Durante esta época de cuarentena nos estamos reinventado. Por eso hemos querido viajar telemáticamente a todos aquellos lugares donde se encuentran nuestros escritores solidarios, nuestros prologuistas y los responsables de las causas con las que colaboramos cada mes.
Juan Antonio Tirado, periodista, jefe de Informativos de Onda Cero Sierra y director de La Voz de la Sierra, continúa con esta iniciativa de “TERTULIAS SOLIDARIAS de CINCO PALABRAS”, para dar a conocer a los Escritores Solidarios y todos aquellos que han colaborado en estos siete años de andadura y, aún hoy en día, siguen colaborando con nuestra asociación.
En esta segunda tertulia participaron:
Inma Chacón
Margarita Campos
Rosa García Lafuente
Almudena Olayo
Matilde Cano Be In África
José Antonio Sobrino
José Luis Arteaga
Toda la información sobre la pandemia la puedes seguir en La Voz de la Sierra que dirige Juan Antonio Tirado.

Las Cinco Palabras salieron de la tertulia telemática que hicimos esta semana, regalo de la narradora y poeta española, Inma Chacón, autora de un prólogo de en el año 2013. En ese momento, algunos de los escritores solidarios invitados a la tertulia nos improvisaron un relato con ellas:
Carpeta
Pared
Envergadura
Mudanza
Sábana
Chacón nos habló durante la tertulia, que podéis ver más arriba, de su trayectoria, de sus novelas y de lo que opina de una asociación como Cinco Palabras.
Normas de CINCO PALABRAS para escribir un relato solidario:
1-. Extensión máxima 100 palabras.
2-. No se cambiará la posición de las palabras.
3-. No se modificará el género ni el número de las palabras proporcionadas.
*Por favor, revisad ortografía antes de publicarlo.
*Se eliminarán los relatos que no cumplan las normas.
*Si quieres mandar un audio con tu relato solidario leído por ti, evíanoslo a contacto@cincopalabras.com
NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector. Registro de la Propiedad Intelectual Nº 43388/2013 © CINCO PALABRAS. Una vez que el autor escribe su relato en ‘comentarios’, autoriza a CINCO PALABRAS a hacer comunicación pública de las obras que voluntariamente publica en nuestra página web: cincopalabras.com
TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO CON LOS ESCRITORES SOLIDARIOS
Juan Antonio Tirado, periodista, jefe de informativos de Onda Cero Sierra y Director de La voz de la Sierra, ha comenzado su iniciativa “TERTULIAS SOLIDARIAS de CINCO PALABRAS”, para dar a conocer a los Escritores Solidarios y a todos aquellos que han colaborado en estos siete años de andadura y siguen colaborando.
En esta primera tertulia participan los siguientes escritores solidarios y colaboradores de Cinco Palabras:
Gracia Olayo
Soledad Olayo
Javier Olayo
Marga García Calvo
África Sánchez
Claribel Aránega
Lili Del Riego
Alicia Manzanares
Gabriela Vázquez
PROLOGUISTA DE MAYO
CARMEN QUIRÓS
Miembro de la Asociación Síndrome de Marfán (2002).

La prologuista del mes de Mayo, Carmen Quirós es compañera de nuestra presidenta Mar Olayo en la Compañía Aérea Española IBERIA. Además, trabaja activamente como miembro de la Asociación Sídrome de Marfán desde el 2002. Una causa que ayudamos desde Cinco Palabras en el año 2013, dentro del VOLUMEN II PRIMER AÑO. En este momento es un eslabón más de la cadena de BATACUELLOS.
LA CAUSA DEL MES DE MAYO: #YOMECORONO
Un equipo de médicos e investigadores de la Fundación Lucha contra el Sida, IrsiCaixa y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol está trabajando a marchas forzadas para dar respuesta cuanto antes. Por eso se ha creado el movimiento #YoMeCorono para ayudar a frenar esta pandemia. A esta causa se han unido artistas, deportistas y personajes de todos los ámbitos de la cultura y la vida social española. A este movimiento nos unimos desde CINCO PALABRAS con nuestras revistas solidarias.

Todos los relatos que estamos escribiendo durante este tiempo de confinamiento en apoyo a los pacientes, a través de la plataforma JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS, estarán publicados en las revistas on line de CINCO PALABRAS, para que podáis colaborar comprándolas.
Ya podéis adquirir la revista de marzo, donde tuvimos una doble causa: Doble Corazón y Lucha contra el coronavirus, investigación de la vacuna contra el Covid-19.
LA AYUDA DE CINCO PALABRAS DURANTE LA CUARENTENA
Desde Cinco Palabras seguimos luchando por aquellos que más lo necesitan en los hospitales, residencias de mayores... JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS #COVID19. Continuamos enviando pantallas de protección, fabricadas por HENBEA, empresa de juguetes educativos en Moralzarzal, sin cobrar la mano de obras, solo el coste del material, 3€ por máscara.
Hemos enviado más de 1000 máscaras a diferentes destinos: IFEMA, Hospital Gregorio Marañón y otros hospitales, Centros de salud y Residencias de Mayores de toda España, incluso a Alemania.
Para colaborar, aquí tenéis la cuenta de banco: ASOCIACIÓN CINCO PALABRAS Asunto: Máscaras contra el coronavirus BANKIA: IBAN ES22 2038 2463 2460 0037 9336
Con los relatos y los audios de los escritores solidarios que estamos recibiendo estos días, estamos editando videos destinados a las personas que no puedan leerlos, pero sí escucharlos en las voces de sus autores. Por esta razón ha creado en Youtube la página ´JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS´ #ParaTiaunquenoteconozco, donde todas las personas pueden compartir los relatos solidarios a quienes lo necesitan en estos dramáticos momentos.
CINCO PALABRAS colabora allí donde se necesita. Ha enviado pañales a la Asociación LO VIVES MEJOR, con la ayuda de Protección Civil de Colmenarejo y Cobeña.

Los concejales de Colmenarejo Montse Palazón y Juan Fernando López Sevillano, a través de Protección Civil, nos ayudaron a enviar antifaces y zapatillas para los pacientes del coronavirus en IFEMA.
RELATOS DE #JUNTOS VENCEREMOS
Con los relatos y los audios que recibe de los escritores solidarios, Mar está editando videos para que las personas que no puedan leerlos los puedan escuchar en las voces de sus autores. Por esta razón ha creado en Youtube la página ´JUNTOS VENCEREMOS AL CORONAVIRUS´ #ParaTiauquenoteconozco, donde todas las personas pueden compartir los relatos solidarios a quienes lo necesitan en estos dramáticos momentos.
Junto con los relatos, que enviamos a los hospitales todas las semanas, van nuestros audios solidarios. Mónica Rodríguez, desde Onda Cero Sierra, nos ayuda a difundir nuestros buenos deseos, esperanza y fuerza:
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO. (Semana 1)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 2)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 3)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 4)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 5)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 6)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 7)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 8)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 9)
PARA TI AUNQUE NO TE CONOZCO (Semana 10)
CUIDEMOS DE NUESTRO PLANETA AZUL
NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector. Registro de la Propiedad Intelectual Nº 43388/2013 © CINCO PALABRAS. Una vez que el autor escribe su relato en ‘comentarios’, autoriza a CINCO PALABRAS a hacer comunicación pública de las obras que voluntariamente publica en nuestra página web: cincopalabras.com
NORMAS DE CINCO PALABRAS
Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:
No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.
El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)
(*) Escribe el relato en esta WEB pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 10€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.
Además, puedes colaborar para que siga creciendo el proyecto CINCO PALABRAS mediante un donativo realizando una transferencia bancaria a la cuenta corriente de la Asociación de Escritores Solidarios:
BANKIA
IBAN ES22 2038 2463 2460 0037 9336.
NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector. Registro de la Propiedad Intelectual Nº 43388/2013 © CINCO PALABRAS. Una vez que el autor escribe su relato en ‘comentarios’, autoriza a CINCO PALABRAS a hacer comunicación pública de las obras que voluntariamente publica en nuestra página web: cincopalabras.com
Para cualquier sugerencia: contacto@cincopalabras.com
Dicen que las historias de amor nacidas bajo presión duran poco y así ha sido la mía, intensa y breve.
Coloco la carpeta con los contratos de suministro contra la pared, para que la vea bien.
El acuerdo fue rápido, los muebles para mí y el piso para ella.
No es que hubiera sido de una envergadura exagerada la mudanza, pero estaba agotado.
Un último vistazo, un adiós a las habitaciones vacías.
En el tendedero de la terraza se ha quedado una sábana de franela. Ésta, para ella.
SIN PREVIO AVISO
Sucumbe a veces la fuerza,
quiero atraparla entre mi piel
y mis entrañas,
quiero beber tu recuerdo
ponerle título a la vieja carpeta
abandonada
donde se refugiaban tus silencios,
no lo consigo,
la pared que me detiene
es de tal envergadura,
que me rindo a las sombras,
a las lágrimas,
a un vago concepto llamado destino,
cada amanecer, ya demasiados,
se rinde mi mirada
al vacío de tu lado de la cama,
mis labios fríos,
aceptan esa mudanza sin previo aviso,
aceptan ese adiós inesperado
marcado por tu ausencia,
en esa sábana
que beso con dolor,
perdida, y devastada.
Recuerdos
Recojo los dibujos que con cariño me hicieron mis pequeños, años atrás y los guardo en una carpeta. Algunos siguen colgados en la pared de la cocina. Es grande la envergadura de todos los momentos pasados buenos, malos, distintos…presentes. Son mi tiempo.
Sigo haciendo mudanza entre los recuerdos, no sé dónde colocar alguno de ellos. Se van llenando las habitaciones del alma.
Después, cuando llega la noche, me escondo bajo la sábana y vuelvo a repasar todos esos momentos.
MUDANZA LIBERADORA
Por fin te he encontrado, que vieja estás querida!
Siempre has sido mi preferida,
mi carpeta más cómplice,
como esta pared que delimita territorios
inconfesables,
sin horizonte,
y por tanto, de endeble envergadura
donde me siento náufraga.
Empiezo a leerte y vuelan las dudas,
he encontrado el truco, ya era hora,
al fuego vas y he de quemarte
sin ni siquiera quedarme
a recoger las cenizas.
Vuelvo a la vida, hoy mismo hago la mudanza,
mis libros de poesía,
mi pelo al aire,
y una vieja sábana como petate
para envolver la esperanza.
Decisión
Cerré la carpeta sin preámbulos. La abracé. Miré la pared de donde colgaba un cuadro con su foto; el marco era bastante sobrio y hacía flaco favor a la envergadura de su cuerpo. Estaba decidido. De nuevo abrí la carpeta y con mi firma, acepté sin dilación el presupuesto. El día de la mudanza, solo le dejaría nuestra sábana preferida puesta en la cama, la que le recordaba a mí; así cuando volviera sabría que no me olvidaba de nuestra última noche juntos, a pesar de que con esa firma se rompían nuestro punto de unión como pareja.
SOÑEMOS
Abrazada a una carpeta
de sueños pendientes
que fueron aplazados
o dimos por perdidos,
cuando aquella pared
fue muro infranqueable;
envergadura inapelable
que achica quebrándote la voz.
Casi te das por vencido.
¿Quién no estuvo ahí… alguna vez?
Ese fondo que no entiende
de mudanza ni de luz.
Ese agujero engullendo
voluntad y hasta la vida.
De ahí, justo de ahí… regresarás,
igual que lo hice yo.
Remendando heridas,
acariciando cicatrices.
Las tuyas, las mías…
marcas gritando
desde nuestros naufragios.
Caiga la sábana blanca
que cubre los ojos;
velo que empaña el camino.
Soñemos los sueños
que nos fueron prohibidos.
Yo era feliz con mi carpeta, me sentía como Mafalda, era tan útil…
Pero un día la convertí en todo mi mundo y perdió su sentido. Se transformó en una pared en la que pintar mi cuadro. Aquello tomó tal envergadura que desaparecí en su vacío, en esos colores que ya no transmitían alegría.
Aunque hiciera mudanza sus luces y sombras me acompañaban y marcaban mis pasos sin yo darme ni cuenta.
Solamente cuando quité la sábana que cubría mis ojos pude verlo y empezar a deshacer el camino recorrido, hasta encontrarme de nuevo. Y lo mejor es que pude hacerlo en compañía.
Atravesar la pared
La cuarentena tiene un lado amable
y a veces, es hallar lo que yacía
en la añeja carpeta de “algún día”:
proyectos de ambición inabarcable.
Cuando un sueño atraviesa la pared,
y confiamos en él, siempre arremete…
aunque su envergadura lo sujete,
no hay pretextos que calmen esa sed.
En la mudanza brotan tras el muro
recuerdos que dormían olvidados,
retazos de presentes ya pasados
y miedos que se enredan al futuro.
La sábana que cubre esos temores
(como si de fantasmas se tratara),
se cae, deja ver su nueva cara
y logra vislumbrar otros colores.
Después de remover todo el escritorio, no sé cómo había llegado hasta esa carpeta, era el diseño decorativo, que quería el cliente, para esa pared de aquella envergadura. Puede ser que con todo el ajetreó de los últimos días antes de embalar el ordenador para nuestra mudanza, me pude equivocar de carpeta.
La primera noche en la casa nueva, al arropar a África con su sábana, de repente y sin saber cómo, localicé en mi mente la imagen y sobre todo el nombre de la carpeta. Inmediatamente fui al ordenador, conectando la impresora e imprimir una nueva copia del diseño.
Junto a “su” árbol, con carpeta colegiala abrazada al pecho, se recordó midiéndose la altura de pequeña, en una pared. Puso aquel sándwich de apuntes sobre la cabeza y apoyada-muy, muy derecha- en esa corteza de alcornoque, raspó la medida y se retiró a ver el resultado.
Contrariada, vio que su sombra proyectaba una figura de gran envergadura y risueña se dijo: “Si esta proyección de mí se hubiera aparecido a mi niña de ayer, la mudanza a fantasma gris, me habría aterrado y hubiera corrido a esconderme bajo la sábana”.
Preparada la carpeta con toda la documentación…
Era tal la alegría que podría atravesar cualquier pared que se le interpusiera…
No era tanto la envergadura del viaje sino la ilusión que tenía.
Su habitación parecía desmantelada para una mudanza debido a la búsqueda del perfecto equipaje…
Llevaría lo que estaba sobre la sábana.
Sólo debía llevar lo que cupiese en una mochila.
Ya se veía subida en un elefante con sus abalorios de colores.
Derrama esperanza sobre la ausencia albina del folio. Atesora rimas en la carpeta; el cofre de sus sueños del que apenas se aleja. Ni la pared, ni el cristal del habitáculo son capaces de retener sus versos. Viajan libres hacia el futuro. Flotarán perennes en mentes afortunadas. Ignora el miedo, pues otros valientes cercanos libran batallas contra enemigos de mayor envergadura. Presagia la última mudanza. Tirita de frío. Todo es blanco…arropada con la sábana, siente la victoria al ver la bata cercana y declama: “Ágel sin alas, luchas de frente, carente de armas, retando a la muerte”.
No encontraba la carpeta. Pero ahora el problema era mover ese mueble pegado a la pared, de una envergadura considerable. La mudanza lo ponía nervioso. Se había olvidado de colocar una sábana sobre el sofá para evitar el polvo. Ya era demasiado tarde. Se dejó caer en una silla, y esperó paciente. Llamaron al timbre. Un vecino grande y fuerte se ofreció a mover el mueble. Al hacerlo apareció la carpeta. De pronto recordó que el sofá tenía funda. Podría lavarla en casa de sus padres. También lo otro se arreglaría, solo hacía falta trabajo y un poco de esperanza.
Apretando la carpeta con los dibujos y cartas de ánimo recibidas, abandono el edificio.
En la pared acristalada, destaca el gran rótulo de feria de Madrid.
No somos conscientes de la envergadura emocional de lo sucedido aquí.
Costó trabajo hacer la mudanza, convertir pabellones en hospital.
Caos y desorden dieron paso a la rutina agotadora de jornadas de doce horas, acompañados por miedos, soledades, desesperación y esperanza de todos, sanitarios y enfermos; emociones compartidas.
Enfermo y arropado solo por una sábana, poco importa si eres marqués o mendigo, cristiano o musulmán, rico o pobre.
La enfermedad crea lazos, derriba muros.
LA CARPETA AZUL
Era una antigua CARPETA azul, ajada por el tiempo, pero que contenía un tesoro de recuerdos felices e imborrables, aunque dolorosos en el presente. La abrazó fuertemente contra su pecho y, con la mirada perdida en la PARED, comenzó a quitar las gomillas del cierre. Sabía que estaba haciendo algo de una tremenda ENVERGADURA, pero siguió abriendo esa carpeta que creía haber perdido en la última MUDANZA. Y allí estaban, aquellas fotos de seres queridos, que se habían adelantado en ese camino que todos recorreremos, dibujos y cuadernos de la infancia.
Se acurrucó, se cubrió con la SÁBANA, sonriendo y llorando se quedó dormida.
Habíamos clausurado todo el trabajo realizado en este poblado, con éxito. Habíamos vacunado de tifus, a todos sus habitantes.
En la CARPETA, estaba el nuevo proyecto. Iríamos a realizar otra campaña de vacunación a una nueve aldea.
Colgamos en la PARED una pancarta de despedida, para la gente que fue estupenda y agradecida con todos.
Ese poblado estaba a distancia muy cerca de la selva. Un camino tedioso y el viaje sería de ENVERGADURA.
Por la mañana realizamos la MUDANZA. Tras nosotros quedaba la SÁBANA con abundancia de especies animales: Jirafas, gacelas, grupos de elefantes.
PRONTO EN SUS PANTALLAS: EL EXTINTO VULCANOVIRUS
La carpeta del registro de altas hospitalarias aumenta su número de casos, lo cual es muy esperanzador. La pared llena de camas que han ido incrementándose estos tres últimos meses está alcanzando una envergadura casi inhumana. Hoy, día mundial de la enfermería, agradezcamos a este gremio su bello trencadís de profesionalidad, vocación y humanidad. Este maldito bicho tendrá que hacer mudanza y marcharse de una maldita vez. Enviémosle a una zona volcánica para que, con el calor, se extinga para siempre. Ojalá muy pronto la sábana de los convalecientes se transforme en una toalla colocada sobre la arena del mar.
En mi carpeta guardo un secreto que me tiene entre la espada y la pared, porque es de enorme envergadura. Supone el desplazamiento de millones de seres humanos que tendrán que hacer mudanza. Lo revisaré bajo la sábana. Firmado: Huan Virus
¡Flop! De la carpeta salió una pequeña hoja que cayó zigzagueante…
Recordaba que una vez estuvo en una pared decorando su estudio. En el que ella posó una vez con pose interesante mientras alzaba su barbilla con aires de glamour…
La envergadura de aquel sueño voló…
¿Cómo te sientes ahora, eh? ¿Cómo? Como una piedra rodante, no… espera… Eso era la canción.
Desde la mudanza, ahora vaga un fantasma por ese sitio, su sábana blanca me impone respeto, no me atrevo a quitársela…
¿Y si no hubiera nadie debajo?…
Y realmente nuestro amor ya fuese eso…
Aire en el cielo
Has ganado otra batalla
La carpeta de historias se ha cubierto de verde. Son tus plantas que te esperan. Todas juntas en la pared bajo la cornamenta, cuya envergadura parece acogerlas hasta que regreses. Han cobrado colorido cuando les dije que volvías sana y salva.
Has librado otra batalla entre mil y has ganado. Por eso, hoy hacemos mudanza, se acabó la lucha. Es tiempo de saborear el presente, de agradecer a la vida, la vida que te ha dado, aunque no siempre haya sido de colores. Envolveremos en la sábana de dolores, el sudario de este virus asesino, que no ha podido contigo.
-¿Cómo te encuentras hoy? -le preguntó la doctora Losada a Mariano con la carpeta en la mano y la espalda apoyada ligeramente en la pared de la habitación 107.
-Mucho mejor -respondió Mariano con la voz todavía ahogada.
-Mariano, para mí es un honor darte una noticia de tal envergadura. Si todo sigue así, en dos días coges tus cosas y te haces la mudanza para casa -le dijo la doctora con una sonrisa en los labios.
-Infinitamente agradecido, doctora -respondió Mariano mientras apretaba con los dedos la sábana, intentando así controlar las lágrimas que se le saltaban de emoción.
Convertí la CARPETA en una cápsula del tiempo.
En ella guardé, entre otros testimonios, una mascarilla, un vídeo del alta hospitalaria con música de aplausos y el diario de cuarentena con mis proyectos e ilusiones.
La enfosqué con argamasa y desde entonces formó parte de la PARED.
Aún me quedaba un trabajo de ENVERGADURA; los pedazos de cerámica coloreada aguardaban para adornar aquel idílico rincón del jardín.
Deseaba con todas mis fuerzas que aquella fuera mi última MUDANZA.
Tomé un SÁBANA, la extendí sobre el suelo y usándola como lienzo comencé el diseño gaudiano de la puerta a mi pasado.
EL GUARDIÁN
Cerró la carpeta de un plumazo y se quedó mirando a la pared. No podía imaginar tarea de mayor envergadura que la de poner a salvo todos aquellos escritos futuros que estaban macerando aún. Mientras su mente daba vueltas vio volar dos cigüeñas hacia su residencia de primavera habitual y, cavilando en la simpleza de la mudanza de estas aves, decidió que un folio en blanco, al igual que una sábana recién lavada y tendida al sol, bien podía ser el mejor guardián.
MVF©
LA NOCHE ANTES
Estaba oscuro. Sobre la mesa, una luz iluminaba la tan elaborada carpeta. ¿Cómo portar en ella una vida entera de experiencias? ¡Eran papeles no más! ¿Qué la hacía tan pesada en realidad? No pude verla más. Así que decidí mirar a la pared para no recordar la envergadura de la decisión tomada. No era una mudanza más, ¡NO! Era una que traía consigo esperanza, ¡SI! Pero también renuncias, adioses, miedo, dolor. ¡Qué bien! Al fin puedo correr la sábana que cubría todo aquello que necesité esconder para dar el paso.
En el escritorio, apoyada sobre la carpeta vieja de mi padre;
Me encuentro entre la espada y la pared… Para escribir este relato.
Pues la extensión de este virus que afecta la raza humana y esta crisis de tal envergadura…
Que yo alzando mis ojos pregunto:
¿De dónde vendrá el socorro?
La mudanza viene a mi rostro, de angustia a esperanza;
Cuando confiando digo:
“El socorro viene del Señor Jesús, que hizo los cielos y la Tierra”.
Como envoltura de sábana blanca,
Mis pensamientos y mi corazón son protegidos,
Palabras de ánimo y aún de alegría, pueden fluir.
Ahora… escribo.
Llegaba con su carpeta de flores y su melena negra sacada de un anuncio de jabón; escondido, rayaba en la cal de la pared su nombre encerrado en un corazón. Miradas furtivas lanzadas entre pupitres sin decirse nada, deseo atrapado en una aula hasta ensanchar, llegando a la envergadura del amor; liberado en cada árbol, en cada esquina, en cada banco.
Pero el destino… ese maldito y caprichoso destino los separó: una inesperada mudanza y una despedida en una cama.
Al ver la sábana que guarda doblada en un cajón, llegó hasta su recuerdo el olor a jabón de aquel primer amor.
DÍAS CON MEMORIA
Algunos días de confinamiento, los dedico a ordenar lo que se dejó para otro momento. Hoy ha tocado a la carpeta de fotos y con ella, la memoria. Me he detenido al ver la Cruz engalanada y la pared cargada de cerámica, junto a nuestra casa. Este año no ha habido celebración, ni repique de campanas. La envergadura de lo que estamos viviendo invita al recogimiento y con esta copia la evoco a ella, la mudanza, la salida del barrio, la sábana que me entregó de recuerdo y sus palabras: ¡La vida cambia, pero no dejes que lo haga contigo!
NO TE FIES DE LAS APARIENCIAS
Nadie fue a recibirlo cuando llegó con una carpeta debajo del brazo en un mes de abril gris y de tantas lluvias que habían derruido la pared de la iglesia.
Su envergadura y su semblante ceñudo lo hacían antipático a primera vista.
Pronto se puso ‘’ manos a la obra’’ y poco a poco se fueron uniendo fuerzas. Piedra sobre piedra y codo con codo hizo que en poco tiempo quedase terminada.
El día de la mudanza, cuando se despidió de todos, recibió una sábana de cariño que hizo que afloraran sus lágrimas.
A veces, las apariencias engañan.
Querido diario: Mi hija me ha preguntado si quiero ver sus pinturas. Abro la carpeta y encuentro una copia de “El Abrazo” de Genovés, la primera litografía que colgamos en la pared. Me he dado cuenta de la envergadura de mi tristeza. No conozco a mi pequeña. Cada dibujo es una copia de los grabados que mi marido nos regalaba en cada mudanza, como muestra de otro comienzo. Le he preguntado por qué pinta nuestros cuadros, “para que me quieras tanto como quisiste a papá” – contesta y abrazándome bajo la sábana susurra: Mamá, estoy feliz, estaremos juntas todo el confinamiento.
La carpeta de mi juventud, aquella que me eludía amparada tras la pared del olvido, se ha presentado hoy entre mis manos. Sueños, secretos y recuerdos del pasado –algunos que atesoro y otros que preferiría olvidar– resucitan y se instalan en medio de un presente inestable. Aunque no parezca de gran envergadura, su reaparición ha suscitado en mí una mudanza de sentimientos que acepto con asombro y gratitud. Bienvenida como la sábana de hilo rescatada del baúl de la abuela, descubro que me ofrece su misma frescura y seguridad, consolidando años de aprendizaje y propulsándome con confianza hacia el futuro.
NUNCA ES TARDE PARA EL AMOR
Doña Olga recogió a toda prisa la carpeta que se le había caído al suelo y siguió su camino. No se dio cuenta de que una de las cartas que contenía había volado arrastrada por el viento hasta estamparse contra la pared. Allí fue donde la encontró doña Inmaculada que, con una rápida lectura, descubrió un secreto de gran envergadura; se frotó las manos al saborear el momento en que revelaría a todos la inminente mudanza.
Bajo la sábana que cubría los muebles del camión, don Sergio y doña Olga se abrazaban esperanzados ante un nuevo futuro juntos.
Con mi carpeta de apuntes de dibujo bajo el brazo camino rumbo a mi paseo diario en la desescalada. He pasado miles de veces por esta calle, con prisas, mirando sin ver. Voy planificando aspectos de mi porvenir cuando un hermoso mural sobre una pared me devuelve la imagen de mí misma, un retrato de envergadura donde me veo transportando libros con plantas en el fondo. Me detengo asombrada por la coincidencia porque en cuanto pase el confinamiento iniciaré la mudanza. Es una buena señal. La sábana azul del cielo es una página en blanco donde dibujaré mi nueva vida.
¿Cómo pude presentarme allí con la carpeta? Me daría golpes contra la pared si no estuviera atada a esta silla. Me he visto en varias situaciones comprometidas en mi vida, pero nunca de esta envergadura.
Cierro los ojos. Escucho mi respiración. Me concentro en ella.
No sé cuántos días, horas o minutos llevo así.
Oigo ruidos. En algún momento llegarán los de la mudanza que contraté. Sabía que tendría que desaparecer para salvar la vida. Quitarán la sábana mugrienta que me cubre y me verán.
No fue buena idea destapar mis cartas antes de publicarlas.
Mi ego ganó. Yo perdí.
LA MUDANZA
Saqué otro folio de la carpeta y anoté: «LIBROS ESTANTES PARED DORMITORIO». Luego, cerré la caja y lo pegué encima. Ya me faltaba poco para acabar. Había sido un trabajo de envergadura el tener todo preparado para cuando a la mañana siguiente llegasen los de la mudanza. Incluso, me dijeron que ellos se encargaban de deshacerse de todo lo inservible.
A continuación, precinté la última caja y sobre la misma coloqué un papel rotulado con la palabra «BASURA». En su interior, envuelto en una sábana, estaba lo que quedaba del inútil de mi marido.
DESPERTAR
Oigo mi nombre a lo lejos, intento abrir los ojos, pero me cuesta un gran esfuerzo, la cálida voz sigue hablándome y lentamente voy despegando los parpados.
Cuando consigo el enfoque correcto, comienzo a recordar. Me habla señalando la carpeta que recopila todo mi historial clínico, mientras yo sigo mirando fijamente esa pared blanca; es la última imagen que gravó mi memoria antes de sumirme en un profundo sueño:
– María, todo está bien, su gravedad ha sido de gran envergadura, ahora su nueva habitación está lista para hacer la mudanza.
No consigo hablar, pero aferrada a la sábana, lloro agradecida.
GREATEST HITS
Cuando surgen problemas, hay quien los coloca en una carpeta rotulada “NO HACER NADA, EL TIEMPO LO SOLUCIONA TODO”. En el otro extremo, algunos, más imprudentes, prefieren lanzarse de cabeza y sin casco contra una pared de monstruosa envergadura. Muchos prefieren hacer mudanza y huir en busca de mejores parajes. Todos ellos, tarde o temprano, terminarán siendo devorados por las adversidades. Una venda, aunque sea del tamaño de una sábana, ocultará los problemas a nuestros ojos, pero no hará que desaparezcan.
Prueben con este acrónimo:
HIT (Honestidad-Iniciativa-Tenacidad).
Se encontraba en el mismo lugar donde perdió su virginidad. Una habitación cálida, acogedora y llena de ternura. Estaba buscando la carpeta donde guardaba las cartas de su primer amor, un tipo que siempre le ponía contra la espada y la pared. Sus gritos eran de tal envergadura que ella no podía soportarlo. La última carta le recordó el día de su primera ruptura, del último beso, del último te quiero antes de la gran mudanza, cuando se mudó de sí misma y de sus emociones, mientras se tumbaba en la misma sábana donde se sintió mujer por primera vez.
Clara Chacón
Abrí la puerta y entré. Olía a rosas descosidas. Sobre la mesa, un jarrón con rosas secas y mi vieja CARPETA de poemas estaban cubiertas por una montaña de polvo del tiempo. Me apoyé en la PARED poniéndome la mascarilla, podía ojear la estancia rememorando escenas vividas en mi infancia. Mi segunda vivienda se convertiría en mi hogar durante esta pandemia de tan gran ENVERGADURA. Era tiempo de MUDANZA. Hora de lienzos blancos envueltos en una SÁBANA. Ese instante en que nace la esperanza.-
Querido abuelo de España, admirado, respetado y querido
al rayar del nuevo año, con guarismo llamativo
¡qué reserva dolorosa te guardaba a tí el destino!
Ni tú, ni yo, ni nadie y, mucho menos, tu familia
podrían haberse pensado que una maldita pandemia
te obligaría a cerrar la carpeta de tu vida.
En pared blanca y fría y en eterno escalofrío
epitafio con tu nombre así queda prendido
No te olvidan: esposa, hijos, nietos y todos tus amigos
Tribulación de insospechada envergadura,
a hacer mudanza obliga,
envuelto en blanca sábana
de tu cálida cama, a otra fría y dura.
La carpeta del caso permanecía abierta sobre el escritorio, mientras que la inspectora seleccionaba las pistas importantes y las pinchaba con un alfiler a la pared de corcho, junto con las fotos de los sospechosos.
El equipo de investigación era consciente de que se enfrentaba a un caso de suma envergadura y debían actuar con máxima rapidez.
Al día siguiente descubrieron a los delincuentes en el camión de mudanza, listos para partir, llevando parte del botín escondido bajo una enorme sábana.