ESCRIBE TU RELATO DEL MES DE SEPTIEMBRE (II): Ana Belén Casas, ACTRIZ

Estamos en los primeros días del mes de septiembre y hoy, gracias a nuestra escritora solidaria, Claribel Aránega, contamos con las palabras de una actriz española, Ana Belén Casas, que ahora está interpretando en Madrid, 'Marcela, la hija del poeta', en el Teatro Corral Cervantes, en el que interpreta el papel el protagonista de Marcela.

Ana Belén Casas es una actriz multidisciplinar que además de haberse formado en la RESAD de Madrid es escritora y directora teatral. A lo largo de su carrera ha participado en numerosos talleres de narración oral y creatividad dramatúrgica.

Ha colaborado en series televisivas como 'La que se avecina', 'Cuéntame', 'Aquí no hay quien viva' o' Amar en tiempos revueltos'. Ha interpretado obras de teatro clásico, su especialidad, bajo la dirección de Adolfo Marsillach en su paso por la Compañía Nacional de Teatro Clásico y ha trabajado con Ana Diosdado, José Pascual Abellán y Laia Ripoll. En la actualidad da vida a Sor Marcela de San Félix en la obra Marcela, la hija del poeta bajo la dirección de Jaufré Rudel ganadora del segundo premio en el concurso Arganzueloros de la Fiesta Corral Cervantes de Madrid.

La Obra

Marcela aparece en la biografía de Lope de Vega escrita por Joaquín de Entrambasaguas. "Investigué su vida y hallé a una persona tremendamente inteligente, muy creativa y con una fuerte personalidad. Enseguida llegaron las preguntas: ¿Qué pudo ocurrir para que siendo aún muy joven decidiese abandonar el mundo y encerrarse el resto de su vida en un convento de clausura? ¿Qué conversaciones tuvieron el endiosado Lope y la joven muchacha que no encajaba en aquella sociedad tan difícil para las mujeres?"

2º Premio Concurso ArganzuelOROS
«MARCELA, LA HIJA DEL POETA» 

El Concurso ArganzuelOROs se inspira en el concurso Almagro Off del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro (FITCA). En este concurso un jurado profesional decide las tres primeras clasificadas en el certamen. 

De las complicadas relaciones con su famoso padre por ser hija ilegítima y de su amor por la escritura nace «Marcela, la hija del poeta». En esta ficción se le da voz a una mujer que de haber nacido en este siglo ocuparía un puesto relevante dentro del panorama literario en lengua española. No obstante, Menéndez Pidal llegó a decir que Marcela escribió versos que nada tenían que envidiar a los de su padre.

Para sacar la entrada pincha este enlace: https://corralcervantes.entradas.plus/entradas/es/entradas-teatro-premio-2-arganzueloros


SINOPSIS

Marcela, hija ilegítima de Lope de Vega, fue una gran escritora de poesía (coloquios espirituales, loas, romances…), además de guía espiritual de su propio padre, dado siempre a llevar una vida privada escandalosa, repleta de amantes incluso cuando ya se había ordenado sacerdote. Marcela (o Sor Marcela de San Félix), persona de gran cultura y temprana inteligencia, se hizo acreedora de un respeto que sólo pudo lograr dentro del convento. Fuera de él, esa doble condición de mujer e hija bastarda, la obligaban a un mal casamiento y a una sumisión permanente hacia los hombres.

Paradójicamente, ganó su libertad espiritual y como persona ingresando en el convento de clausura de las Trinitarias Descalzas de Madrid, donde vivió feliz una muy longeva vida. La poeta e hija del poeta pudo haber sido una gran autora, de no haber nacido en el siglo equivocado.

Ana Belén Casas, actriz, nos dio las Cinco Palabras para los escritores solidarios:

TRÉMULO
FLORECER
INCANDESCENTE
ESTÍO 
HÚMEDO

PROLOGUISTA DEL MES DE SEPTIEMBRE

María Llera Guantes, madre de Iria y responsable de la Asociación Sendero de Iria.

La propia María nos cuenta su historia que se remonta a los finales de un mes de septiembre del año 2015, cuando conocen de que vendría otro peque a la familia. "Siempre quisimos darle un/a hermanit@ a nuestra primera hija, asi que fue una sorpresa muy agradable", apunta.

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CAUSA DEL MES DE SEPTIEMBRE: SENDERO DE IRIA

La acción mas directa e importante de esta asociación es la de ayudar a Iria en todo lo que podamos, sobre todo en los primeros años de su vida, ya que son los más receptivos de todo tipo de habilidades y autonomía que pueda adquirir.

Tenemos en mente diferentes proyectos, tratamientos y terapias que queremos probar con nuestra pequeña.Según va creciendo, Iria, va necesitando diferentes ayudas para su  buen desarrollo postural y para su presencia ante los estímulos y la vida misma.

Todo esto supone un esfuerzo mental, físico y económico. "Estamos dispuestos a luchar para darle lo mejor y todo lo que creamos conveniente, pero vemos que precisamos de ayuda externa, ya que solo entra el sueldo de uno de los dos y aunque hemos pedido toda la ayuda habida y por haber, es necesario disponer de una economía fuerte para poder acceder a todo lo que se nos ofrece para favorecer a nuestra pequeña".

"Por ello se han propuesto crear  la Asociación El Sendero de Iria, para difundir su caso, recaudar fondos y si es posible también en un futuro poder asistir y guiar a otras madres y padres que se encuentren en nuestra misma situación", concluyen en su definición.

"Hemos realizado  y realizaremos eventos de todo tipo para la recaudación de fondos y actualmente tenemos abierta una campaña de recogida de tapones", con lo que colabora intensamente la Asociación de Escritores solidarios Cinco Palabras. 

Ademas, cuentan con una cuenta Teaming de micro donaciones de 1€ al mes (con su correspondiente degradación en la declaración de la renta del 66%) : https://www.teaming.net/elsenderodeiria

Y también reciben donaciones periódicas  o puntuales por la cuenta bancaria de la asociación:

Asociacion El Sendero de Iria - ES2200730100500506010459

TERTULIA DE CINCO PALABRAS DESDE EL CONFINAMIENTO CON LOS ESCRITORES SOLIDARIOS

Juan Antonio Tirado, periodista, jefe de informativos de Onda Cero Sierra y Director de La voz de la Sierra, ha comenzado su iniciativa “TERTULIAS SOLIDARIAS de CINCO PALABRAS”, para dar a conocer a los Escritores Solidarios y todos aquellos que han colaborado en estos siete años de andadura y siguen colaborando.

En esta primera tertulia participan los siguientes escritores solidarios y colaboradores de Cinco Palabras:
Gracia Olayo
Soledad Olayo
Javier Olayo
Marga García Calvo
África Sánchez
Claribel Aránega
Lili Del Riego
Alicia Manzanares
Gabriela Vázquez

Visita nuestra tienda solidaria para adquirir la pulsera de Cinco Palabras PINCHA AQUÍ: Tienda On Line

Normas de CINCO PALABRAS para escribir un relato solidario:

1-. Extensión máxima 100 palabras.
2-. No se cambiará la posición de las palabras.
3-. No se modificará el género ni el número de las palabras proporcionadas.

*Por favor, revisad ortografía antes de publicarlo.
*Se eliminarán los relatos que no cumplan las normas.

*Si quieres mandar un audio con tu relato solidario leído por ti, envíanoslo a contacto@cincopalabras.com


NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector. Registro de la Propiedad Intelectual Nº 43388/2013 © CINCO PALABRAS. Una vez que el autor escribe su relato en ‘comentarios’, autoriza a CINCO PALABRAS a hacer comunicación pública de las obras que voluntariamente publica en nuestra página web: cincopalabras.com

NORMAS DE CINCO PALABRAS

Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:

No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)

(*) Escribe el relato en esta WEB pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 10€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.

Además, puedes colaborar para que siga creciendo el proyecto CINCO PALABRAS mediante un donativo realizando una transferencia bancaria a la cuenta corriente de la Asociación de Escritores Solidarios:

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20 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DEL MES DE SEPTIEMBRE (II): Ana Belén Casas, ACTRIZ”

  1. Trémulo, como frágil hoja azotada por los vientos a punto de ser arrancada de su rama. Así caminaba junto al río de lava. Los gritos de los azotados, restos de órganos desmembrados e interminables salpicaduras sangrientas, decoraban la dantesca senda. A cada paso, recordaba el florecer incandescente de su amor en el pasado, cual estío en el corazón después de una cruel nevada, un húmedo amanecer tras larga travesía desértica. Antes de su muerte, ella le confesó su peor pecado. “Nada me detendrá”, le prometió. Y allí estaba, en el mismísimo infierno en busca de su amada.

  2. Anoche la luz de la vela tenía un trémulo movimiento. Con el nuevo amanecer empezaron a florecer las flores del jardín. Todavía recuerdo la llegada de la luz incandescente a las casas y a las calles de mi pueblo natal, a finales de los sesenta, la primera noche con luz incandescente aun la conservo en mi retina.

    Me ha sorprendido que el significado de la palabra “estío” sea verano. El que es muy extraño que sea húmedo en su totalidad, quitando la parte norte de una región, de un país o de una ciudad.
    Un nuevo relato y otro curso.

  3. Ya empezaba la planta con su trémulo aleteo, mientras leía un libro presentía su florecer, la saqué al jardín dejando la maceta bajo el incandescente sol del estío, los recuerdos se me agolpaban pensando que esa era su planta y que aunque ella ya no estaba aquel ser aún seguía conmigo.
    Sentía mi tacto húmedo cuando la movía alguna rama y parecía querer hablar, y decir: “¡Oh, este no es mi sitio, ella me abandonó como te abandonó a ti!” pero la planta por fortuna… ¡no ha dicho nada de esto! Está radiante y parece jugar… ¿a quererme?
    En silencio.

  4. Alquimia

    El trémulo roce de tus manos
    sobre mi piel ascuas germina
    y hace florecer de oro una mina,
    incandescente fulgor pleno de arcanos.
    Me nutro de tu sabor y no en vano
    una tras otra y con inquina
    requiero de tus dedos la rutina
    de transformar en oro el cuerpo humano.
    ¿Y si acabara el ardor de nuestros besos
    igual que el otoño fin pone al estío
    con nubes ocultando los deseos?
    ¿Y si el húmedo invierno frío
    apagara las ascuas y desvelos
    que nos trajo de la pasión el desvarío?

  5. El suspense

    Emocionado y trémulo, disfruta del momento largamente deseado. El suspense se ha mantenido hasta el final. Dos largas e impacientes primaveras, esperando el instante de florecer y lucir toda su belleza en las calles valencianas.
    La luz incandescente iluminó su monumento al final del estío. La música acompaño la fiesta, y la pólvora rompió el silencio con su sonido atronador.
    Un húmedo llanto resbalaba por los rostros conmovidos y sonrientes de los falleros.
    Por fin, el artista, pudo ver lucir su obra, donde debió estar antes de la Pandemia.

  6. ALZHEIMER

    TRÉMULO, ausente y triste, miraba al jardín, con la mirada perdida, a través de la ventana de la residencia donde se hallaba.
    Desde allí veía FLORECER los rosales que tanto le gustaban.
    Había algo que le inquietaba cuando llegaba el atardecer y se encendía la luz INCANDESCENTE, de la farola que alumbraba el camino que salía al exterior. ¡Hacia la libertad! Pero él, se perdía en esas calles.
    Esa bombilla, con su luz intermitente le ponía nervioso. Alguien debería arreglarla.
    Pronto llegaría el ESTÍO, o quizá…¿el tiempo caminaba hacia el HÚMEDO otoño?
    El terrible Alzheimer se había llevado sus recuerdos.

  7. DÍA DE DIFUNTOS

    Cuando era pequeña subía las escaleras asustada, ya que mis mayores colocaban en un poyete unas velitas de pabilo trémulo, que me hacían ver sombras tambaleantes que me apabullaban. Por más que me explicaran que era mi propia sombra, nunca hacían florecer una sonrisa en mi asustada expresión. Cuando conseguía llegar arriba, pellizcar la llave y encender la triste bombilla que me parecía incandescente en ese momento, aunque fuera época de estío yo me quedaba helada y petrificada. Creo que alguna vez noté húmedo mi pelo y toda yo, porque lo mismo sudaba, tiritaba que me orinaba de miedo.

  8. DÁNDOLO TODO        (Romance heroico o endecasilabo)

    Trémulo florecer de sentimientos
    que en el brillo de sus ojos refleja.
    Su alma incandescente se turbará
    por cada palmo de su piel desierta.
    Ardiente estío de febriles días,
    sofocantes noches de insomnio y penas.
    Rastro húmedo adherido a sus mejillas
    por el llanto que la inquietud pelea.
    Quererse tan a corazón abierto
    es como siempre entenderá la entrega.
    Consciente de que amar es darlo todo,
    pone en juego la suerte de su apuesta.
    A cambio… compartirá una mirada
    provocando la tormenta perfecta.
    Una lluvia imparable de deseo
    inundará el alma cuando se besan.
    Son náufragos amándose en la orilla.

  9. Cuatro estaciones
    Llegó el fin del verano y, con un trémulo en la voz, me prometiste que volverías. Vi florecer primaveras y morir otoños. Con cada incandescente estío, mi corazón ardía, esperándote. Un invierno tocaste a mi puerta convertido en un gran señor. Ni un beso húmedo logró reavivar mi pasión marchita. La ilusión con la que me enamoré nunca volvió y en su lugar preferí retener el sueño del amor perfecto.

  10. Otoño

    Como hoja azotada por el viento
    mi corazón trémulo
    palpita oscilante.
    Ha visto florecer madrugadas
    y también morir atardeceres.

    Hay una luz en el horizonte,
    un rojo incandescente en las nubes
    que el ocaso pintó.
    Los días del estío se van agostando
    y van dando a paso
    al húmedo otoño con piel de fuego.

    Vuelven los ocres a teñir la vida…
    pero siempre hay lugar para una primavera más
    en el brillo de mis pupilas.

  11. Tierra de por medio

    Él la observaba alejarse desde el andén, pesaroso, trémulo. Ella, sonriente, movía una mano en señal de despedida al tiempo que apoyaba la otra sobre su barriga incipiente, sintiendo florecer una nueva vida. Evitaba apoyarse en la barandilla, incandescente bajo el sol del estío plomizo.
    Mientras él, ya arrepentido, se limpiaba el rostro húmedo con el puño apretado, ella respiraba aliviada.
    Su hijo no tendría padre, ni ella, carcelero.

  12. TRÉMULO
    FLORECER
    INCANDESCENTE
    ESTÍO
    HÚMEDO

    LA ENIGMÁTICA FLOR DE LUNA

    Expectante y trémulo estuve ayer
    para ver florecer la Flor de Luna.
    Hasta otro año que vuelva a suceder
    ocasión similar no habrá ninguna.

    Permanece una noche solamente.
    La miré y miré hasta el amanecer;
    la tenue y única luz incandescente
    y la luna, me la dejaban ver.

    ¡Un espectáculo!, incluso tierno.
    Pasarán el estío, y el otoño,
    también el aún lejano y húmedo invierno
    y en primavera habrá nuevo retoño.

    Mientras, recordaré su gran belleza
    y también su aroma como a jazmín,
    pero creo negaré con la cabeza
    la imagen donde desvanece al fin.

  13. UNA ESPERA INESPERADA.
    Se sentó al lado de la ventana y pidió un café. Contestó al WhatsApp con su trémulo pulgar. Su rostro era un brote a punto de florecer y así se reflejaba en el vidrio, en el que de forma inquieta se miraba y se peinaba. Sus ojos tenían el brillo incandescente de la espera.
    Volvió a mirar su teléfono y seguido buscó en la calle a través de la ventana. Algo vio en el exterior que transformó su semblante en una melancólica tarde con olor a estío húmedo.
    Se levantó súbitamente y dejó el importe del café sobre la mesa.

  14. El músico aprendiz

    En mis manos, la preciosísima partitura no cede en su trémulo danzar.

    Unos años de inmersión profunda en el mundo de la Música me permiten considerar que estoy en el momento de florecer.
    Tras un incandescente estío, en que apenas tuve ganas de trabajar con el pentagrama ni levantar el suave lienzo que cuida del teclado, empieza un nuevo tiempo de tormenta que nos brinda un ambiente más húmedo y revitalizador.

    El maestro parece que llega a la estancia en que me hallo. Ójala me admita como discípulo… la partitura, en mis manos, continúa con su vida propia. Estoy nervioso.

  15. Tumbado debajo de los chopos observo el trémulo movimiento de las hojas.
    Cierro los ojos, escucho su sonido, como de agua que corre libre y pura.
    Me reconforta esta profunda sombra en donde no puede florecer nada, los rayos de Sol aún con su incandescente poder son incapaces de atravesar su copa.
    El mejor sitio para burlar a los calores del estío.
    Noto el húmedo suelo en mi espalda y siento frío.

  16. LA ILUSTRE PRINGADA
    Recogiendo el libro del suelo, se preguntaba si habían merecido la pena tantos años de estudio y esfuerzo, para acabar sirviendo a un hombre. Su corazón, trémulo de decepción y pena, no soportaba más mentiras. Antes de colocarlo, abrió una página al azar: “Una mentira nunca puede deshacerse. Ni siquiera la verdad es suficiente”.
    Paul Auster hizo florecer en ella un irrefrenable deseo de alejarse de esa incandescence traición; estío infiel con las consecuentes manidas frases, “no es lo que parece”, “no significa nada”.
    Desabrochándose el húmedo delantal, lo dejó sobre su despacho: “Este adiós lo significa y lo es…”

  17. FORMAS DE MIRAR

    Estremecido y trémulo
    tu mirar me conmueve
    y con enconado empeño
    aunque obviamente me rebelo,
    salen de mis pasos huellas tan febriles
    tan marcados deseos
    buscando en tu silencio
    algo cómplice,
    que todo entrecortado gemido
    al no conseguir comprenderte,
    hace florecer
    en tierra estéril,
    donde el micelio no crece,
    una llamarada incandescente
    de llanto sofocado, un grito,
    una huida disfrazada de valiente.
    Tu forma de mirar…
    que quiero descifrar
    en vano intento,
    escapa,
    en el atardecer
    del ardiente estío
    húmedo como mis lágrimas,
    de la persecución obsesiva
    de mis ganas de entenderte.
    Me rindo.
    Te miro.
    Mi forma de mirar…
    Ausente.

  18. Abre los ojos

    ¿Caminante que haces camino con paso trémulo, acaso no ves florecer las sendas que transitas? No. ¿Por qué pasas de largo, como si no fueran contigo sus aromas y colores que alegran la existencia?

    Aún mantienes tu corazón incandescente, pero llegas al estío con pasos inciertos, conocedor de que el ocaso está cerca. Te resistes.

    Ocultas tu rostro húmedo, cuyos surcos denotan la desesperación, la impotencia ante lo baldío de tu arrojo, tantas veces ignorado.

    Todavía esperas el milagro de la vida y no lo ves transitar en el entorno.

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