ESCRIBE TU RELATO DE AGOSTO (III): DESDE EL PUEBLO DE CLINT EASTWOOD

Esta tercera semana del mes de agosto sigue siendo especial porque es la primera vez que tenemos palabras en época estival. Nuestra presidenta, Mar Olayo, se encuentra realizando un viaje por Estados Unidos, y con su afán de transmitir por el mundo el proyecto solidario de Cinco Palabras no parado un solo instante,  dando a conocer a los escritores solidarios y las causas que apoyan cada mes.

 

Las personas se interesan y muestran su apoyo, como es el caso de Sergio García, un mesero del restaurante Hog's Breath de Carmel, California del que es propietario el actor y director de cine, Clint Eastwood. Este mexicano afincado en Estados Unidos hace más de dos décadas nos dio las cinco palabras:

Chimenea
Jabalí
Playa
Madera
Valle

 

Las palabras de Sergio García son rememorando a su jefe Clint Eastwood.

La figura de Clint Eastwood en Carmel es muy conocida y reconocida, además de ser vecino de esta pequeña villa californiana fue alcalde entre 1986 a 1987. También es propietario de varias empresas, entre otras el restaurante Hog's Breath que tiene numerosas imágenes suyas como actor y donde trabaja desde hace  más de diecisiete años Sergio García.

En abril de 1986, Eastwood ganó las elecciones a alcalde (con una candidatura independiente) en su localidad de adopción, que es una rica y pequeña villa con una importante comunidad de artistas situada en la península de Monterey. Durante su legislatura de dos años, Eastwood apoyó los intereses de las pequeñas empresas, defendió el medio ambiente y construyó un anexo a la biblioteca, baños públicos, paseos marítimos y un aparcamiento para turistas.

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En Carmel se encuentra la Reserva Marina Estatal de Pinnacles, el Área de Conservación Marina del Estado de Carmel Bay, la Reserva Marina Estatal de Point Lobos y el Área de Conservación Marina del Estado de Point Lobos son áreas marinas protegidas en las aguas alrededor de Carmel donde abundan focas y elefantes marinos.

Carmel tiene calles sacadas de libros de cuentos, que hace remorar viejas historias a cada paso. Los visitantes no son los únicos que se enamoran de Carmel: también les sucede a los artistas, cuyas obras llenan las casi 100 galerías diseminadas por todo el pueblo.

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Gran parte de la actividad artística —así como las boutiques repletas de prendas y regalos a la moda— se encuentran en Ocean Avenue: una zona ajetreada, principalmente, durante los fines de semana... Otra parada imprescindible es  la recepción del hotel Cypress Inn, propiedad de la actriz amante de los perros Doris Day.

También encontrarás la Misión de San Carlos Borromeo  que fue la segunda misión fundada por el fraile Junípero Serra en el territorio de Alta California en el año 1771. Es considerada un Hito Histórico Nacional, y en sus instalaciones se encuentran enterrados los restos del mismo Serra, Joan Crespí Fiol y Fermín Lasuen. San Junipero Serra fue beatificado por el papa san Juan Pablo II el 28 de septiembre de 1988, y el 23 de septiembre de 2015 fue canonizado por el papa Francisco, en la ciudad de Washington D. C.

Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:

No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)

(*) Escribe el relato en esta PÁGINA pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 5€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.

Además, puedes colaborar para que siga creciendo el proyecto CINCO PALABRAS mediante un donativo realizando una transferencia bancaria a la cuenta corriente de la Asociación de Escritores Solidarios:

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NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector.

26 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE AGOSTO (III): DESDE EL PUEBLO DE CLINT EASTWOOD”

  1. En frente de alguna chimenea, se puede degustar un delicioso jabalí, a su vez que recuerdas una calidad Playa, donde la fortuna te llevó años atrás para desarrollar un nuevo proyecto con la madera, aquella madera procedía del valle que encontré un día que la mar, desde el amanecer del día, no me inspiró suficiente confianza para disfrutar como los últimos días. Decidí sumergirme en las montañas cercanas en búsqueda de una jornada del viaje diferente, donde la playa me regaló el descubrimiento del valle en su plenitud de aquella época. Encontrando un valle tan solitario con una gran belleza

  2. Justicia animal
    Qué lástima que en estas latitudes ninguna casa disponga de chimenea. Pero de alguna forma asaremos el jabalí, no te preocupes. Quién iba a pensar que un simple paseo por la playa me depararía la oportunidad de rematar de una patada a ese animal, ya herido y asustado. No me da pena. ¿A ti, sí? Lamentablemente, desde niño, aprendí a base de palos. De los de verdad, de los de la más dura madera. Pero, al fin puedo disfrutar de este feraz y paradisíaco valle; donde, mientras moría, mi padre enjugó ─suplicando─ mis viejas lágrimas con las suyas.

  3. La camioneta traqueteó al cruzar el viejo puente.
    Seguí hasta el claro donde se erigía la cabaña depositaria de mis fantasmas del pasado.
    Decidida a acabar con ellos, encendí la CHIMENEA, amontoné los testigos de mi memoria y bajo la atenta mirada del JABALÍ disecado que mató a mi padre, comencé a quemarlo todo.
    Finalizado lo que parecía una ceremonia de purificación, descendí hasta la pequeña PLAYA que formaba el lago.
    Mis manos portaban un trozo de MADERA enmohecida por la humedad y el tiempo. Tallé su nombre y lo arrojé a las heladas aguas.
    Él siempre pertenecería al VALLE. A.M.

  4. Era el lugar soñado: El albergue con un gran salon, y una chimenea coronada por una gran cabeza de Jabalí, sus paredes decoradas con dos grandes ventanales que daban a la playa. De frente la otra pared, dejaba ver una balconada de madera, desde donde se contemplaba el majestuoso valle!

  5. Legítima Defensa

    Un portazo lo despertó en medio de la noche. Asustado, agarró el atizador de la CHIMENEA todavía encendida y cubriéndose con la piel de JABALÍ que tenia de alfombra, salió tras el forajido que habia entrado en su casa. Corrió hasta la PLAYA en vano. Con los pies sangrantes alcanzaba el dintel de la puerta, cuando su mujer provista de una gruesa MADERA comenzó a golpear la cabeza de animal con que cubría la suya. Los gritos se oyeron por todo el VALLE.

  6. FUGA DE ALCATRAZ
    Esta noche he tenido el valor de encender la chimenea con la cabeza de jabalí que presidía el comedor. Era su último recuerdo. Quiero olvidarlo todo de él. Me ha dado una vida sin perdón. Fue un sargento de hierro. Se creía que por un puñado de dólares que traía a casa, yo iba a ser siempre su esclava. Quiero vivir mis propios puentes de Madison.
    Mañana salgo para la playa, conduciendo mi gran Torino, con su salpicadero de madera. Abandono este valle de lágrimas. Malgastaré el dinero del seguro. Toda muerte tiene un precio. Y la suya me ha sido rentable. Disfrutaré de un botín de 500.000 dólares.

  7. SIN RAZÓN APARENTE
    Por la mañana pudo ver los restos del naufragio de la noche anterior: los calcetines de él colgando de la chimenea y su minifalda enganchada en los colmillos del jabalí; él se había ido, así que de nuevo estaba sola, y todo eso le produjo tal nostalgia que fue incapaz de permanecer allí por más tiempo.
    Se dirigió hacia la playa con el firme propósito de poner fin a todas sus desgracias y desamores, pensando hacerse a la mar como una madera que flota a la deriva hasta ser engullida por el valle inmenso del océano. Y así lo hizo.

  8. Acertijo 57

    Se muere sin chimenea
    mi piel rojo carmesí,
    y a quien cerca me andorrea
    en su vestido o librea
    le tatúo un jabalí.

    Enemigo de la playa
    y amante de la madera,
    no me paso de la raya
    ni en la fiesta sanjuanera,

    mas si azuzado me veo
    por una mano sin tino,
    en el valle, libertino,
    y en el monte me jaleo
    y me escudo numantino.

    Allí mi cabello, airoso,
    refulge encendido y grana,
    y me muevo inamistoso
    por donde me viene en gana.

    Fácil es: ¡¡Tienta a la suerte,
    que un bolígrafo regalan
    al primero que lo acierte!!

  9. El valle era solitario, la casa simple, cuatro paredes de tierra, una chimenea y tejado de madera y jara. Inviernos fríos y veranos insoportables. Aquella región interior era un infierno. Cuidando un misero huerto, dos Higueras y un puñado de olivos y parras, luchando de día con la dura tierra y las noches vigilando para que el jabalí no destrozara la cosecha. Añoraba granada el mar y la playa. Lucharon y perdieron, ahora entendía a los que eligieron la muerte al destierro. Soñaba con huir de su prisión y regresar al hogar.

  10. ¡Aquella chimenea era del tamaño de una casa!
    El calor de su fuego era suave y acogedor…
    Se veía una especie de sendero de piedra, en un lateral de su interior,decidí entrar en él para ver a donde llevaba.
    Al atravesarlo me encontré deslumbrada,con un jabalí comiendo conchas marinas en medio de una estupenda playa.A su lado, lo que parecía ser, una cabaña de madera blanca abandonada.
    A través del hueco de una ventana, se veía el cuadro de un hermoso valle con jabalíes donde parecía faltar uno.
    ¿Sería el que estaba en la playa?

  11. Era una noche estrellada junto al mar. En la CHIMENEA, de la cabaña, su lumbre nos calentaba, escuchábamos Jazz, mientra bebíamos en copas de bohemia, vino blanco de cosecha reservada del 1963; la misma fecha que se piso la luna por primera vez. De repente, escuchamos a un JABALÍ. Nos dirigimos a la PLAYA, y allí estaba, un jabato bebe, flotando en una tabla de MADERA. Posiblemente se despisto de la camada, de su mama. Al otro lado de los rocosos peñascos, había un gran VALLE, de grandes pinares y encinas. Lugar preferido de estos ejemplares.

  12. SEÑALES DE HUMO

    Hacía mucho tiempo que no encendía aquella chimenea situada en medio del salón. Había dejado de hacerlo desde que ella lo abandonó. El frío se instaló en su hogar y no desaparecía por más que lo intentara. Habitaba dentro de él. En cuanto la prendió, comenzó a despedir hacia dentro un humo más negro que un jabalí. Pensó que el problema sería la fuerte brisa del mar que azotaba la playa donde se encontraba ubicada la casa. Paró de echar madera. Esperaría hasta que el viento soplara del valle.

    No reparó en los pies que, inertes, colgaban de su interior.

  13. Compré la casa hace unos años cuando el paraje era idílico: un valle repleto de pinos centenarios se derramaba sobre la hermosa playa. Los cantos rodados hacían cosquillas a los descalzos pies.
    Hoy la chimenea de la casa quema la última madera que quedaba en el cobertizo. El humo se eleva libre hacia un cielo plomizo. La playa está vacía, cubierta de densa niebla y mi cuerpo yace inerte sobre los guijarros esperando ser alimento para el posrter jabalí que he visto hace un rato.

  14. LA TRAMPA

    Cuando el lobo bajó por la chimenea, no encontró a tres cerditos asustadizos, sino a un negro jabalí que le mostraba desafiante sus colmillos.

    Lamentó haberse dejado llevar por su instinto depredador y no haberse ido de vacaciones a la playa con Caperucita, ahora que la había conquistado.

    Al huir por la puerta, cayó en una trampa de madera que le habían tendido los cerditos.

    Sus aullidos aún resuenan en todo el valle, más intensos en las noches de luna llena.

  15. Un artista no espera
    La chimenea arroja despedidas, él sin embargo pinta mientras tanto: Un jabalí salvaje, una paloma, una playa desierta, una llanura e insólitos gentíos caminando, desperdigados por ciudades nuevas, con escombros que luego serán ruinas.
    Es capaz de ver suntuosas escaleras en un trozo de piedra o de madera que ha sido abandonado a la intemperie.
    Una calle, un río, una montaña; un valle, un mar, un puerto a su nostalgia.
    Todo cabe en el pincel de su mirada: su prematuro adiós, su antigua lágrima, la posibilidad de dar de nuevo esos primeros pasos decisivos. Y recrearse.

  16. Tardes de chimenea

    Apetecía su calor y allí contaban cómo el duque de Arión, dueño del castillo de Malpica, había sufrido una herida, casi mortal, por los colmillos de un jabalí al que había cazado a cuchillo y que un fraile capuchino, muchas noches, andaba por las paredes derruidas del convento, persiguiendo lechuzas porque eran el signo de las brujas y cómo Anatolio se tiró al pozo, sin decir nada a nadie, cuando vino de con las cabras. De niño, nunca oí la palabra playa, sólo oía tristuras. La madera húmeda que se quemaba nos ahumaba, pero nadie quería abrir la puerta de la cocina, por el capuchino.
    Lorenza, “La serrana” decía que todos iríamos al Valle de Josafat. Sin saber qué era me inquietaba.

  17. “El peor demonio soy yo”

    Esa cabaña era el mejor lugar para esconderse. Junto a la chimenea, su guardaespaldas preparaba las brasas para asar un jabalí. Hacía tiempo que Rachel, no se sentía tan segura como ahora lo estaba con Frank. Incluso mientras él dormía, se alejó hasta la playa disfrutando de un hermoso amanecer.
    Observándole añadir más madera al fuego, pensó que sería mejor no decirle que estuvo caminando sola por el valle.
    Un guion dictaba que se enamorarían y que él, no permitiría que nadie le hiciera daño.
    En el guion de la vida de Whitney, faltó quién la protegiese de sí misma.

  18. Entró agitada al salón, asustando a los invitados que charlaban ante la chimenea.
    -“Corred que nos ataca el jabalí”, gritaba azorada. Todos miraban con estupor. “El barco de un loco ha encallado en la playa dejando un boquete gigante en el casco de madera y los animales se están escapando. ¡Huyamos al valle!”
    El padre condescendiente se acercó a la niña y, apretando su brazo con disimulo y sonrisa falsa, le susurró, “no nos pongas en ridículo con tus locuras”. La encerró en su habitación.
    A la mañana siguiente el pueblo leía estupefacto el titular del periódico: “Muertos por los animales salvajes del barco de Noah”

  19. Cuando me habló y me dijo “pide tres deseos”, lo primero que se me vino a la cabeza fue que mi casa tuviera chimenea.
    “Concedido, siguiente” me dijo
    Que mi jefe se convierta en un jabalí
    “Concedido, y el último?”
    Me entró la risa nerviosa. Evidentemente era una broma. La lámpara que había encontrado en la playa , me hablaba. Incluso parecía que me escuchaba. Intenté descubrir algún mecanismo en su interior pero solo había madera.
    Que mi jefe, el jabalí, venga corriendo valle abajo y se convierta en mi siervo.
    Lo llamo jabato y no veas cómo me prepara los zumos…

  20. Fumas que pareces una CHIMENEA; pues tú pareces un JABALÍ cuando roncas; vámonos ya que se nos acaba la luna de miel y no hemos visto la PLAYA; ya te dije yo que por aquí no era, tú y tu MADERA de aventurero; tira anda, que atravesamos el VALLE y ya estamos; lo que tú digas chato.

  21. Allí estaba. Nos enseñaba, amenazante, sus fauces; lúgubres y profundas como una chimenea sucia. Todos contemplamos inmóviles al enorme jabalí, preguntándonos cómo aquella bestia había llegado hasta la playa. En el litoral abundaban pedazos de madera y troncos secos para defendernos, pero no nos atrevimos a cogerlos. Como estatuas macizas nos afincamos a nuestros pedestales, esperando la embestida inminente. El animal tampoco se movía, cuando súbitamente se viró y trotó en dirección contraria hasta perderse entre los pinos. Sin perder tiempo, corrimos al todoterreno y regresamos al hotel del valle, abandonando la descabellada idea de explorar la región sin un guía.

  22. -¡Te juro que entró por la chimenea! ¡El jodido jabalí entró por la chimenea!
    -¿Tú estás fumado, o qué? ¿Cómo coño va a entrar un jabalí por la chimenea?
    -¡Joder Jota, dile a este gilipollas qué entró por la puta chimenea!
    -¡Un jodido jabalí!
    -Ves, y Jota no estuvo en la playa fumando porros…
    -No, yo estuve en el bar bebiendo absenta pero juraría que mientras colocábamos la madera para encender el fuego entró un jodido jabalí por la chimenea…
    -Valle, ¿tú estabas?
    -No, yo estaba revolcándome con el guiri, pero oí un gruñido.
    -¿Guiri?
    -¡Grrrrr!
    -¡Iros a la mierda!

  23. Entramos en la cabaña, empapados por el agua del descomunal chaparrón. Paul se reía mirándome hecha un sapo, yo me desternillaba mirándole a él. Los dos callamos al unísono contemplando, anonadados, la CHIMENEA con su cabeza de JABALÍ coronándola. Nos miramos. Había un enorme cangrejo. Nos miraba. ¿ De dónde ha salido? ¿Habrá llegado hasta aquí desde la PLAYA en nuestras mochilas?
    Explotamos en carcajadas. Será nuestra cena.
    Inmediatamente nos pusimos a buscar tronquitos de MADERA. Veíamos el VALLE inundado, no podíamos salir.
    Mirábamos al cangrejo. Él nos miraba
    En fin, abriríamos unas latas, lo adoptaríamos. Será nuestra mascota.-

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