ESCRIBE TU RELATO DE AGOSTO (I): EL ACTOR @nachoguerreros DE @LQSAtelecinco

Esta primera semana del mes de agosto nos envía las palabras unos de los actores del elenco de La Que Se Avecina de Telecinco, Nacho Guerreros. Así se define el propio actor: "Nací en Calahorra en 1970 y estudié Arte dramático en Madrid donde llevo viviendo y trabajando desde el año 1991, mis primeros pasos fueron en café teatro para después realizar varias intervenciones pequeñas en series de TV.  En 2005 llega la oportunidad de interpretar la obra de teatro 'Bent', dirigida por Gina Piccirilli que se convierte en un éxito de crítica y público.  Al año siguiente intervine en 14 capítulos de la serie "Aquí no hay quien viva" y desde 2007 y hasta la actualidad soy uno de los protagonistas de la serie televisiva "Aquí no hay quien viva/La Que Se Avecina".

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Sus Cinco Palabras son:

Medrar
Majadero
Portillo
Oportunidad
Quicio

Nacho Guerreros acaba de terminar en el teatro: 'Milagro en casa de los López' de Miguel Mihura y en 2018 estrenará la función "Juguetes Rotos" de Carolina Román.

 

Acaba de publicar también su primer libro 'Yo también sufrí bullying' junto a la periodista Sara Brun.

En el mes de agosto de 2017, Cinco Palabras dedicará su causa solidaria a:

#CALAWI Y LOS PROYECTOS DE SOLIDARIDAD EN EL TERCER MUNDO

Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:

No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)

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35 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE AGOSTO (I): EL ACTOR @nachoguerreros DE @LQSAtelecinco”

  1. Su camino a pesar de los demás necesitaba medrar. En ningún momento se llegó a creer que era un auténtico majadero debido a que era plenamente concierte de la impresión de que era un necio, era de los demás tenían de su personalidad. Con su tesón, encontró un portillo que le llevaría a encontrar una nueva oportunidad para demostrar que también tenía la cualidad de no volver a sacar más de quicio a las personas que más le importaban.
    A veces nuestra vida cotidiana encuentra Cinco Palabras aparentemente desconocidas, sin embargo cuando comenzamos a conocer su significado nos encontramos sorprendidos.

    1. Parecer majadero era su táctica. Estaba convencido que su actuar le permitiría medrar su imagen. Así se lo había prometido esa noche cuando decidió salir por ese portillo que estuvo a punto de tumbar en distintas veces pero no que pudo porque el quicio era suficientemente fuerte como para darle la oportunidad al carpintero de decir: todo esto está hecho de milagros, nadie pudo derribarnos.

  2. Medrar o crecer el agujero, qué más da… ¡Cómo tenerte es mi locura! – decía el amante majadero antes de atravesar el portillo de aquel muro.
    ¡Pasa, Amor, es tu oportunidad de quedarte conmigo! –dijo su bella amada mirándole con ternura y esperanza en sus ojos – antes de que se cierre y quedemos separados para siempre.
    ¡El tiempo borra los pequeños huecos que abrimos, oh, inútil es la lucha contra los muros impenetrables de los hombres! – contestó el amante acariciándole la mejilla.
    ¡Espera!… Si nos quedamos en el quicio no podrán cerrar la puerta, ¿verdad? – exclamó ella.
    Verdad.
    Y se abrazaron.

    1. Pero qué majadero es este que cree que puede medrar una gran oportunidad: será que desconoce que lo único que yo quiero es abrir el portillo, acabar con el quicio y escapar?

  3. El Partido

    ―No insistas JJ, me cansé de Medrar, de engañar y robar a incautos. De vivir angustiado pensando que le pegarán una patada a mi puerta y sea la policía que viene a arrestarme. La corrupción nos ha tocado a todos. No, no me mires así, se hizo endémica y ha llenado de mierda. Incluido nuestro presidente. Sé que me vas a llamar Majadero, Portillo, el alcaide, lo hace continuamente en cuanto tiene Oportunidad. JJ lo miró con pena desde el Quicio de la puerta. ―No te equivoques César, “el partido” jamás dejará que abandones. No vivo. Sentenció cerrando la puerta.

  4. Siembras
    Apenas los rosales comenzaron a medrar, su abuelo le pidió que los cuidara. El joven tuvo miedo y se negó.
    -“Es de majadero evitar la flor sólo por temor a las espinas”- murmuró el anciano disgustado.
    Los años transcurrieron y con ellos las siembras, las cosechas, las tormentas de viento, las preguntas…
    El joven aprendió que cualquier muro tiene siempre un portillo, una salida insólita, un nuevo desafío, una oportunidad inesperada. Hoy enseña a sus nietos que jamás debería existir una astilla que los saque de quicio o acobarde sus ganas de mirar cómo crece lo bueno y celebrarlo.

  5. Necesitaba medrar en su carrera aunque tuviera que ser como cualquier majadero más de los muchos que había en la oficina.
    De una forma u otra, encontraría un portillo, aunque fuera estrecho, por el que comenzar el ataque a su meta, llegar al otro lado de aquella muralla invisible.
    Nada le impediría estar donde de verdad le correspondía.
    Esperaría su oportunidad.
    Esperaría lo que hiciera falta.
    Su ambición no tenía límites y su tenacidad tampoco.
    Lo único limitado en él era su talento.
    Se apoyó en el quicio de la puerta y esperó…las horas de trabajo se le iban esperando.

  6. Envuelto con el arrullo, dormía plácidamente en aquel cesto, junto a un hato de ropa y una nota.
    Fruto del abuso, era para la mujer que lo parió sólo una rémora que le impediría medrar y para el majadero del progenitor, alguien que jamás existió.
    La partera cruzó el portillo extramuros y dejó el cesto. No llevaba cuenta de cuántas veces había hecho lo mismo.
    Unas blancas, suaves manos, giraron el torno y recibieron amorosas el regalo de la vida que allí tendría una oportunidad de ser.
    -Perdona mi ira, Señor, imploró humildemente, pero estos abandonos me sacan de quicio.

  7. Pubertad
    Sé que, lamentablemente, a las personas de nuestra alcurnia solo les importa medrar. Yo no pienso lo mismo, aun a riesgo de quedar ante algunos como un majadero. Acuérdate de Michael Portillo cuando tuvo que reconocer antes de unas elecciones cruciales que había mantenido, en su juventud, relaciones “impropias”. Ah, ya, no sabes quién es. Perdió su oportunidad. Quizás esta tampoco sea la tuya. Por favor, disfruta de la niñez y no saques a tu madre de quicio. Ya sabes como es. Ya te presentarás al casting de Gran Hermano más adelante. Ahora vete, Leonor. Tengo Audiencia con el Presidente.

  8. Entre rufianes y golfos

    Por medrar el majadero
    se vendió como una rata
    y sin recato el pirata
    cruzó el portillo certero.
    Y es que en el lado fulero
    la oportunidad reclama,
    no estar como la mojama
    aunque te saque de quicio;
    que buscando un subrepticio
    el bribón mentiras brama.

    Tramposo de nacimiento
    va escalando por peldaños
    sin reparar en los daños
    ni en parejos sufrimientos.
    Jugando a vivir del cuento
    no hay moral que lo detenga,
    ni vergüenza que contenga
    ante tamaña indecencia;
    y uno pierde la paciencia
    sin decoro que sostenga.

    1. Perdón…!
      Mar… si no te importa, hay unos errores.
      El penúltimo verso de la primera décima sería así:
      “pues buscando un subrepticio”

      Y en el 4° verso de la segunda décima sería:
      “ni en parejo sufrimiento”

      Siento la molestia 😥😥😥😔😔😔

  9. Estaba harta de la situación; aquel hombre sólo quería medrar a costa del negocio de mi familia. Siempre vi que era un majadero, pero engañó a mis padres hábilmente y se empeñaron en casarme con el porque vivíamos bajo el mismo techo, y el el pueblo había habladurías.
    Yo era débil y no pude enfrentarme a ellos.
    Ya de recién casados le veía salir por el portillo de atrás a sus juergas nocturnas; había reproches a la vuelta, pero siempre con zalamerias me pedía otra oportunidad, y aunque me sacaba de quicio, pensaba erróneamente que cambiaría. Y eso nunca sucedió.

  10. Acertijo 54

    Es imposible medrar
    si en ese lugar te hallas.
    que allí sobran las medallas,
    y se vienen a igualar
    los oros y las quincallas.

    Y si fuiste un majadero,
    un obispo o un general,
    o si fuiste un tal o un cual
    o el último o el primero,
    eso no importa, da igual.

    Y por más que lo buscares
    no darás con el portillo
    para salir de esos lares,
    inexpugnable castillo,
    de imposibles despertares.

    Ninguna oportunidad
    allá le dan al bullicio.
    Desde del final al inicio,
    su callada vecindad
    no ha de sacarte de quicio.

  11. Pepe XVI

    -¿Hoy no trabajas?- Preguntó Alma, mirándole de reojo.
    -Si, ya me voy.
    Estaban solos. Pepe jugueteaba con un palillo, mientras Alma secaba las tazas, recién fregadas, del café.
    -¿Quien es Morandi?- masculló Pepe-
    Alma, sorprendida, tardó en contestar.
    -Un chumado que quiere medrar a mi costa- respondió ella, aguantando un sollozo- un majadero al que perdí de vista y que pretende colarse nuevamente en mi vida por un portillo, pero no tendrá esa oportunidad, porque si intenta volver a cruzar el quicio de mi puerta lo dejo seco- y comenzó a llorar.
    -No llores- dijo Pepe cogiéndole la mano- Yo siempre estaré.

  12. Vimos MEDRAR el tiempo
    en las horas ocultas de un reloj de arena.
    Ese tiempo MAJADERO que no espera a nadie
    y que sigue su camino solo.
    Hoy nos hemos escondido en el POSTILLO
    de las puertas y ventanas que nunca abrimos,
    buscando nuestra OPORTUNIDAD.
    De unir nuestros labios en un beso,
    de juntar nuestras manos en el QUICIO
    de la puerta que nunca quisimos abrir.
    Nuestras almas siempre comulgaron juntas
    y fue el tiempo quien se llevo el miedo consigo.-

  13. Gracias a una herencia, empezó a MEDRAR su estatus económico. Era considerado el MAJADERO del pueblo. Su deseo era participar en organizaciones sociales del municipio, para ser aceptado en la sociedad. Toco con los nudillos de los dedos al portón de la nave, donde se organizaban los eventos, actividades, y proyectos.
    Asomo la cabeza por el PORTILLO, pidiendo con humildad una OPORTUNIDAD. Quería mendar su relación con los vecinos del pueblo y olvidad como sacaban a tos de QUICIO, por su mal carácter, y discrepar con todos y todo, constantemente.

  14. Una pequeña solución

    Como quisiera poder medrar con mis ideas la hambruna que se vive en uno de los departamentos más ricos en recursos naturales y mineros, pero el gobierno es majadero al permitir los saqueos al erario público, abriendo como portillo los recursos para ser robados por “los gobernantes”, aunque soy de dar oportunidad aunque siempre dudaré de la clase política, pero ojalá alguno de ellos me sirva de quicio frente a un proyecto de comedor comunal con veeduria internacional.

    @jorge03usl

  15. TECHO DE CRISTAL

    Estoy cansada de suplicar. No quiero medrar para lograr mis metas. Ya no soporto estar bajo las órdenes de un jefe inepto y majadero. Cada día cuando salgo de la oficina y cierro el portillo del almacén, me digo que será el último. Que no aguanto tanto machismo, tanto dirigir con la bragueta. Creo que merezco una oportunidad para demostrar mi valía. Me saca de quicio que, para lograr un puesto, solo se valore a una mujer por la amplitud de su escote y la longitud de su falda.

  16. Ella era realmente un espíritu libre.A pesar de eso había conseguido Medrar dentro de su grupo del colegio.Todavía oía el Majadero consejo de su profesor:”no llegarás a nada siendo “campanilla” debes estudiar más”…
    Pero ella había encontrado su propio Portillo para crear y expresar toda la magia que llevaba dentro.
    Encontró la Oportunidad para ayudar a los demás y darse a conocer con su gran sonrisa.
    Y desde el Quicio de la ventana de la vida,veía como de cinco en cinco palabras su magia se extendía.

  17. INVESTIGACIÓN + DESARROLLO

    Cuando el joven científico quiso dedicarse a la investigación y medrar en su trabajo, lo contrataron como simple becario. Sus innovadoras propuestas eran rechazadas como las de un majadero. Sus trabajos apenas atravesaban el estrecho portillo de la incomprensión y la falta de recursos.

    Ver que en España no habría oportunidad para desarrollar sus ideas lo sacaba de quicio.

    Como tantos otros cerebros, acabó por emigrar para no renunciar a su verdadera vocación.

  18. SOÑAR EN NEGRO

    Soñabas que no era un sueño medrar
    buscando en el tedio
    de las miradas pasivas
    algún majadero con pobre cerebro
    a quien engañar.

    Soñabas que podrías al alba despertar
    sin ningún esfuerzo,
    y, exiliado de la realidad,
    utilizar el portillo oscuro que lleva
    a tu falta de verdad.

    Soñabas en negro tu oportunidad,
    en ese combate interno
    nunca le has podido dar
    a tu corazón descanso
    ni un átomo de paz.

    Soñabas que te querían,
    viendo la vida pasar agarrado a la bisagra
    ya oxidada,
    del quicio de la ventana
    de tus oscuros sueños.

    Sueña con luz,
    Llegará el afecto.

  19. COGE EL DINERO Y CORRE

    Había obtenido su puesto de alta dirección a base de medrar a la sombra de su padre, aunque todos lo tenían por un inepto y un majadero. Cuando la empresa quebró se esfumó por el portillo de la puerta de atrás, dejando a sus socios en la estacada y a sus trabajadores indefensos. Con los bolsillos llenos de billetes de origen oscuro, salió del país hacia un paraíso fiscal.

    Su catadura moral no le permitió desperdiciar la oportunidad de empezar una nueva vida a costa de la de otros, sacándolos de quicio tras violar la ley con total impunidad.

  20. ¡Ese eres tú!
    Allí estan ellos rodeando a la novedad del poblado, con sus vivos ojos y la curiosidad lista para medrar junto al cotilleo. “Asungu, asungu” y tu sonries cual majadero y saludas con tu cámara en la mano camino del portillo de la casa de los frailes. No pierdes la oportunidad de ir haciendo fotos: sacando agua del pozo, maestras en el quicio de la escuela, niños bailando… “Look photo” y los oyes hablar en chichewa, reir, señalarse, reconocer al amigo y sorprenderse porque es la primera vez que ven su rostro. ¡Allí los espejos son los ojos de los demas!

  21. La quimera de Andrés
    Todos los días tomaba el camino hacia el colegio con la determinación de MEDRAR, salir de aquel pueblo y alejarme del MAJADERO de Manuel, quien junto a sus colegas, me zurraban hasta cansarse.
    Me esperaban en el PORTILLO de San Andrés y gritaban desaforados: —¡Ahí está “el empollón”, vamos a por él!
    El párroco, alertado por algunos compañeros, se interpuso y entendiendo la situación, castigó a Manuel por su actitud acosadora; y a mí, me dio la OPORTUNIDAD de…
    —¡despierta Andrés! el recreo ha terminado—dijo el maestro desde el QUICIO de la puerta, devolviéndome a la cruda realidad.

    Hola Mar, cuelgo el relato corregido, por favor elimina el anterior, tiene una palabra equivocada

  22. Buen vino

    Quería medrar en la congregación a través de su viejo hábito. Rogó pasar él mismo el cepillo en la misa y así robar algunas monedas, pero no con el fin de obtener un hábito nuevo. Le llamaron majadero porque eso conllevaba limpiar la sacristía. Anochecido el domingo, aprovechando que el vigilante acudía al excusado, salía por el portillo. Era la única oportunidad para ir a la taberna a comprar buen vino; el de misa era agua colorada, que ni sabía a sangre de Cristo. Al tabernero, ateo, le sacaba de quicio vendérselo, pero podía más su codicia.

  23. Era un astuto villano
    Que en su interés por medrar
    No se casaba con nadie
    Ni dejaba respirar

    Era un ruin majadero
    Que solía aprovechar
    A mirar desde el Portillo
    Para luego machacar

    A todo aquel que brillara
    en mala oportunidad,
    O le sacara de quicio
    Solo por saber amar.

    Era un astuto villano
    Pero vacío. Sin más.

  24. En su afán de medrar en el trabajo a cualquier precio, aprendió a rebajarse ante grandes directores siguiendo órdenes absurdas. Vistió corbatas que estrangulaban sus palabras. Se comportó como el más patético majadero con aires de grandeza.
    No conseguía olvidar la figura de su padre que desde el portillo de la vieja casa le gritaba: ¡No vuelvas hasta que seas digno de esta familia!
    No tuvo oportunidad de despedirse de su madre que desde el quicio de la ventana observaba, impotente, su partida.

  25. Llevábamos cuatro meses con el negocio abierto y aquello no arrancaba.
    -Si queremos medrar, le dije a mi socio, se nos tiene que ver. ¡La gente no sabe ni que existimos!
    Así que ni corto ni perezoso, cogí un majadero de la caja de herramientas y me lie a porrazos con el muro, abriendo un portillo nuevo en cada una de las paredes.
    -¿Y tú crees que cada agujero que has hecho es una nueva oportunidad de vender algo?
    -¡De verdad Ambrosio que me sacas de quicio! Espeté. Si sigue sin entrar nadie, al menos que corra el aire, ¡joder!

  26. Desde el Quicio de la puerta vio el ya cadaver de la mujer que se lo dio todo, rechazó la oportunidad de besarla y olerla por última vez sabiendo que cuando se diera la vuelta y traspasara el Portillo, se sentiría un majadero si posibilidad de reparar el daño causado. Medrar sería su castigo

  27. MAJADERO
    .
    Harto ya de busquedas infructuosas, de puertas cerradas, de miradas lánguidas, sin medrar ni para el cocido, probé un nuevo concepto de hombre nuevo: extendí mis alas, me hice majadero, abrí el portillo que no tiene dueño. La oportunidad la tuve sobre un quicio roto ahora respiro hondo y si no te encaja ya no doy la murga con mi vida en lata. Prueba con los versos que es buen torrezno para con las migas hacerte un almuerzo.

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