ESCRIBE TU RELATO DE AGOSTO (IV): DESDE EL @HEARSTCASTLESHM EN CALIFORNIA

En esta cuarta semana del mes de agosto seguimos recopilando las cinco palabras por Estados Unidos. Nuestra presidenta, Mar Olayo, se encontró en el castillo de Hearst, hoy convertido en museo, a una guía turística del complejo que alberga buena parte de la colección personal del magnates la prensa norteamericana de la primera mitad del siglo XX, William Randolph Hears, que se enamoró de nuestro proyecto solidario...

Y fue esta guía turística californiana Calleen Berg quien nos dio las cinco palabras:

Agua
Oro
Rancho
Esplendor
Crecimiento

William Randolph Hearst fue un periodista, editor, publicista, empresario, inversionista, político y magnate de la prensa y los medios estadounidenses, que emergió como uno de los más poderosos personajes de la escena política y empresarial de Estados Unidos del siglo XX.

Mar Olayo ha recorrido la costa del Pacífico y tres Estados norteamericanos (California, Nevada y Arizona) difundiendo el mensaje de Cinco Palabras y hablado de los escritores solidarios... He incluso se adentró en maravilloso mundo creado por la escritora Joanne K. Rowling y son los personajes de Harry Poter los que levantan la mano de Cinco Palabras...

En el mes de agosto de 2017, Cinco Palabras dedicará su causa solidaria a:

#CALAWI Y LOS PROYECTOS DE SOLIDARIDAD EN EL TERCER MUNDO

Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:

No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)

(*) Escribe el relato en esta PÁGINA pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 5€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.

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NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector.

29 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE AGOSTO (IV): DESDE EL @HEARSTCASTLESHM EN CALIFORNIA”

  1. AMAR CON MIEDO

    Ya ni la humedad
    de mis ojos me pertenece,
    intento con agua fresca
    disimular la tristeza.

    Y en un columpio de oro
    subidones de esperanza
    mecen cada mañana
    una nueva decepción.

    A cal y canto sin dudas
    persiste la negación,
    yo me refugio en mi rancho
    y atrinchero la razón.

    Que por loca quieren darme
    robándome el esplendor
    regalado al entregarme
    desnudo mi corazón.

    Es baldío el crecimiento
    en ese silencio frío
    que construye el sufrimiento
    con disimulo constante.

    Ni la humedad
    de mis ojos…
    parece mía,
    no sé si soy
    si soy vida.

  2. Abro la compuerta del precario acueducto y el agua inicia su descenso hacia la tina de lavado en la que sumerjo con emocionada devoción la carga de tierra en busca del preciado oro.
    Aquel mapa decía que eran terrenos propicios y no dudé en comprarlos gastando todos mis ahorros.
    Han pasado semanas sin resultado alguno, pero yo persevero. Un pálpito me dice que obtendré éxito, que construiré el rancho deseado donde criar mi propio ganado.
    Hoy, en la fría mañana, con el esplendor del amanecer, encuentro las primeras pepitas.
    La recién estrenada realidad augura el crecimiento de un futuro alentador.

  3. Caia por su cara Agua que junto a los rayos de sol y su moreno parecía que el cuerpo fuera de Oro. No había más que ver que realmente la felicidad le había llegado. No quería asumirlo pero esa ilusion no estaba con la persona que el pensaba sino apartado de ella.
    Habían ido a ver el Rancho y a pasar el día allí pero fue otro día vacío sin Esplendor. Necesitaba Crecimiento, cambio en su vida y en su relación… Pero que obstinados somos los humanos …. repetir y repetir errores pensando que haciendo lo mismo se obtendrán cosas distintas.

  4. HACIENDA “LA VEGA”

    Tras varios meses de pertinaz sequía, el pueblo ansiaba desesperado que llegaran las lluvias para aliviar las gargantas propias y de la tierra. Agua, tan preciada e imprescindible, valorada como el oro en aquellos parajes; equivalente a vida, todo en el rancho empezaba a marchitar por su ausencia.
    -No recuerdo nada igual, ya son casi cinco años sin llover como es debido –masculló Cándido mientras sostenía una brizna de paja entre sus labios-.
    Con nostalgia, rememoró la época de esplendor y crecimiento, siendo joven aún. Se humedecieron sus ojos y sintió caer dos lágrimas.
    -¡Lástima que no sea lluvia! –exclamó.

  5. Le pedí Agua al camarero, haciendo una mueca que lo mismo pretendía ser sonrisa mostró un diente de Oro.
    Sin vaso, pedí. Cualquiera se arriesgaba a cojer una infección en aquel sitio, El Rancho, así se llamaba el tugurio, que había tenido sus días de Esplendor, fotos de artistas, deportistas y políticos famosos hace años, sentados en sus mesas o acompañados por el propietario.
    No se como pero de la noche a la mañana algo cambio y se tornó lúgubre, sucio y maloliente. Las telarañas en Crecimiento por los rincones solo anunciaban el final de aquel local emblemático de la ciudad.

  6. Demasiado tarde
    El murmullo del agua no le impidió escuchar el ¡oro!, gritado, veinte metros río arriba, por la vieja con la que había coincidido en el rancho “Pase de largo”, donde recalaban muchos buscadores de fortuna. Alcanzar el esplendor de una vida mejor fue lo que los atrajo a todos. Aunque él se sentía de otra casta; alguien superior y más listo. Solo anhelaba el crecimiento de su fortuna y, así, conseguir casarse con la hija del gobernador. Mientras sonreía, recordándola, uno de esos asquerosos parias se le adelantó, hundiendo la cabeza de la vieja en el río.

  7. Nos fuimos de vacaciones California, justo a las afueras. Al llegar había un rió fluido, su profundad, llegaba solo a la rodilla. El AGUA, era cristalina, nos dijeron que se bateaba, el rió en busca de ORO. Solo gente aficionada, recordando a los auténticos buscadores de antaño. En el RANCHO, donde nos hospedábamos, encontramos dentro de un baúl. Un artilugio para batear las aguas del rió. El ESPLENDOR, de la actividad en el cauce era nostálgico, y todos con el mismo deseo. Nuestra esperanza iba en CRECIMIENTO. Al final del día, del tamaño de una lenteja, encontramos una pepita de oro.

  8. La caldereta
    Apenas quedaba AGUA, Se habia terminado casi todo el ORO líquido, antes de cocinar el RANCHO con el que participaban en el concurso festero.
    La reina de las fiestas y el tribunal se acercaron a degustar los guisados. El evento alcanzaba su máximo ESPLENDOR; el público esperaba impaciente formando largas colas, cuando el comité deliberaba…y comprobaba…, y anunciaron la caldereta ganadora:
    —Ciuuudaaadanos, aaanas, hip, loooos gaaanaaadoreeeees…
    La charanga tocaba, el jurado bailaba y la gente reía… el jolgorio iba en CRECIMIENTO, una vez probaban las patatas guisadas con vino, «por falta de agua» —explicaba el responsable de la peña.

  9. Atardecía cuando el peón avisó que el ejército venía en camino. -Mejor ahora que a la fuerza-, dijo el abuelo y todos se pusieron a recoger cosas. Yo me quedé solo en el porche, con mis ocho años a cuestas sin entender lo que pasaba. Los surtidores esparcían el agua sobre los pastizales llaneros y el sol se reflejaba en ellos. Tuve la sensación de que un manto de oro cubría la tierra. Recuerdo que subimos a la camioneta y abandonamos el rancho. Mi madre lloraba, el abuelo giro la cabeza y dijo: -Se acabó el esplendor y el crecimiento.

  10. El rancho se iluminó, fue tal el esplendor del sol que los hombres, mujeres y niños creyeron en el crecimiento del oro que ahora tocaba el cielo. Rieron tanto que olvidaron su pobreza

  11. El agua, el oro, el rancho, el esplendor y el crecimiento. Las cinco palabras de esta semana pueden utilizar el mismo artículo. Nuestras palabras por sí mismas tienen un gran potencial para la vida. Nos podemos encontrar en un rancho con un momento único de un maravilloso esplendor de la naturaleza, la cual es la primera precursora del crecimiento de la vida, el mismo que sin la primera gota de agua es muy probable que los buscadores de oro, no encontrarían a que dedicarse en su época.
    De las cinco palabras de la semana, siempre se puede sacar un texto

  12. Acertijo 58

    Del agua señora y reina
    su cuerpo en plata recama
    y con argucias reclama
    al hombre, mientras se peina,
    y su corazón inflama.

    De oro sus gracias ofrece
    con cántico traicionero
    y en el rancho del armero
    el marino se guarece
    por no ser su prisionero.

    Esconde su resplandor
    de desgracias mil y ciento
    y lo que suena a esplendor
    se convierte en sufrimiento
    desdicha, muerte y dolor.

    Con su leche el crecimiento
    del héroe está asegurado,
    si de su pecho mamado
    hubiere. Sin aspaviento
    este cuento se ha acabado.

    NB . Esta última es la que vale. Por error subí una copia sin rectificar. la composición buena es esta última que sustituye, en la tercera quintilla, desgracia por desdicha. Esto no altera el sentido del acertijo, pero, desde mi perspectiva, habiendo 80.000 vocablos en el diccionario repetir alguno no parece coherente, literariamente hablando. Os pido disculpas. Agradeceré a Mar que elimine la primera.

  13. LA TORMENTA

    Se arrebujaba bajo las sábanas blancas, mientras escuchaba el suave repiquetear de la lluvia contra su ventana. Deseaba que el cielo descargara, sin hacer daño, aquella agua tan necesaria y valiosa como el oro. Calmaría la sed que padecían las tierras del rancho.

    Tras meses de sequía, recuperarían los viñedos el esplendor de antaño. Con el crecimiento y la maduración de sus uvas, obtendría una cosecha excelente. Entonces, él regresaría a su lado.

    Pero un corazón enamorado no puede esperar y se lanza al vacío desesperado. Unas veces logra alzar el vuelo y otras se queda sobre el asfalto mojado.

  14. SER POMPA DE JABÓN

    –¡Nena! ¿Te la vas a beber? –Su respuesta fue clavar la mirada sobre el rostro de aquella rubia imbécil.
    Esa agua era oro, su bebida para las próximas veinticuatro horas, lo único potable de aquella bazofia de rancho.
    Mientras oculta la preciada botella bajo su almohada recuerda sus días de esplendor cuando, bajo las estrellas, todo lo que se le antojaba crecía a su alrededor. Ahora solo puede contemplar el crecimiento de las uñas de sus manos.
    Cada noche sueña con ser una pompa de jabón y así volar, libre, a través de los barrotes de su ventana.

  15. SUEÑOS MARCHITOS

    Cuando conocí a Jeff, su amor era toda el agua que necesitaba para mi sed. Ante nosotros se abría un horizonte bañado por el oro de los sueños. Construimos un pequeño rancho -tenías que haberlo visto- y vivimos días de esplendor.

    Allí nació nuestra pequeña May, una flor de frágil belleza, a cuyo crecimiento asistimos solícitos y asombrados. Cuando empezó a marchitarse, nos crecieron las malas hierbas de la angustia y la desesperación. Su muerte llevó a Jeff al sanatorio mental.

    De esto hace ya mucho tiempo, ¿sabes? Lo fui perdiendo todo, por eso vivo en la calle. Ahora cuéntame tus motivos, Louise.”

  16. Cine de verano

    Los domingos, sobre las siete, comenzaba a sonar la música del cine de Julianito: “El agua del avellano”, “El emigrante” “ Oro y sol”. Paulina, mi vecina, las canturreaba, no en vano oía los discos dedicados de Radio Madrid. Yo sólo mal sabía la del Rancho grande. Mi paga dominical no daba para ir al cine, así es que desde el campo de futbol, de refilón, intuía más que veía las películas. Desde allí vi “Esplendor en la hierba”, clasificada, por el cura, con un cuatro, moralmente peligrosa. No la entendí, pero me gustó. Después del cine, antes de acostarme, el martirio: aceite de hígado de bacalao. Para el crecimiento, decía mi madre.

  17. Rocío
    Bailan las gotas de agua al ritmo del movimiento de los rayos de oro del sol mientras van asomando en su amanecer junto a la tranquila luna que se va escondiendo detrás del rancho para regresar mañana.
    En este paisaje comienzan a relucir con esplendor las figuras de las personas que caminan hacia sus actividades cotidianas con esperanzas, con sueños… en un continuo crecimiento hacia la realización personal.
    Montserrat @ArcoIrisNqn

  18. Cosecha de utopías
    Esencial como el agua, comparte, desde siempre, su color con el oro.
    Cuando Luz abre la puerta del rancho, o acompaña a su padre a arar los campos, le refleja su esplendor en la mirada. Es el cálido testigo de sus dudas, sus asombros, sus miedos infantiles y el paciente crecimiento sostenido de la semilla sembrada en cada sombra.
    Llegará el día en que la esperanza se libre del eclipse, revelándose en ella -brillante y redondita como él, idéntico tesoro- en otros horizontes.
    Entonces Luz agradecerá (al sol, al padre, a la tierra) y volará sin miedo.

  19. El agua era más importante en el viejo rancho donde me crié, mostrándome desde bien pequeña, el valor real de las cosas importantes.
    De aquellas que, lejos de brillar, de deslumbrar o de hacerme creer en su poder, me permitían, simplemente, ser feliz.
    No hay nada, a mis ojos, más bello que el esplendor de la hierba en os prados, que la caricia del sol y el viento sobre mi piel, que la lluvia o el aroma de la tierra húmeda, propiciando el crecimiento de la naturaleza bajo mis pies cansados.
    Tan cansados.
    Por eso siempre vuelvo.
    Soy de agua

  20. Voces

    Mojándose la cara con agua helada, temblaba incapaz de reconocerse en la imagen del espejo. Nervioso, daba vueltas en el dedo al sello de oro con el escudo del rancho. Había trabajado duro para darle esplendor y crecimiento. Nadie entendería que lo abandonara todo sin más.
    Tan sólo una nota sobre la mesa del despacho: “Necesito irme, no me busquéis”.
    Todo empezó con un click inesperado de su mente. Alguien hablaba dentro de su cabeza y no era capaz de controlarlo.
    Mientras apretaba sus mandíbulas, el desconocido rostro le sonreía con ironía.
    Sabía que uno de los dos debía morir…

  21. Parte I:

    ¿Por qué no contestas?
    Prometí que mis cartas volarían a ti como aquella mariposa testigo de nuestra despedida,
    pero es la última que te escribo. La décima esperanza de saber cómo te encuentras. Recuerdo nuestros besos bajo el agua (la lluvia no consiguió enfriar nuestra pasión), el anillo de oro que pusiste en mi dedo prometiéndonos unión eterna en la distancia y el dolor al abandonar el rancho, dejando atrás el esplendor de nuestros dieciocho años. La añoranza abona el crecimiento de mi amor por ti, pero si no contestas acabaré marchitada. Por favor, escríbeme.

  22. La lección
    Un aprendiz de alquimista quería convertir el agua en oro y su pobre rancho en un sitio de esplendor.
    El maestro paciente, continuaba con sus enseñanzas.
    Es parte del crecimiento, la frustración.
    Es parte de llegar a la meta, desprenderse de lo material.
    “Aun no es tiempo” se decía el maestro.
    “Tiempo al tiempo, hasta aprender que el tiempo es oro” se sonrió.

  23. Con los pies embotados en unas botas de AGUA, sumergidos en el río, escarbaban la tierra. Extrayendo sus frutos y eligiendo, buscando encontrar alguna pepita de ORO mezclada con el barro.
    En el RANCHO, sus mujeres, sus hijos, aguardaban su regreso al anochecer, como todos los días.
    Soñaban despiertos. Despertaban soñando.
    Y todos los días esperaban el momento de máximo ESPLENDOR del río, su máximo CRECIMIENTO.
    Vivían por sus sueños.-

  24. El agua es el oro. Sin agua no hay hierba, sin hierba no hay ganado y sin ganado no hay rancho. Lo dicho, el agua es el oro. Sin ir más lejos, los años de máximo esplendor fueron los años de las grandes lluvias. Fueron los de mayor crecimiento. Ahora han pasado muchos años sin agua y la gran sequía está trayendo los años de mayor decadencia y la hierba no crece, el ganado se muere y habrá que vender el rancho y gastarse el oro que nos den. Pero no tiene nada que ver con el cambió climático… ¡Dicen!

  25. “Esplendor”

    Me dijiste, tras beber Agua, que yo era Oro y tenía experiencia para manejar tu Rancho, aquel que heredaste de tu padre. “Esplendor”, le puso tu bisabuelo después de la guerra de secesión
    ( 1861 y 1865) en la que participó en el bando norteño codo con codo con el general Ulysses S. Grant. Al finalizar ésta fue premiado con la Medalla de Honor, que le fue entregada en mano por el propio presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, días antes de morir éste asesinado por el actor John Wilkes Booth. Jo, me sentí como planta en Crecimiento…

  26. La mañana había amanecido lluviosa.
    Desde la cama sin ni siquiera haber abierto la ventana,pues la lluvia le daba mucha pereza,empezó a imaginar.Y vió una hermosa cortina de agua que delante de un brillante sol, parecía de hilos de oro.
    Pensó que estaba en el rancho que había visto en la película de la noche.En una época de gran esplendor,donde ella era la heroína que cabalgaba por un hermoso pueblo en crecimiento.

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