ESCRIBE TU RELATO DE SEPTIEMBRE (I): CLARIBEL ARÁNEGA, ‪@ClaraClaribelx‬ ESCRITORA SOLIDARIA

Comenzamos el mes de septiembre con una escritora solidaria conocida por todos nuestros fieles: Claribel Aránega. Además, autora del 'Susurro del Trigo' que destinó todos sus beneficios al proyecto de Cinco Palabras, como recordó en la entrevista con Juan Antonio Tirado en Onda Cero Sierra el pasado jueves...

Claribel Aránega, conociendo la pericia de nuestros escritores solidarios propone las siguientes Cinco Palabras:

ERIZO
GÉNESIS
ALCANZAR
AZUL
BRAMIDO

 

Claribel Aránega estudió filología inglesa y ha trabajado como azafata de vuelo en la compañía Iberia durante los últimos treinta años. Ha ganado numerosos premios literarios entre los que destacan el de la Fundación de Derechos Civiles, el internacional Fundación Valentín Andrés, Concurso relatos de Mujeres del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, 75 Aniversario de Iberia y el Ana María Matute de relato. Está incluida en las antologías Diez relatos de mujeres de Ediciones Torremozas y Cumpleaños de la misma editorial. Ha publicado el cuento infantil Una aventura en el aeródromo y las colecciones de relatos En muchos sitios y en un solo lugar y El susurro del trigo, cuyos beneficios se han destinado íntegramente a Cinco Palabras Escritores Solidarios. En la actualidad trabaja en su próxima obra que se publicará  próximamente. 

Escribe tu relato solidario 😍🖐🏾➡️  https://cincopalabras.com/2018/09/02/escribe-tu-relato-de-septiembre-i-claribel-aranega-escritora-solidaria/

Claribel Aránega, como hemos comentado, fue premio Ana María Matute 2016, con uno de los relatos que incluye en el libro 'El susurro del trigo', que se presentó en el Centro Asturiano de Madrid.

Clara, también apoyó con su primer libro 'En muchos sitios y en solo lugar' a nuestra causa de Cinco Palabras...

La autora del prólogo de este mes de septiembre es la detective y cooperante Eva Grueso. https://cincopalabras.com/2018/09/02/prologo-de-eva-grueso-detective-y-cooperante/

La causa del mes de septiembre está dedicada al orfelinato 'La Renaissance' en Togo... 

Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:

No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)

(*) Escribe el relato en esta WEB pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 5€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.

Además, puedes colaborar para que siga creciendo el proyecto CINCO PALABRAS mediante un donativo realizando una transferencia bancaria a la cuenta corriente de la Asociación de Escritores Solidarios:

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19 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE SEPTIEMBRE (I): CLARIBEL ARÁNEGA, ‪@ClaraClaribelx‬ ESCRITORA SOLIDARIA”

  1. Abrumada por la circunstancias, imaginó hacerse un ovillo y sacar espinas como un ERIZO. La GÉNESIS de su situación estaba en que no supo afrontar su marcha. Resultaba casi imposible ALCANZAR ahora su sueño. Se quedó sentada en su mecedora mirando el AZUL del cielo y escuchando el BRAMIDO del mar. Era hora de dar un cambio a su vida.

  2. Gracias a mi compañera Clara, después de un verano donde semana tras semana he conseguido encontrar el tiempo para escribir mi relato. Hoy Clara con sus Cinco Palabras: Erizo, génesis, alcanzar, azul y bramido. Inaugura el cuarto curso que escribo un texto para Cinco Palabras y estoy muy agradecido por haberme dado una razón para escribir con una regularidad que hace sentirme muy bien.
    De un tiempo a esta parte y por propia iniciativa, envió siete palabras positivas a siete personas de mi entorno y francamente me está haciendo mucho bien en mi vida y se lo debo a Mar

  3. EL MEDITERRÁNEO
    Hemos estado todo el día y desde muy temprano rodeados de mar, en una de las maravillosas calas de esta costa mediterránea tan querida. Buceamos, tratando de descubrir en sus profundidades posibles tesoros y pudimos descubrir entre las rocas cubiertas de algas, pequeños moluscos, una estrella de mar y un erizo lleno de pinchos, su protección. Parecía que el mundo estuviese recién estrenado: el día siguiente del génesis, y además tuvimos la sensación, rodeados de aquella maravillosa naturaleza, de alcanzar el nirvana. Era sobrecogedor estar entre tanto azul sin escuchar ningún bramido que nos rompiera el ensimismamiento ¡Fabuloso!

  4. Monólogo con mi padre, nueve años después

    Ya no se me pone la piel de gallina, sino de ERIZO, cuando pienso en la enormidad e infinitud del universo y en su GÉNESIS. Me siento una partícula menos que milimétrica, consciente de la imposibilidad de ALCANZAR alguno de sus fabulosos astros, y a ti, uno de ellos, camuflado en ese AZUL de cambiantes tonalidades; concluyo que lo más cerca que puedo tenerte es en los recuerdos, hermosos y tristes.

    Vuelvo a pensarte mientras escucho una grabación del BRAMIDO del viento interestelar, más fiero que ningún hucarán terrestre, pero bello como una balada, frágil y fugaz, como tu recuerdo.

  5. Desprejuiciarnos
    Igual que un dormilón y solitario erizo -que ve mal, pero escucha hasta aquella palabra que aún nadie pronuncia- nos estaría esperando recostada en la sala.
    La génesis de todo había sido el hechizo (supuesto) de esa malvada bruja, como la de los cuentos.
    -¿Me podrían alcanzar mi pañoleta azul? Preguntó la ancianita con voz frágil, incorporándose en medio de una sinfonía de toses y bostezos.
    Entonces oímos el bramido incesante del prejuicio: aprendimos, de pronto, a esa edad tan temprana, que ninguna nariz con verrugas anticipa maldad… ni magia de la buena, una varita de hada.
    Depende. Siempre.

  6. Quien le vio alguna vez dice que era un tímido erizo que nunca había usado sus púas, correteaba por las sombras… Pero eso fue la génesis de lo que sería. Nadie sabe cómo logró salir de aquellos territorios boscosos, recorrer cientos de kilómetros y alcanzar el mar de la costa, dicen que su sueño era ver esa vasta y azul masa de agua extendiéndose hacia el horizonte. ¡Hazaña heroica sin duda! Aunque la razón era otra: conocer a… ¡sus tocayos de mar! parpadeó y lanzó un “¿Hola?” mientras el viento acariciaba sus púas y le respondía con… su fuerte bramido.

  7. Chapas
    Tengo 42, me siento como el erizo descubierto in fraganti atacando una colchoneta de playa y lo confieso, me sigue apasionando el riesgo de jugar a las chapas, desde el Génesis nadie como yo jugó tan bien a las chapas, ya con catorce, mientras le miraba las piernas a Verónica, el pivón de 1º de BUP, y ahora mientras me propongo alcanzar nuevos records gracias a los tercios de Mahou sobre la barra azul del bar de mi calle, sólo me falta recuperar una chapa, la que perdí entre tanto bramido contra políticos y futbolistas, y ella nunca perdonó.

  8. Caminaba tan despacio el erizo, como incapaz era de desterrar sus ansias. Buscaba desesperado su génesis, un lugar que no pinchara o se clavara, con las consiguientes molestias o explosiones creadas por sus púas. Tratando de alcanzar la felicidad, un mar azul apareció frente a él. Lanzó un bramido interminable al llegar, pues se dio cuenta que había topado con una montaña de globos. Una eriza se acercó y le susurró al oído. -No encajamos en ningún sitio, mejor nos unimos contra el destino. Un guiño y una mirada cómplice desembocaron en un solo grito. -¡A por elloooooooooooooooooooos!

  9. No podía dormir mirando el traje para esa fiesta en mi honor. Había heredado una compañía gris, arrogante, clasista.
    Decidido al cambio, abrí el baúl, saqué la peluca de erizo y el disfraz que mi madre diseñó en honor Oskar Schlemmer, de formas geométricas y coloridas, que denominó ‘Génesis’: “Serás el creador de algo grande, como los artistas de la Bauhaus y sabrás alcanzar el equilibrio social”. Recuerdo sus palabras.
    Al entrar sentí el puñal de sangre azul en sus miradas y el bramido de sus cerebros.
    “Quien desea un cambio debe enfrentarse a sus miedos”, pensaba caminando entre ellos.

  10. Cuando te miro ahí abrazada a tu ERIZO de peluche, el mundo me parece un lugar maravilloso.
    El GENESIS dice: “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres”. Y yo te digo “A cada paso que des, me encontraras a tu lado”.
    Contigo he podido ALCANZAR a tocar el cielo con la punta de los dedos. Viéndote dormir sobre tu mantita AZUL de cuadritos, creo en el amor, en la paz, en la felicidad, por mucho que el viento con su BRAMIDO y con su silbido intimidánte, intente recordarme que hay otro mundo ahí fuera.

  11. “CORAZÓN ERIZO”
     
    No dejándote querer
    te escondes bajo las púas
    de un corazón erizo,
    que en su génesis se blindó
    con punzante coraza fría.

    Habituado a tu soledad,
    adherido a su solitario latido,
    no recoges tus defensas,
    no despejas el camino.

    Tanto miedo corazón,
    tanto miedo…
    que te negaste alcanzar un reto
    para ti dormido.

    Armadura apretando el sentimiento;
    que sometido y reprimido,
    hasta el azul de tu cielo oscurece.

    Tanto miedo corazón,
    tanto miedo
    por si el amor te duele,
    que has gestado sin saberlo,
    un pesar más intenso
    y más sombrío.

    Corazón acallando un bramido;
    grito mudo y desesperado.
    Ahogado en tu propio miedo.

  12. Cinco tenedores
    El erizo de mar estuvo en la génesis del éxito. Comenzó con una simple sopa que María se sacó de la manga y la tabernita “La sardinilla” logró alcanzar una fama que devino en el sofisticado restaurante “Azul Admirall”
    -¿Qué tomará el señor?- preguntó el Jefe de sala-
    -Sopa de erizo y rosbif al jengibre.- Y el cliente ni levantó la vista-
    -¡Atentos, cocina. Es un inspector!-advirtió el chef.
    La sopera con asas de plata humeaba sobre la mesa.
    Un restallante bramido resonó en el comedor:
    -¡Ajjjj! El comensal sacaba la lengua traspasada por una negra espina de erizo que se llevó uno a uno los cinco tenedores.

  13. ERIZO – GÉNESIS – ALCANZAR – AZUL – BRAMIDO

    Me encontré un ERIZO cerca del río. Lugar donde la GÉNESIS, de la evaporación del mismo era inmediata, ya que el calor era insoportable.
    Yo creo que este animalillo con su cuerpecillo lleno de púas grandes, quería ALCANZAR cuanto antes el desierto que estaba al otro lado de la orilla.
    El cielo era AZUL y nosotros observábamos, que su deseo era imposible.
    Decidimos entrar en acción y ayudarle.
    Cuando nos acercábamos para cogerle. Apareció un bonito ciervo, Su BRAMIDO. Asusto al erizo, y sin dudarlo se lanzo al agua del río; no era, ya, ni profundo.
    Poco a poco nado, hasta la otra orilla y consiguió subir una gran duna, llegando al desierto que estaba justo al otro lado.
    Como corría, por la arena. Ahora si que se encontraba feliz, en su medio.

  14. Tiemblo. La ansiedad anuda mi estómago. Los vellos se me ponen de punta como las púas de un erizo amenazado. Tengo frío.
    El cielo va pintándose de colores rojos sanguinolentos y grises gélidos que parecen anunciar el fin del mundo o, tal vez, su nueva génesis.
    Salgo huyendo, corro sin tregua, sin volver la vista atrás. No será fácil alcanzar el oasis de paz que promete ese otro cielo azul que amanece frente a mí.
    Oigo el sonido de unas cadenas rotas, el bramido de mis miedos derrotados.
    Suspiro y sonrío, la esperanza espolea mi alma y alzo el vuelo.

  15. DAÑOS COLATERALES

    Aquel día de playa fue diferente. Al meterme en el agua sentí romperse mi piel. Sentada en la arena comprobé que tenía varias púas de erizo clavadas en la planta del pie. Eso fue la génesis de todo. Como pude y mareada logré alcanzar la posta sanitaria. Allí estaba él: camiseta ajustada, bañador azul, aquella mirada… ¡Ojalá me hubiese lesionado antes!

    Tumbada sobre la camilla comenzó a trabajar con unas pinzas. Entonces, agarré lo primero que encontré para soportar tanto dolor. Al final se escuchó un tremendo bramido. No fui yo. Mi mano estrujaba salvajemente la entrepierna de mi salvador.

  16. El hombre; no hay peor especie

    No parecemos agresivos, aunque nuestro aspecto (para los animales) no ayuda a que no nos miren con rechazo. Cuando los miramos a los ojos nos asemejamos a un erizo, tan fuertes y fríos como nuestras almas. Podemos herir como si fueran púas afiladas. Con nosotros no habrá un nuevo génesis. Tampoco lograrán alcanzar a entender por qué nuestra decisión ayudó a ennegrecer el cielo azul. Solo un bramido y éste planeta estallará convirtiéndose en polvo o aún peor, en trillones de diminutas estrellas. Que nadie se extrañe, solo los hombres somos tan ruines y capaces de destruir algo tan bello.

  17. Cuestión de dignidad
    Tenía 7000 púas. Ni una más, ni una menos. Por eso, el ERIZO se sintió humillado cuando lo vendieron como si hubiera perdido alguna, como si perteneciera a una especie menor.
    Su GÉNESIS lo definía como: “único en su especie”.
    Dotado de dones que para otros quisiera la naturaleza, decidió ignorar la ignominia y el vacío.
    Valiente y resuelto consiguió ALCANZAR el recinto amurallado que, teñido de AZUL le arrancó un grito furioso, parecido al BRAMIDO de un toro en celo.
    El mundo no es como deber ser, pero es cambiante. Resignado, se enroscó y dejó pasar el tiempo.

  18. SIGO, QUIERO, SUEÑO

    Con el dolor ajeno
    sigo,
    sintiéndome impotente.
    Quiero,
    con mi enana nariz
    de erizo envolvente,
    transformar,
    el mundo del herido
    en una génesis potente,
    donde alcanzar lo justo
    sea un éxito,
    y soñar,
    mucho más que un deseo.

    Nada conseguirá apagar
    el fuego,
    con el que quemar pretendo,
    cobardes ambiciones
    de cerebros necios.

    Ningún golpe
    lo prometo,
    por más que sangre
    mi boca,
    conseguirá de mis labios
    el silencio,
    sigo, sueño, quiero,
    bajo el azul que engaña
    a la mosca tse-tse
    en su raso vuelo,
    soltar un terrorífico bramido
    y escupir
    todo el dolor ajeno,
    a los infiernos.

  19. Tu piel…
    ERIZO de versos punzantes
    adentrándose en mi piel.
    Despertando instintos yacentes,
    sui generis del GÉNESIS,
    hasta ALCANZAR el climax.
    Y se revuelve el mar AZUL
    en gotas diminutas
    embravecidas,
    iracundo,
    hundido en un BRAMIDO
    a ras del tiempo.-

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