ESCRIBE TU RELATO DE FEBRERO (III): @sandra_escacena, actriz protagonista de @MovieVeronica

La semana pasada las Cinco Palabras nos las dio el director de la película de terror 'Verónica' Paco Plaza y esta semana es la actriz principal de la película, Sandra Escadena quién nos da las palabras para nuestros Escritores Solidarios...

 Las Cinco Palabras de Sandra son:

Calma
Fútbol
Cine
Terror
Palomitas

 

'VERÓNICA', UNA HISTORIA REAL

Sandra Escacena protagoniza una de las mejores películas de terror de la historia del cine español: 'Verónica'. Se apoya en la recreación de un capítulo reciente de nuestra historia: los años noventa en Madrid y con la banda sonora de  los Héroes del Silencio para ponernos en situación.

Basada en hechos reales, 'Verónica' narra una historia acontecida en Madrid. Inspirada en el extraño caso Vallecas, aún sin resolver, la película se centra en Verónica, una adolescente que co pagina el instituto con ayudar a su madre a cuidar de sus tres hermanos pequeños después de la trágica muerte de su padre. Tras hacer una ouija con unas amigas, Verónica es asediada por presencias sobrenaturales que quieren hacerle daño a ella y a su familia. La película está dirigida por Paco Plaza, autor de las películas de REC y cuenta con un reparto formado por Sandra Escacena, Bruna González, Claudia Placer e Iván Chavero como debutantes y Ana Torrent, Sonia Almarcha, Maru Valdivielso y Leticia Dolera.

 

El autor del prólogo de este mes Fernando Gordillo junto a Julián Moreno sirvieron de gran apoyo para el nacimiento de la Asociación de Escritores Cinco Palabras hace cinco años.

La causa de febrero en Cinco Palabras está dedicada a una protectora de animales: El Refugio de Animales Abandonados Ciudad Animal... "Es un asociación sin ánimo de lucro, legalmente constituida, cuyo objetivo es salvar, recuperar, cuidar, proteger, y buscar nuevas vidas a través de la adopción para los animales abandonados. Contamos con un centro de adopción situado en España españa donde los animales son atendidos. El plazo de permanencia de los animales en el refugio es indefinido. Puedes contactar con nosotros si deseas adoptar o apadrinar alguno de nuestros perros en adopción o gatos en adopción. Si los animales no son adoptados, permanecen en el refugio recibiendo los cuidados y atenciones de los voluntarios”.

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23 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE FEBRERO (III): @sandra_escacena, actriz protagonista de @MovieVeronica”

  1. Se había quedado una tarde preciosa, yo seguía sin poder descansar, llevaba prácticamente dos días y pico sin dormir. Comenzó a ir bien, por fin pude dormir con esa CALMA con la que lo hacen los bebés.
    Me llamaron para invitarme a ir al FUTBOL, la idea era buena, casi me apetecía más ir al CINE, ver la película de la que hablaba todo el mundo. El actor en cuestión es un artista haciendo pelis de TERROR, la idea me atraía mucho más, estar tranquilo dos horas más, sin gritos y porque no, comiendo PALOMITAS que hacía mucho que no las comía

  2. Bailaré sobre tu tumba
    “Ante todo, mucha calma”, cantaban hace demasiados años los Siniestro. En Vigo, en aquellos tiempos, los jóvenes poco más teníamos para disfrutar que el alcohol, la movida y el futbol: mil garitos y el Celta, nuestro Celta. También, y por suerte, aún se podía disfrutar del cine en aquellas salas gigantescas que pocos recuerdan. Ahora, por desgracia, no hace falta que la película sea de terror para que se nos atraganten las palomitas. Basta con que un adolescente desvergonzado grite estupideces impidiéndote ver la peli. Menos mal que, a mis años, ya nada me obliga a mantener esa calma.

  3. -“Nunca he querido a nadie como tú, contigo siento amor verdadero, calma y pasión”
    -Tacha eso, tía, ponle “Me pagas la entrada, me invitas a cenar”.
    -¿Qué? No lo puedo creer, que está en la tele, en el partido de fútbol del Madrid! ¡Mírale! Será… Me dijo que me esperaría en el cine para ver una de Terror: Verónica.
    -Pues, tía, me da que te ha dado plantón.
    -¡Y está comiendo palomitas…! ¡Con un par!
    -Espera, déjame el móvil: “Que aprovechen… los goles. Adiós”
    Mario se echó la mano al bolsillo en la puerta del cine “¡Mi hermano gemelo, joer!”.

  4. Libre cual Calma, una calma qué no puedo tener viendo un partido de fútbol. Esmeralda tiene un don para elegir los días para estar con el período justamente en los días cuando tengo el partido.
    El primer periodo que vivimos fue nuestra primera tarde en el cine, me había advertido qué cuando tenía el período la resultaba muy difícil ver una película, cada diez minutos necesaria que la llevará al baño y así fue. No recuerdo del genero, quizás fuera de terror, tampoco me acuerdo si comimos
    palomitas. De lo que si me acuerdo es que nunca se mostró vergonzosa.

  5. CALMA Y SOSIEGO

    Tratando de vestir
    de calma mi cerebro,
    entraron mis ideas
    en batalla
    compitiendo con jugadas
    de fútbol ficticio,
    siempre,
    con virtuales delanteros
    y porteros de cine
    bajo porterías sin malla,
    donde, el aire libre,
    acariciando mi cara,
    conseguía que perdiera
    el miedo,
    a sentirme amada.

    El terror que me ataba
    a un pasado en sombras,
    se hizo luz en tu mirada,
    germen de paz
    en tus silencios,
    palomitas en la boca
    de tu universo.
    Es tuya la victoria,
    mio el sosiego,
    valiente la jugada.
    Gracias.
    Gracias.
    Gracias.

  6. Vocaciones
    La calma dejó de visitarla cuando su hijo comenzó a jugar fútbol.
    Ella prefería el cine, pero el televisor quedó encendido para siempre en el canal de los deportes…
    Sentía un terror inexplicable cada vez que la pantalla mostraba aquella mueca de dolor a mitad del partido. Hasta que por vocación -o para evitarle tantos disgustos- él terminó convirtiéndose en actor.
    -¡Mamá! ¡Yo fingía mis desmayos y lesiones! ¿Parecían reales?
    Hoy estrena su film… ¡sobre fútbol!
    Allí están: Palomitas, gafas 3D y una botella de agua por si un grito de gol (o quizá, la emoción) secara sus gargantas.

  7. Los años le habían enseñado que la vida había que tomarla con calma, lo que tuviera que llegar llegaría y,como para todos, un día más era uno menos, pero al ser el más anciano del lugar sabía que su tiempo se acababa.
    Le gustaba pasarlo en el parque, viendo jugar al fútbol a los niños y allí, sentado en aquel banco casi tan viejo como el, recordaba como si estuviera en el cine y fuera una película su niñez, tan diferente a la actual, las penurias, el hambre, el terror durante los bombardeos y la miseria, tanta miseria.
    Y los veía comer chucherías de colores y recordaba el sabor de las primeras palomitas que comió y como le supieron a gloria.

  8. NORMALIDAD (para Conchita S.G., con todo mi afecto)

    Pensar en el mar le devolvía la CALMA, la que sobreviene tras la tormenta, como la que puede provocar un comunicado médico que te anuncia una mala noticia, pero que promete tener solución. Pensar en el mar, en viajar, y no en el FÚTBOL, ni en el CINE y menos de TERROR, porque no estaban los ánimos para buscar más tensión.

    Cerró los ojos y se prometió que a su vuelta de París, cuando saliera de la operación, comería PALOMITAS y mil caprichos, pasearía por la playa y respiraría mar y más mar, para empaparse de cotidiana y adorada normalidad.

  9. EL SILENCIO DE LA VERGÜENZA

    Agradecía el silencio y la calma de la casa vacía. Minutos antes sus dos hijos se movían bulliciosos, esperando el momento de salir con su padre hacia el campo de fútbol.
    Delante del espejo del baño se arreglaba para ir al cine con unas amigas. Una película de terror y unas palomitas eran un buen plan. Después, un chocolate con churros y una buena conversación con sus dos amigas del Alma; en la que como siempre, fingiría un matrimonio feliz.
    Se observó con detenimiento y, para que resultase creíble, sería imprescindible un poco más de maquillaje en su pómulo derecho.

  10. Era verano por la tarde, los espectadores, con calma, presenciaban un partido de fúTbol que había en el estadio junto a la casa de de mi hermana. Jugaba en Madrid y Leganes. Sabríamos los resultados en el noticiario.
    Iba a ejercer de canguro de mis sobrinos. Debido al calor sofocante decidimos ir al cine. Eligieron una película de terror.
    A mí no me gustan las películas de miedo, pero ellos estaban entusiasmados. Una vez dentro compramos refrescos y un vaso grande de palomitas. Ya en la sala. . . .¡¡¡chachan, chachan!!! comenzó la película.

  11. El susto por lo inesperado del fotograma le hizo dar un respingo en la butaca poniéndole el corazón a mil por hora.
    Le costó trabajo recobrar la calma y lamentó, sólo por un instante, haber declinado la invitación de su padre para ir al fútbol.
    Le apasionaba el cine y, aunque miedoso por naturaleza, no se perdía ninguna película de terror.
    Sorbió un par de veces del refresco que ya había perdido el frío y fue recogiendo una a una las palomitas que, derramadas en el espasmo, adornaban su jersey y sus pantalones.
    Tranqui, se dijo, esto es ficción.

  12. TRES, DOS, UNO… ACCIÓN

    Mi padre siempre ha sido un hombre pacífico, nunca pierde la calma. Para su cumpleaños le regalé unas entradas para que fuésemos al fútbol. Al principio permaneció tranquilo, aunque, poco a poco, fue metiéndose en ambiente y soltaba algún ¡uy! si nuestro equipo fallaba un gol. Pero, cuando el árbitro no pitó un clarísimo penalti a nuestro favor, se transformó. Como si fuese una película de cine de terror surgió un monstruo de su interior. Comenzó a insultar y quería saltar al campo. Intenté apaciguarlo, fue imposible. Decidí sentarme, coger sus palomitas y contemplar el espectáculo que estaba montando.

  13. Había pensado tener un domingo tranquilo, en calma.
    Pero en casa, ya empezaba la discusión como siempre después de la comida.Unos fútbol otros cine.
    Yo con terror pensaba en tener que salir otra vez… ruido,gente gritando,empujando,mi jetlag.
    Así que como Salomón los dividí en dos: unos al fútbol otros al cine.
    Y por fín yo me quedé sola, sentada en la terraza, comiendo palomitas y oyendo el mar.

  14. No habrá no, salvación

    Me comerá la Calma sin esperar a que mis huesos se deshagan vociferando en un partido de Fútbol o estando en un Cine viendo una película de Terror e hinchándome de comer Palomitas. Los recuerdos morirán conmigo, vivencias, mis apreciadas posesiones; el don de la palabra escrita ¡todo morirá conmigo! El averno se sumirá en la profunda, nauseabunda y hedionda basura. Seré como Némesis, castigando la desmesura de la humanidad, las batallas de los hombres en encendidas hogueras de perversiones y lujuria. No, no me dejáis elección, demonios, mártires; sois culpables junto conmigo y sin mí, no habrá no, salvación.

  15. Salimos de la clínica veterinaria dejando atrás el cuerpo sin vida que tanta vida me había regalado: mi mascota Nala. Ya estaba mayor y enferma, pero no era suficiente excusa para llenar ese vacío que me dejaba. Yo estaba repleta de ira y David lo sabía.
    – Tómatelo con CALMA.- Me dijo-
    Las terrazas estaban llenas de simpatizantes que iban al FÚTBOL y decidimos entrar al CINE. Estrenaban<>. Acertamos. El TERROR consiguió amortiguar el dolor. Compartimos PALOMITAS mientras decidíamos adoptar una nueva mascota.
    Sumar vida.-

  16. Santiago X
    Necesitaba recuperar la calma. En la comida, sin levantar la vista del plato, musitó:
    -Perdóname. Ya he pedido hora al psicólogo.
    -No te preocupes. Lo resolveremos- y ella le sonrió.
    Tenía que volver a sus aficiones: el futbol de los domingos y el cine de los miércoles, con Julia, aunque debería evitar las películas de terror que tanto le gustaban y que, ahora, le soliviantaban y le producían tanta ansiedad como los que comían, sin parar y haciendo ruidos, palomitas o pipas de girasol.
    -¡A comer a casa! – rezongaba siempre. Y Julia, siseando, le mandaba callar.

  17. Llegó el día de poder llevar a su hijo al estadio. Emocionado, compró cojines y pipas para ambos.
    El niño, acostumbrado a la calma de su hogar, se asustó ante el bullicio y la gran masa que mueve el fútbol.
    La primera falta hizo saltar la ira de su padre. Después llegaron insultos y agresiones, olvidándose del pequeño que, sin poder soportarlo, salió corriendo.
    Horas más tarde, un grito de terror paralizó la sala de cine, cuando la madre recibió la llamada de su exmarido anunciando la desaparición. Salió ahogada en llanto, dejando butaca y palomitas en una angustiosa incertidumbre

  18. Mis hijos son, hablando en plata, un auténtico coñazo. Tengo que tomármelo con mucha calma. Son gemelos y a pesar de ser como dos gotas de agua se llevan a matar; discuten por todo y todo el rato. Discuten hasta por el fútbol ya que uno es del Real Madrid y otro del Atlétic. Entonces solo los puedo llevar al cine, en eso sí que están de acuerdo; a los dos les gustan las películas de terror y una vez allí, comienzan a pelearse por las palomitas. Ahora bien, tampoco pueden vivir el uno sin el otro.

  19. Los domingos por la tarde

    “Magriches”, el acomodador del Greco, siempre perdía la calma en la sesión de las cinco, la de los muchachos. Alguno, más pudiente, forofo del futbol, iba al cine con el transistor y cantaba a gritos los goles y allí empezaba el jolgorio. “Magriches” acudía, desaforado y amenazante, mandando silencio. Y en esas, daba igual que la película fuera de risa, de amor o de terror, el belén estaba en el patio de butacas. Llovían las palomitas sobre nuestras cabezas y las botellas de coca cola, vacías, rodaban, escandalosas, por el suelo. Carlos, el operador, paraba el desastre metiendo un corte ampliamente silbado. El domingo, sin cine, no era domingo.

  20. CAMBIO DE PLANES
    Hay tanta calma en la ciudad que parece estar deshabitada. Debe ser que todos están en el futbol. Por lo visto, es un partido muy decisivo y la gente anda como loca con el posible resultado de hoy ¡qué tremendo lo de la liga! Mi novio quería ir, pero yo se lo he quitado de la cabeza. Con lo bien que vamos a estar esta tarde en el cine, le dije. No estaba muy convencido, pero al comentarle que era una peli de terror, se ha animado. Y además compraremos palomitas, añadí. Tarde perfecta.

  21. Soñaba con un mundo en calma, con que todo era perfecto, y cada cosa está en su sitio. Le gusta tener todo inmaculado. Por eso estás reuniones para ver un partido de fútbol la ponen un poco nerviosa, y más teniendo en cuenta que prefería pasar una tarde de domingo viendo una buena película en un cine de barrio con su familia y amigos de toda la vida.
    El terror se empezó a apoderarse en cuanto oyó como el microondas anunciaba que la tercera tanda de palomitas estaba lista. Y aún les quedaba la segunda mitad del partido
    Dios!!!que se acabe pronto o me da un patatús, pensaba para mí .

  22. Dejo la casa como los chorros del oro, limpiaba cuando estaba nerviosa, ahora toca arreglarse comenzando por un baño relajante, ¡Calma! se decía asi misma mientras respiraba, hoy es mi aniversario, nada podía salir mal. Se maginaba en un restaurante con velas y música de violín, quizás hortera, pero en la gran pantalla quedaba fenomenal. En ese momento llegó su marido.¡Cariño, hoy toca futbol, prepara unas hamburguesas! Su imaginación dio un brinco, de pronto estaba en el cine, viendo su vida pasar como una peli de Almodóvar, de Terror, con cuchillo y sangre, junto a unas palomitas para cenar.

  23. En la tribu de los Turkana se tomaban todo con calma, pero esto era diferente. El partido anual de fútbol contra los Pokot. Eso era como la recogida de la cosecha, cuando la había. Sólo hubo algo en toda la historia reciente de los Turkana, digamos de los últimos cincuenta años, que había conseguido desplazar el partido anual. Fue hace diez años, cuando la maga Ana de Calor y Café había conseguido montar un cine portátil en Amakuriat y proyectaron una de Terror. Los Turkana, invitados al evento, habían tenido una gran cosecha de maíz, así que pusieron las palomitas.

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