Awards en su edición de 2019, un certamen cinematográfico conocido como antesala a los Óscar, con la producción 'Todos Cambiamos' de Arturo Montenegro, que se hizo con nueve galardones.
Arantxa de Juan reside en Madrid y dirige y protagoniza la obra de teatro off-off (que representa en su magnífica casa de la calle Desengaño) MAGNANI APERTA, que lleva cuatro temporadas interrumpidas por la pandemia. Pese a ello, durante el confinamiento ha estado leyendo poemas desde el balcón de su casa a sus vecinos de la calle Desengaño, según comenta ella misma, "intentado difundir un poquito de esperanza y de belleza en estos tiempos complicados".
También ha estado colaborando con bancos de alimentos vecinales en @estaesmiplaza, donando alimentos y limpiando patatas. En su última acción limpiaron 47 sacos de patatas.
de Las Veneno con Gracia Olayo
Las palabras de la actriz Arantxa de Juan para los escritores solidarios de Cinco Palabras son las siguientes:
Patata
Uña
Esternocleidomastoideo
Payaso
Bingo
Normas de CINCO PALABRAS para escribir un relato solidario:
1-. Extensión máxima 100 palabras.
2-. No se cambiará la posición de las palabras.
3-. No se modificará el género ni el número de las palabras proporcionadas.
*Por favor, revisad ortografía antes de publicarlo.
*Se eliminarán los relatos que no cumplan las normas.
(*) Escribe el relato en esta WEB pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 10€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.
Además, puedes colaborar para que siga creciendo el proyecto CINCO PALABRAS mediante un donativo realizando una transferencia bancaria a la cuenta corriente de la Asociación de Escritores Solidarios:
BANKIA
IBAN ES22 2038 2463 2460 0037 9336
NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector. Registro de la Propiedad Intelectual Nº 43388/2013 © CINCO PALABRAS. Una vez que el autor escribe su relato en ‘comentarios’, autoriza a CINCO PALABRAS a hacer comunicación pública de las obras que voluntariamente publica en nuestra página web: cincopalabras.com
JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS
Mar Olayo ha estado editando videos de los relatos con los audios que ha recibido de los escritores solidarios, para que los pacientes de los hospitales y las personas confinadas que no pudieran leer, los pudieran escuchar en las voces de sus autores. Por esta razón se creó en Youtube la página ´JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS´ #ParaTiauquenoteconozco, donde todas las personas pueden compartir los relatos solidarios con aquellos que necesitan un mensaje de esperanza y un remanso de paz en estos dramáticos momentos.
Los relatos solidarios que hemos estado escribiendo en apoyo a los pacientes, a través de la plataforma JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS, estarán publicados en las REVISTAS DIGITALES de CINCO PALABRAS, para que podáis colaborar comprándolas.
Junto con los relatos enviados a los hospitales, todas las semanas hemos adjuntado nuestros audios del programa de radio MÁS DE UNO, ONDA CERO SIERRA, donde Mónica Rodríguez nos ayuda a difundir nuestros buenos deseos, esperanza y fuerza:
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO. (Semana 1)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 2)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 3)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 4)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 5)
PARA TI AUNQUE TE NO CONOZCO (Semana 6)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 7)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 8)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 9)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 10)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 11)
CUIDEMOS DE NUESTRO PLANETA AZUL
Toda la información sobre la pandemia la puedes seguir en La Voz de la Sierra que dirige Juan Antonio Tirado.

TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO CON LOS ESCRITORES SOLIDARIOS
Juan Antonio Tirado, periodista, jefe de Informativos de Onda Cero Sierra y director de La Voz de la Sierra, continúa con la iniciativa de “TERTULIAS SOLIDARIAS DE CINCO PALABRAS”. En esta ocasión contamos con Carmen Quirós (Asociación Síndrome de Marfán), Aurora González (Batacuellos), Rosa Aznar (Síndrome de Williams), Vicente Alonso Fogué 'Titón' (Sepla Ayuda) y Adriana Llorca y Carlos López (Alas al campo).
Juan Antonio Tirado, periodista, jefe de informativos de Onda Cero Sierra y Director de La voz de la Sierra, ha comenzado su iniciativa “TERTULIAS SOLIDARIAS de CINCO PALABRAS”, para dar a conocer a los Escritores Solidarios y a todos aquellos que han colaborado en estos siete años de andadura y siguen colaborando.
1ª TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO 2020
2ª TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO 2020
3ª TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO 2020
4ª TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO 2020
5ª TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO 2020
6ª TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO 2020
7ª TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO 2020
PROLOGUISTA DE JUNIO
CLARA CHACÓN
Actriz.

El prólogo de este mes es de la actriz Clara Chacón, hija de la escritora Inma Chacón, que durante esta cuarentena nos dio Cinco Palabras y además dirigió y difundió un un video en apoyo a las mujeres maltratadas bajo el título: Mi nombre.
CAUSAS DEL MES DE JUNIO
Llegamos al mes de Junio en medio de la desescalada desigual en toda España, para ir poco a poco viendo cómo se consume el coronavirus. Y aquí tenemos nuestras causas del mes:
ALAS AL CAMPO (Madrid)
SONRISAS DE COMIDA (Pamplona, Navarra)
LOS PANES Y LOS PECES (Collado Villalba, Madrid)
LA AYUDA DE CINCO PALABRAS DURANTE LA CRÍSIS SANITARIA DEL CORONAVIRUS
Desde Cinco Palabras seguimos luchando por aquellos que más lo necesitan en los hospitales, residencias de mayores... JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS #COVID19. Continuamos enviando pantallas de protección, fabricadas por HENBEA, empresa de juguetes educativos en Moralzarzal, sin cobrar la mano de obras, solo el coste del material, 3€ por máscara.
Hemos enviado más de 1000 máscaras a diferentes destinos: IFEMA, Hospital Gregorio Marañón y otros hospitales, Centros de salud y Residencias de Mayores de toda España, incluso a Alemania.
Para colaborar, aquí tenéis la cuenta de banco: ASOCIACIÓN CINCO PALABRAS Asunto: Máscaras contra el coronavirus BANKIA: IBAN ES22 2038 2463 2460 0037 9336
Con los relatos y los audios de los escritores solidarios que estamos recibiendo estos días, estamos editando videos destinados a las personas que no puedan leerlos, pero sí escucharlos en las voces de sus autores. Por esta razón ha creado en Youtube la página ´JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS´ #ParaTiauquenoteconozco, donde todas las personas pueden compartir los relatos solidarios a quienes lo necesitan en estos dramáticos momentos.
CINCO PALABRAS colaborar allí donde se necesita. Ha enviado pañales a la Asociación LO VIVES MEJOR, con la ayuda de Protección Civil de Colmenarejo y Cobeña.

Los concejales de Colmenarejo Montse Palazón y Juan Fernando López Sevillano, a través de Protección Civil, nos ayudaron a enviar antifaces y zapatillas para los pacientes del coronavirus en IFEMA.
CUIDEMOS DE NUESTRO PLANETA AZUL
Para cualquier sugerencia: contacto@cincopalabras.com
Cualquier palabra es aplicable a un texto. Hacer un relato con una patata, una uña, el esternocleidomastoideo, un payaso o una partida de bingo, puede resultar difícil y la verdad se puede hacer con treinta y ocho palabras.
Ahora hasta llegar hasta las cien, ¿De qué puedo hablar? Por continuar con las palabras que tenemos para esta semana, me ha resultado difícil encontrar un hilo argumental. Ha sido el esternocleidomastoideo, el que me ha dejado cao, además está en todo el medio y no veía la construcción de un relato que un tubérculo fuera el protagonista del relato
Allí estaba su patata,la miraba con admiración.
Cuando decidió vivir en la casa de su abuela,no se imaginó que aquél huerto, en forma de uña,le daría tanta satisfacción.
Reposadamente, tomaba un café en la habitación donde colgaba la lámina de los músculos del cuerpo humano.Así aprendió dónde está el esternocleidomastoideo que era justo el que le dolía tanto ahora.
Se acordó de su Nancy Payaso, que tenía su nariz roja y pantalones a cuadros.
Al igual que del bingo con el que le encantaba jugar de niña con su abuela…
Pelaba una patata indiferente a lo que me rodeaba, entre un tumulto de voces y ruidos que me adormecían inevitablemente. Entonces…
¡Escuché esa voz que tantos recuerdos me traía!
Quizás eso que digo sea imposible, pero incluso dejándome llevar por lo que no podía ser, con el pelador me llevé una uña y mi cuello giró rápidamente haciéndome daño en el esternocleidomastoideo. Todo fue involuntario. Yo quería que al girarme hubiera sido ella pero…
Alejándose solo iba un payaso.
Me pregunté si debajo del disfraz no podía esconderse.
Así que me levanté y le perseguí…
– Perdona, ¿tú no eres…?
– ¡Bingo!
La patata del calcetín mostraba irreverente la uña. Ella miraba con cierta guasa: “doble ración de patatas”, pensaba. Las que recojo para la ONG y la de mi pie. Es gracioso, media vida buscando el éxito sobre las tablas y al final, me reconforta más un siete y el dolor de esternocleidomastoideo que ganar un goya. A veces me siento como un payaso, no lo puedo evitar, el orgullo me desborda. Siento que he cantado bingo; he tirado a la basura mi ego, he conocido el honor y paseo con él por el mundo de la mano.
VICIOS Y VIRTUDES
A pesar de la patata en el calcetín, la camisa grande sin botones y el pantalón remendado, Santiago era la envidia de la clase. Siempre tenía la respuesta correcta. Cuando la maestra le preguntó por el nombre de músculo con más sílabas, él señaló con la uña larga y negrísima del dedo índice su delgado cuello de payaso desgarbado y dijo: ‘esternocleidomastoideo’. Llegó a casa contento y se puso a hacer la cena con lo poco que encontró en la despensa. Cuando sus padres volvieron del bingo, con los bolsillos vacíos, ya tenía la mesa puesta.
En el huerto de mi padre, en sandalias. Viendo lo cuidado que estaban todas las hortalizas y verduras.
La PATATA en su punto, me puse a recogerla, pero una piedra me dañó la UÑA del pie. El dolor me hizo hacer un movimiento brusco con la cabeza, el músculo del cuello, ESTERNOCLOIDEMASTOIDEO, me causó una molesta tortícolis.
Mi situación era de risa, todo en un mismo día.
Mi padre me dijo: ¡Pareces un pato! Un PAYASO con zapatones lo hubiera hecho mejor.
Mi pequeña sobrina al verme dijo mofándose: Te ha tocado el BINGO. Haremos una foto para siempre recordarlo.
La antigua receta decía así:
Una patata de monte (Criadilla de tierra supongo).
Un puñado de uña de gato (espero se refiera a la planta).
Un buen trozo de carne de cuello de varón (esto está claro, músculo esternocleidomastoideo ha dicho mi contacto del anatómico que me daba)
Y lágrimas de payaso (me ha costado hacerle llorar, pero vaya si ha llorado).
Cocer sobre lumbre de jara y torvisco tres horas.
Impaciente estoy para que pasen esas horas y probar la infalible pócima de la buena suerte en el bingo.
Si falla claramente tendré que repetirla, eso sí, haciéndoles antes la manicura a mis gatos.
A grandes males, grandes remedios
Un oleaje de palabras huecas incendiaba mi cerebro, y no quería calmarse. Zarandeé mi cabeza mientras pelaba la primera patata y como si fuera la emisora de tanta palabrería le clavé una uña, pero fue en vano.
Terminé la jornada con un terrible dolor de cuello. Corrí a colocarme el cuello ortopédico que debía llevar, para corregir el esguince del esternocleidomastoideo, producido por el continuo estrés. Pero dispuesta a no renunciar a todo por falta de movimiento, me disfracé de payaso y me fui a cantar un bingo, por todo lo alto.
¡Me lo había ganado!
SOBORNO CULINARIO
─¡Hola mamá! ¿De verdad que hoy comemos remojón cortijero de patata? Ten cuidado cuando piques los ingredientes, no te cojas la uña que esta ensalada es vegana, en todo caso se acompaña de conserva de pescado.
─¡Por una vez que lo hice, me llamas mata gatos!
─Jaja, te imagino torciendo el esternocleidomastoideo.
─ A ver si no haces más el payaso y cuelgas, que seas estudiante de medicina no te salva y anda, que tengo prisa!
─¿Vas a ir al bingo o me vas a esperar para cenar?
─¡Si me aseguras que vienes, te hago además pizza!
ÉRASE UNA VEZ… UNA PATATA CALIENTE
Chamorro maquinaba cómo pasar esa patata caliente y descargar tamaña responsabilidad en algún despistado cabeza de turco. Inquieto, mordía con fruición la uña de su dedo meñique. La puerta se abrió y apareció Casimiro. Siguiendo sus pasos se estiró en la silla levantando la cabeza hasta tensionar al límite su esternocleidomastoideo. “Ese payaso no se enterará de por dónde le viene el viento. ¡BINGO! Ya tenía a su chivo expiatorio”, pensó.
La puerta volvió a abrirse. Esta vez dos agentes uniformados entraron en el despacho. Casimiro se les acercó y señaló hacia la mesa de Chamorro. El cazador fue cazado.
Trabajando muchas horas, redimiendo el tiempo… recogiendo patatas, me he lastimado la uña de la mano izquierda y hasta un dolor en el cuello me ha venido!. El médico me ha dicho que tengo inflamado el esternocleidomastoideo.
Pero no me importa, ya estaré bien.
Con tal de ayudar y salir adelante, sigo mi objetivo, colaborando con mi grano de arena, como un payaso que aunque a veces esté triste, sale siempre para hacer felices a los demás.
Ganando la partida a la calamidad… Bingo!
VERTICAL.-
Comeremos juntos en una mesa para dos. He preparado una tortilla con la PATATA que sobró de nuestra despedida. Yo te mostraré mi UÑA rota, en este reencuentro de almas perdidas, y tú me harás decir esa larga palabra que yo nunca repetía: ESTERNOCLEIDOMASTOIDEO.
Tú, como siempre, harás el PAYASO; sé que es una excusa para arrancarme sonrisas, sé que te gusta mi risa. Y no, no voy a dejar al azar mi destino, no quiero jugar más partidas de BINGO, ni quiero buscar bolas perdidas sin número.
Es tiempo de ser y andar erguidas.-
Nunca pensé que pelar una patata fuera tan complicado. Se cayó al suelo; después, en un esfuerzo sobrehumano para recogerla, dada mi momentánea incapacidad, se me rompió una uña, al tiempo que se me enganchaba el esternocleidomastoideo. Al incorporarme, era incapaz de mover el cuello sin experimentar un dolor atroz. Me sentí como un payaso atrapado en un bingo donde no había premios, pero sí una voz monótona que se empeñaba en cantar los números sin descanso, martilleando mi cerebro sin ninguna compasión. Debe de ser que me he muerto y estoy en los infiernos. Es imposible cualquier otra explicación.
–Espere aquí, señora. La ambulancia no tarda –le comunicó el policía a una octogenaria mientras su compañero esposaba al asaltante.
–¿Una ambulancia? ¡Vaya patata! Lo único que hacen los socorristas es llevarte al hospital… Y no me he roto ni una uña… Bueno, me duele un poco el cuello –replicó, incómoda, la anciana.
–Puede haberse lastimado el esternocleidomastoideo. Ya dirán los socorristas… Se ha defendido usted muy bien, pero ha sido afortunada que la rescatamos a tiempo.
–¿Afortunada dice? Ese payaso me ha arruinado mi tarde de bingo. ¡Justo hoy, cuando el horóscopo pronosticaba que era mi día de suerte!
MAMI
Le gusta roer las patatas fritas, como si fuera un ratón. Sus dientes castañean rápidamente mientras su manita empuja la patata hasta que los incisivos tocaban la uña del dedo índice. Chit, chit, chit, chit, chit …, así hasta vaciar el plato de fritura. Entonces me mira emocionado buscando mi sonrisa de aprobación.
Le apasionan los trabalenguas y palabras difíciles como “esternocleidomastoideo” o “supercalifragilisticoespialidoso”.
Hoy me ha dibujado un pez payaso en la mascarilla nueva del hospital.
—Para que se coma al bicho malo —me dice risueño—. Se llama Bingo y te dará suerte. ¡Cúralos a todos, Mami!
MAMI
Le gusta roer las patatas fritas, como si fuera un ratón. Sus dientes castañean rápidamente mientras su manita empuja la patata hasta que los incisivos tocan la uña del dedo índice. Chit, chit, chit, chit, chit …, así hasta vaciar el plato de fritura. Entonces me mira emocionado buscando mi sonrisa de aprobación.
Le apasionan los trabalenguas y palabras difíciles como “esternocleidomastoideo” o “supercalifragilisticoespialidoso”.
Hoy me ha dibujado un pez payaso en la mascarilla nueva del hospital.
—Para que se coma al bicho malo —me dice risueño—. Se llama Bingo y te dará suerte. ¡Cúralos a todos, Mami!
Instrucciones para escribir un cuento
Pelo una patata mientras pienso en el collage de palabras que he de mezclar en la coctelera. Irrumpe el sonido del teléfono y me raspo la piel con el pelador, justo al lado de la uña del dedo índice. Pongo la herida bajo el chorro de agua fría mientras trato de asir con la mano derecha mi celular. En la torsión, tenso el músculo esternocleidomastoideo hasta quedarme pillada del dolor. Entonces sumo la llamada, la sangre del dedo y la torsión al cóctel payaso que acabo de inventar y… ¡bingo! ya tengo un cuento que contar.
Había demasiado silencio y eso era peligroso cuando mi sobrino andaba por casa.
¿Qué hacía en la despensa?
Me escondí para observarlo mejor. Al final encontró lo que buscaba. ¡Una patata!
La ocultó bajo su jersey y salió a uña de caballo de allí. Iba exultante, ejercitando rítmicamente su esternocleidomastoideo mientras movía arriba y abajo su cabeza.
¿Será payaso el elemento este?
Llamé su atención y le pregunté:
-¿A dónde vas? ¿Qué piensas hacer?
Ni en mil años llegaríais a imaginarlo. Con toda su pachorra va y me responde:
-Vocka casero de patata
¡Toma ya! ¡Bingo! ¡Qué chiquillo! A.M.
Pelaba la patata cuando escuché el teléfono. Lo cogió la niña y al oír que era Juan el que llamaba, una uña se clavó sin piedad en el tubérculo.
-Es papá… Quiere saber si le perdonas.
Mil oportunidades le había dado en los dieciocho años que llevábamos juntos, pero después de retorcerme el esternocleidomastoideo, me juré a mí misma que no volvería a hacer el payaso. Si estaba empeñado en gastar sus cuartos en el bingo que no nos inmiscuyera.
Con el cuchillo corté el cable del teléfono.
-¿Viste? Esto es lo que hay que hacer con las relaciones tóxicas.
Sus manos temblorosas y arrugadas sostenían aquella foto en la que los retratados estarían pronunciando la palabra “pa-ta-ta”.
Su uña pintada de rojo recorría la superficie, pasando por todas las caras, esperando que su nieto, sentado a sus pies, la reconociera.
Éste alargó su cuello.
Estirando su esternocleidomastoideo y agudizando su vista, de pronto, exclamó:
– Te encontré! Eres esta, verdad?
Señalaba a una jovencita con falda de tul, blusa de seda con lentejuelas y turbante, de pie, entre un mago, un payaso y muchos niños.
– Bingo!
¿JUSTICIA DIVINA?
Un día más el profesor se acerca y tiemblo. Deseo que mis compañeros no perciban mi pánico sudoroso. Me apunta con su vara y calificativo favorito (quiero morderme la uña, pero volvería a golpetearme en los dedos): Tú ”Cara Patata” levántate y deletrea “esternocleidomastoideo” ¿o prefieres deletrear lo que eres? ¡Payaso! Los niños ríen dando palmas: ¡Payaso! ¡Payaso!
Todos excepto mi amigo Ángel.
Mis piernas descontroladas no sostienen la humillación y caigo al suelo.
¡Sal de clase y vete al bingo con tus padres!
¡Nunca servirás para estud…!
Sin terminar la frase se desploma inerte.
El silencio ahoga la risas.
Sentado, miraba esa patata podrida con forma humana que había encima de la mesa. La alcanzó entre sus manos estrujándola tanto con su puño que sin querer había clavado una uña. Miró al techo, girando su cabeza en una especie de semicírculo que llegaba a forzar su esternocleidomastoideo. Se fijó en la telaraña que colgaba de un rincón y pensó que la sonrisa de la araña era como la de un payaso de circo: postiza.
Se prometió entonces mirar más adentro de los gestos, dónde los sentimientos se muestran sinceros y las palabras no parezcan números de un cartón de bingo.
La PATATA se asaba lentamente en el horno.
Tenía un humor de perros, porque, además de que se me había roto una UÑA, al meter la bandeja en el horno, un esguince de ESTERNOCLEIDOMASTEIDEO ( o sea, una dolorosa torticolis)no me permitía girar la cabeza.
– Mira Marta,¿ a que no adivinas quien es este PAYASO ?
– Es papá en carnavales.
-¡ BINGO!. Que niña más lista tengo.
– Mamá… la he visto mil veces.
– Nena… que humareda sale de la cocina.
– ¡¡¡ Ayayay !!! mi patata-
Me acerqué aquel agosto al cortijo de mis padres . Era la cosecha de la patata y los seis hermanos peleábamos con uñas y dientes para ganar el premio a mejor recolector del año.
Al recoger el primer capazo, se me contrajo el esternocleidomastoideo hasta el punto de no poder seguir.
Anduve como pude hasta la casa, pero el barro se agarró a mis zapatos y adquirí unos andares de payaso que hicieron reír a toda la familia.
Al atardecer dispusimos todo para el que sabíamos que sería el último bingo de mi madre. La dejaríamos ganar, Nunca olvidaremos ese día.