ESCRIBE TU RELATO DE FEBRERO (III): El violinista Juan Llinares

En la tercera semana del mes de febrero nos da las palabras el músico Juan Llinares que coincidió con nuestra presidenta Mar Olayo en un acto solidario de Cinco Palabras. El violinista Juan Llinares acompañó musicalmente a la escritora solidaria África Sánchez en la presentación de su primer libro ‘Poemas Condicionados I’, en el mes de febrero de 2016, donde reunió todos los poemas solidarios para Cinco Palabras en un libro en beneficio para destinar sus fondos a las causas solidarias con las que colaboramos.

Éstas fueron las Cinco Palabras del violinista Juan Llinares:

VOLUTAS
ARCE
CORDAL
NUEZ
QUINTAS

 

EL VIOLINISTA JUAN LLINARES

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Llinares fue premiado en diversos concursos nacionales e internacionales, ha realizado una amplia labor concertística en España y Europa, cultivando fundamentalmente la Música de Cámara en colaboración con prestigiosos músicos como Josep Colom, Gonçal Comellas, Marçal Cervera, Antoni Besses y como miembro del Klavier Quartett de Barcelona y del Cuarteto Hemera de Madrid. Como solista ha actuado con diversas orquestas españolas y ha sido invitado en reiteradas ocasiones como concertino-solista de la Orquesta Sinfónica de Madrid. Ha realizado grabaciones para RNE, TV3, France International y la Radio danesa.

Como pedagogo, Juan Llinares, ha desarrollado su labor en los Conservatorios Superiores de Barcelona, Valencia y, en la actualidad, desempeña una de las Cátedras de Violín del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Entre sus alumnos más destacados están Enrique Palomares (Concertino de la Orquesta de Valencia), Vicente Balaguer (Concertino de la Orquesta de Pamplona y Catedrático del Conservatorio de Valencia), Mario Peris (Catedrático del Conservatorio Superior de Vigo), Mª Carmen Antequera (Catedrática del Conservatorio Superior de Valencia), Raúl García (Primer Premio Nacional Sarasate y Profesor de la Orquesta de Barcelona y nacional de Cataluña), Gersia Sánchez (Primer Premio Nacional Sarasate y Profesora de la Orquesta de RTVE), Cristina Grifo (Primer Premio en el XII Torneo Internazionale di Musica (Roma 2006), y otros muchos que desempeñan una valiosa labor en el mundo musical español.

La causa del mes de febrero de 2019 es Ayudando a Irene

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Prologista del mes de febrero: ELENA MARTÍN CALVO

Nuestra prologuista del mes de febrero es Elena Martín Calvo, una conocida humorista y actriz española, integrante del dúo Las Virtudes. Aunque alicantina de nacimento, a los días se traslada a vivir a Madrid, donde desde 1980 inicia su carrera artística, en principio en el campo de la danza moderna pero también dando sus primeros pasos en el mundo de la interpretación.

Tras conocer a Soledad Mallol durante la obra La Orestiada, ambas forman en 1986 el dúo humorístico Las Virtudes, que les abre las puertas de televisión y teatro y las convierte en personajes muy populares en España. Tras un breve paréntesis, ambas volvieron a unir sus carreras desde 2005.

Su experiencia profesional es de bailarina, profesora de danza, actriz, humorista y presentadora. También es creadora, escritora, investigadora de la alegría y conferenciante.

Publicó el libro ¿Qué hay de bueno? Claves para una vida más alegre (Editorial Granica, Barcelona, 2008) y escribió dos más como Virtudes: Rímel y Castigo (Ediciones Temas de Hoy, Madrid, 1992) y Un suponer, de qué hablamos las mujeres (Belacqua, Barcelona 2004).

 

Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:

No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)

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24 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE FEBRERO (III): El violinista Juan Llinares”

  1. De alguna manera, todo en la vida es capricho del azar. Incluyendo las Cinco Palabras de esta semana: volutas, arce, cordal, nuez y quintas. Sin el azar que me presentó a Mar Olayo, quizás no hubiese fomentado y terminado por crear la rutina de ponerme a escribir cada semana.
    El destino ha querido que escuchase una parte de la canción “Es caprichoso el azar”, interpretada por los hermanos de Mar, me ha hecho nuevamente pensar en el azar tan necesario para la vida, así como el destino que conduce la vida.
    ¿Qué decir más del azar? Solamente agradecerle su amistad.

  2. LA ILUSIÓN DEL PROYECTO DE MÚSICO

    Ante sí tenía una de las VOLUTAS más sencilla y hermosa, elaborada con madera de ARCE, como el mango y el CORDAL. No podía dejar de mirar su violín, sí, suyo. Después de un año al fin lo tenía delante, un regalo de su padre, con todos los esfuerzos que le había costado para conseguir ahorrar y poder comprárselo, porque no tenía los mismos medios que los demás alumnos que acudían a la clase de Don Luis. Después, entusiasmado fijó sus ojos en el arco y en la NUEZ, con los que podría arrancar los más bellos acordes de QUINTAS.

  3. VOLUTAS, ARCE, CORDAL, NUEZ, QUINTAS

    Sentado en su vieja mecedora, Pedro se distraía mirando las volutas de humo que hacia su cigarro. Frente a él, el viejo arce seguía dando sombra al porche. Juan limpiaba con mimo el cordal de su violín, y Ana abría una nuez con una piedra. Miraba relajado a su familia, a su terreno, aunque sabía que dos quitas partes de él tuvo que venderlas hace tiempo, aún le quedaba bastante. ¡Precioso día de comienzos del verano!

  4. Sentía su vida como una voluta, enroscada sobre sus problemas sin salida. Los años de entereza de arce, dieron paso al sometimiento. Se encontró vencido, sin espacio para un arpegio que alzara su perenne desilusión. maldecía el cordal que tensaba su creatividad hasta la parálisis en la oscuridad de su mente. La nuez de su garganta elevó la altura de sus hilos astrales, liberando de flojedad las cuerdas de su universo. Nació la magia en su corazón. El arpa acarició el violín y los tonos bailaron en círculo a la orden de las quintas entre efusivos aplausos.

  5. Pomponio haciendo ejercicios y mareado de dar interminables vueltas en forma de volutas se desplomó sin aire ni aliento. Llegó corriendo Gimena su amada y al ver que su quinchonchito no respondía, buscó algo fuerte para reavivarlo, en vez de una botella de licor tomo equivocada una de jarabe de arce, le abrió la boca y le dio una porción. El gordito encantado con el sabor, la bebió completa. Resultado: cordal sensible por caries. La odontólogo arregló su muela y sintiendose sano se sentó a ver tv comiendo nuez. Su perro le robó tres quintas partes. Ardió troya!

  6. La chimenea seguía lanzando volutas de humo que destacaban con el sol de otoño. La brisa hacía volar las semillas del arce que había crecido con la familia y que se perdían de vista en la maraña de colores que formaban las hojas a punto de caer. Ese día podía ser el último con el cielo tan despejado que sólo una nube colgaba sobre el cordal de la sierra. Cogió una nuez, la miró detenidamente apreciando su arrugada perfección, y con otra la abrió para saborearla despacio.
    Aunque cada vez quedaban menos, pensó que poca gente (afortunadamente) sabían apreciar lo bien que se vivía en las quintas que salpicaban el monte.

  7. LUTHIER

    Luthier que tallas con mimo
    esas hermosas volutas
    que adornan tu creación.
    Madera arce entre tus manos
    cincelando oculta el Alma
    y el mástil de ese violín;
    a la espera de unos dedos
    que sus cuerdas pisarán.
    Para el cordal será el ébano,
    que oscuro, profundo y cálido
    el sonido mecerá.
    Pernambuco para el arco
    y sus crines en tensión;
    con la nuez y plata pura,
    bellas las notas fluirán.
    Y entre quintas van los tonos
    danzando sobre armonías,
    acordes y melodías.
    Meticuloso artesano
    y legendario en tu oficio;
    dando vida a la materia,
    dime artista lo que sientes.

  8. ¡ESCUCHA!

    Quién fuera gubia
    para ahondar en tu alma,
    para labrar tu lamento
    y convertirlo en volutas
    que el viento levante
    y en el horizonte ardan
    al fulgor del alba.

    Cuando el dolor prende
    con la fuerza del arce
    y sus raíces se trenzan
    en un cordal de roca,
    el llanto se seca,
    la rabia naufraga
    y el corazón se apaga.

    Pero hasta la nuez más dura
    esconde en su seno semilla de vida.
    ¡Escucha!
    También yo necesito una mano amiga.
    Caminemos juntos, en armonía.
    Si tu marcas la cadencia,
    permíteme la melodía.

    No hay quintas mágicas
    pero volverá la música.

  9. Tras el sillón donde se encuentra sentado, oculto tras el respaldo, se elevan las volutas de humo del cigarro del color de la madera de arce que está fumando después de haber ingerido un calmante que le calme el desgarrado dolor que le produce la muela cordal del juicio que le baja desde la boca por el cuello hasta la nuez. En la radio resuena Whole lotta love y la habitación se llena con las quintas que emergen de la guitarra eléctrica de doble mástil de Jimmy Page, el genial fundador de inacabable melena del grupo de rock Led Zeppelin.

  10. El violinista

    Fuma sin descanso, hasta cuando toca y, siempre, al acabar la interpretación exhala dos o tres volutas de humo que se pierden entre la gente que pasa. Tiene un buen violín, el puente es de madera de arce y el cordal de palosanto y sus manos huesudas y blancas construyen un apasionado y cadencioso sonido. Toca cerrando los ojos y su nuez sube y baja, prominente, en la garganta. Tiene las ropas raídas y los zapatos siempre brillantes. Su edad no se adivina, aunque está bien entrado en quintas. En seis años, es el primer día que falta en los pasillos del metro.

  11. El violinista

    Fuma sin descanso, hasta cuando toca y, siempre, al acabar la interpretación exhala dos o tres volutas de humo que se pierden entre la gente que pasa. Tiene un buen violín, el puente es de madera de arce y el cordal de palosanto y sus manos huesudas y blancas construyen un apasionado y cadencioso sonido. Toca cerrando los ojos y su nuez sube y baja, prominente, en la garganta. Tiene las ropas raídas y los zapatos siempre brillantes. Su edad no se adivina, aunque está bien entrado en quintas. En seis años, es el primer día que falta en los pasillos del metro.

  12. Si me lo pidieras seria capaz de quemar el violín de mi padre y ver feliz convertirse en Volutas de humo su antigua madera de Arce, si es por complacerte, ni el Cordal guardaría de recuerdo, ya que eres lo más importante del mundo para mí.
    Mas que media naranja, eres mi media Nuez ya que sus mitades son perfectas.
    Dicen que segundas partes nunca son buenas, ni lo fueron la tercera y la cuarta, estoy seguro que las Quintas si lo son, si me das otra oportunidad te lo demuestro.

  13. Después de varias semanas con mucho trabajo y mucho estrés, me llegó un fin de semana tranquilo para disfrutar,y por qué no, para tomarme un buen postre con VOLUTAS de chocolate, las cuales me recordaron a los apoyabrazos de aquél sillón antiguo de madera de ARCE, ese mismo del que me deshice cuando modernicé el salón.
    Sabía que tanto dulce y el helado me podía dar dolor en el CORDAL derecho, ya que llevaba días con ligero dolor, pero decidí echar también NUEZ al postre así estaría mucho más rico.
    Y hoy que descanso, ir a ver y a animar al equipo de mis hermanas, que aunque van QUINTAS juegan muy bien y hoy podrían subir una posición

  14. VOLUTAS – ARCE – CORDAL – NUEZ – QUINTAS

    Un Luthier de Cuenca, que trabaja en su taller, piezas instrumentales de época. Acepta retos. Adaptándose a todos las peticiones que pudieran encarga le.
    Le encargaron algo muy especial, una Lira como la que tocaba Apolo, en Grecia.
    Acepto el profesional, dicho encargo.
    Con VOLUTAS, lo ornamento, madera de ARCE. Era lo mas idoneo. Utilizo un CORDAL, para sujetar todas las cuerdas del instrumento. Lo decoro con la madera de la cascara de NUEZ.
    Una vez acabado, la hizo sonar, en un semitono y tres tonos, en el intervalo conocido como, QUINTAS.
    Su sonido era espectacular.

  15. Pequeño sonido que abraza

    Con su voz, sus volutas y su alma,
    su madera de arce y su cordal,
    en una danza mágica, cordial,
    un violín nos abraza con su calma.

    Y la nuez ajustada por su dueño,
    deja al círculo de quintas casi mudo:
    si es capaz del sonido más agudo
    el instrumento de cuerda más pequeño…

    ¿Por qué razón es grande y grave el daño
    que le hacemos al planeta, año a año,
    cuando tuerce, la desidia, la balanza?

    Frente a la ambición cruel y sin medida
    que destruye, contamina, hiere, olvida…
    ¡la música nos devuelve la esperanza!

  16. Negros presagios se le enroscaban en el estómago, como las volutas ornamentales del mango de su violín.
    Afirmaba ser duro como la madera de arce y creía que dominaba sus reacciones, que sabía mantenerlas bien atadas al cordal de una mente entrenada para el razonamiento crítico, pero aquel asunto le había descolocado.
    Tragaba sus miedos con tal voluntad e insistencia que un incipiente acto reflejo mudó a tic nervioso y la nuez de Adán rebotaba sin tregua en su garganta.
    Encendió un canuto e hizo sonar un CD de la Black Sabbath ¿acaso podrían sus quintas vacías amortecer su desazón?

  17. Sucedido en Granada
    V

    Como figura en volutas
    Boabdil se presentaba
    y como la flor del arce,
    flotando, al suelo bajaba.

    Tras él vi por la ventana
    cordal de Sierra Nevada
    y en su mano una ballesta
    cuya nuez acariciaba.

    Señor- le dije- barrunto
    que no le puedo ayudar,
    yo estoy vivo y vos difunto,
    ¡Si es que no sirve silbar!.

    ¡Mira la Sierra, cristiano,
    allí te daré dos quintas
    y un harén lleno de hurís
    que te alegrarán la vida!

    ¡Que no quiero compromisos,
    -dije- que yo estoy casado
    y en el pueblo, le traslado,
    tengo cerrados dos pisos!

    Continuará….

  18. MI INSEPARABLE VIOLÍN
    Al acabar la audición, lo que más placer me da, es, sentarme en el sillón de mi camerino, fumar un cigarrillo y observar las volutas del humo como lo invaden. Esto me descansa la tensión del concierto. También contemplar a mi inseparable compañero el violín, con los tonos de color de sus distintas maderas. El arce, de matiz claro y muy resistente, para el fondo. El cordal, donde concurren las cuerdas, de madera de ébano, mucho más oscura. Y de color nuez, la parte superior. Toda una armonía de colores, que como las quintas, ocupan su espacio respetando los intervalos.

  19. VIVO EN TU ALEGRE MIRAR

    Mirándome en tus ojos,
    agradezco al alba
    mi despertar,
    después de haber descansado
    en la nocturnidad de tu paz,
    rozando,
    las sensuales volutas de tus labios.

    Mirándote me sosiego,
    siento la primavera,
    florece el arce,
    y del cordal la madera
    de todos los violines
    de una orquesta,
    hace que la melodía suene
    como tus besos,
    caricias frescas.

    Mirándote,me estremezco
    tiemblan mis entretelas,
    mi nuez se tensa
    y la distancia entre
    el DO de mi entrega
    y el SOL de tu vida,
    es la esencia quinta
    de nuestro diario vivir
    en la alegría.

  20. Una boca de tierra soltó cimbreantes volutas magmáticas que viajaron en las aladas sámaras de los arces, para producir finalmente savia dulce para hacer caramelos.
    De aquella empresa procedían las decenas de dulces lanzados al aire aquella mañana. Chicos y no tanto, porfiaban por cogerlos. Un paisano talludo, maldecía: “este jarabe, se me ha pegado en el único cordal presente de mi dentadura”.
    El vino de una bota movía la nuez prominente de un mozo, en alarde ante mozuelas.
    Esto ocurrió en una de esas quintas americanas y así de algún modo llegó allí, el ardiente alma de la Tierra

  21. Ya no me veo en el espejo. Mis pechos, antaño volutas de marfil, han perdido su tersura. Mi piel de arce ya no asemeja la seda. El cordal de mi boca desapareció con mi juicio y mi cerebro se va secando como una triste nuez amarga.

    Todo cambia cuando llegas tú con tus partituras y tus lecciones de solfeo y hablándome de quintas, intervalos y escala musical, llenas de arte mi cuerpo, haciéndome recordar la belleza que posee mi ser.

  22. El sueño de Benito
    No estaba en venta, aunque si expuesto en el mejor ángulo del escaparate.
    Sorprendido por su suerte, lo contemplaba embobado. Allí, bajo las VOLUTAS del capitel jónico que soportaba su estilizada figura de madera de ARCE, CORDAL de palisandro, NUEZ de ébano y tornillo de plata pura, se encontraba la gran ilusión de su vida.
    «No tiene cuerdas» —decía la madre mirando al niñito ilusionado.
    «No importa» —contestaba él—, las conseguiré antes de que me llamen a QUINTAS.

  23. El sueño de Benito
    No estaba en venta, aunque si expuesto en el mejor ángulo del escaparate.
    Sorprendido por su suerte, lo contemplaba embobado. Allí, bajo las VOLUTAS del capitel jónico que soportaba su estilizada figura de madera de ARCE, CORDAL de palisandro, NUEZ de ébano y tornillo de plata pura, se encontraba la gran ilusión de su vida.
    «No tiene cuerdas» —decía la madre mirando al niñito ilusionado.
    «No importa» —contestaba él—, las conseguiré antes de que me llamen a QUINTAS.

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