ESCRIBE TU RELATO DE JULIO (I): CON LAS PALABRAS DE LA CANTANTE BEBE @LaBebeBellota

Esta semana nos propone las Cinco Palabras  la artista española Bebe. María Nieves Rebolledo Vila (Valencia, 9 de mayo de 1978), conocida como Bebe, es una cantautora y actriz española que ganó la fama internacional con los sencillos «Malo» y «Ella». Nació en Valencia pero criada en Extremadura.

Océano
Revistero
Asteroide
Rinoceronte
Pizzicato

 

Bebe tiene a la venta la reedición de Cambio de Piel:

Su primer álbum en solitario se publica en marzo de 2004, con el título de Pafuera Telarañas con producción de Carlos Jean. Entre sus canciones más conocidas se encuentran «Ella», «Siempre me quedará», o «Malo», que obtuvo gran éxito en Italia en el verano de 2006. En el álbum se ofrece una pista extra con la canción «Que nadie me levante la voz», que Bebe interpreta para la serie de Telecinco, Aída.

En junio de 2006 anunció su retirada temporal del mundo de la música, centrándose en su carrera como actriz, que dio un salto con La educación de las hadas, dirigida por José Luis Cuerda, y Caótica Ana, dirigida por Julio Medem.

En 2007, Bebe ganó un Premio Goya a la Mejor Canción Original por «Tiempo pequeño», de la película La educación de las hadas.

En junio de 2009 presentó su nuevo trabajo musical, un disco llamado 'Y.' Sus sencillos fueron «La bicha», «Me fui», «Pa mi casa» y «Busco me». En la ceremonia de los Grammy Latinos de 2009 confirmó estar embarazada y el 31 de marzo de 2010 dio a luz a su primera hija, de nombre Candela.

Ha colaborado con Los Amaya, Tontxu, Chambao, Luis Pastor, Albert Pla, El Combolinga, Los Delinqüentes, El Tío Calambres, Kultama, Paco Bello, Los Aldeanos, Shinoflow y SYJ, entre otros; y es coautora, junto a Hernán Zin y Carlos Jean, de «César debe morir», la canción central del documental dirigido por Hernán Zin La guerra contra las mujeres que se estrenó en Televisión Española en noviembre de 2013.

En 2016 se edita en DVD el documental 10 años con Bebe. En 2017 acaba de editar un trabajo en CD que incluye 4 bonus tracks, un tema inédito y un DVD con 5 videos y 6 canciones en directo.

PRÓXIMOS CONCIERTOS:

02/07/2017
9:00 pm
Festival Cultural de Chica a Chica

World Pride Madrid 2017
Teatro La Latina, Madrid, España

conciertobebe.jpg

16/07/2017
7:00 pm
Concierto en Barcelona (43 Live the Roof)
43 LIVE THE ROOF, Barcelona, España
27/07/2017
9:00 pm
Concierto En Sevilla (Ciclo POP CAAC)
Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Sevilla, España

En el mes de julio de 2017, Cinco Palabras dedicará su causa solidaria a las #COLONIASASEM para niños y niñas con enfermedades neuromusculares.  

Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:

No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

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36 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE JULIO (I): CON LAS PALABRAS DE LA CANTANTE BEBE @LaBebeBellota”

  1. Oceano. Espejo azul. Reverberación solar que da vida a las imágenes que brotan de un revistero. Un asteroide nos manda señales luminosas tratando de participar en la conversación de la naturaleza mientras, a miles de kilómetros, un rinoceronte escapado de la manada sonríe ajeno a la civilización que le circunda. Al fondo, el tenue pizzicato de una guitarra nos recuerda que todo cuanto vemos y pensamos puede ser fruto de nuestra imaginación.

  2. “Amanda”

    En este atardecer plácido y tranquilo, contemplo la inmensidad del Océano, junto a mí, cerveza helada, y al lado, un Revistero, donde guardo revistas musicales (las que me recuerdan a ella). La que más, ésta que tengo ahora en las manos, la primera edición de la revista “los 40 principales” de septiembre del 2004 donde el reportaje central fue para su cantante favorita, la extremeña Bebe. Su primer single “Malo”, Fue el que nos unió… te esperaré siempre Amanda… Bueno, eso si no me cae un Asteroide o un Rinoceronte encima. Y todo sin saber qué leches es un Pizzicato…

  3. En la sala de espera de los sueños
    Ella es capaz de hallar esas palabras que le han estado faltando a su canción, revolviendo el océano de páginas, allí en el infaltable revistero.
    En la sala de espera de sus sueños, concentrada en construirlos sabiamente, ni un asteroide ni un rey rinoceronte podrían distraerla esta mañana de una tarea artesanal tan trascendente.
    Y como un pizzicato inesperado en medio del armónico paisaje, algo pellizca las cuerdas de su alma. Es un llamado a cantar -alto y en calma- por la justicia, la vida, la esperanza…

  4. Me quedé mirando por la ventana del avión. El océano se extendía hasta llenarla casi por completo. Dejé el libro en el revistero del asiento y me dispuse a dormir. Empecé a soñar que cruzábamos el espacio en una nave estelar y que nos mandaban abrochar el cinturón de seguridad por la posibilidad de que algún asteroide colisionara con la nave. Al ir a aterrizar, vi otra nave despegando que me recordó a un rinoceronte, pesada y gris, pero dando una sensación de mucho peligro si te ponías en su camino.
    Me despertó un pizzicato de violín del canal de música que había elegido para dormirme. Un despertar muy agradable para un sueño que se volvió inquietante.

  5. Tenía tanta y tanta sed con estos calores que era capaz de beberse un océano entero y le sabría a poco. Se acercó al revistero que había heredado de su abuelo ( aquel que de tan antiguo ahora era vintage) para ojear una revista y distraerse un poco. Cogió una al azar y resultó ser de astronomía. Se distrajo viendo imágenes de otros mundos, otros lugares, otros planetas……hasta que su vista se posó encima de una fotografía preciosa de un asteroide de múltiples colores y si cerraba los ojos y los volvía a abrir muy rápido intuía ver la imagen de un rinoceronte enano.

    En esos mismos instantes creyó reconocer un pizzicato que le trajo a la memoria una canción infantil que le tarareaba su abuelo (el del famoso auxiliar antes comentado) que le ayudaba a dormir.

  6. Desde las islas Azores, dirección África. Volamos el OCÉANO en avión. En el REVISTERO, ejemplares de periódicos, anunciaban, en titulares, “un ASTEROIDE cruzará, el cielo de nuestro planeta.
    Cuando en la nocturnidad del safari. observábamos, ocultos a los RINOCERONTES.
    JA !!!
    Fuimos testigos del titular.
    Se ilumino el cielo, que estaba estrellado. Los animales que reposaban en la extensa sabana; se alborotaron.
    Pero uno de los guías, saco un instrumento típico de su tribu, y PIZZICATO, con sus dedos, las cuerdas, se escucho una música, que tranquilizo a las fieras, que en la sabana entre matorrales reposaban, evitando una gran estampida.

  7. Acertijo 50

    No llegará a viejo verde,
    aunque verde lo verás.
    Es un oceano de verde,
    y de rojo mucho más.

    Rojo o verde, tiene rabo,
    pero no es un animal,
    ni revistero o asteroide,
    ni rinoceronte o tal.

    No quiero ponerme borde,
    mas tiene una variedad
    que en Madrid define al cabo
    y al guardia municipal.

    Tiene fama bien ganada
    por ser casi una ambrosía
    y es su simiente sembrada
    en donde estuvo enterrada
    la poetisa Rosalía.

    Oceano está “mancato”
    de la tilde y no está exento.
    No quiero ser “pizzicato”
    por no poner el acento.

    Lo digo y no digo arana:
    Es delicioso bocado
    su variante italiana.

  8. El charco de los civiles

    Era nuestro Saint Tropez. Estaba en el río Pusa que, a nosotros, nos parecía un océano. Cubría, y eso le confería emoción y prestancia. Allí nos bañábamos y nos asolanábamos y repasábamos, ardorosos, algunas revistas porno que el Asteroide, así le llamábamos porque era orondo, compacto y colorado, había encontrado en un revistero abandonado en el zaquizamí de su abuela. Después de sorbérselas, pretextando ir a defecar, se escondía tras los crecidos matojos de la orilla y se masturbaba, resoplando como un rinoceronte. Pizzicato, que tocaba en la banda, manoteando en el agua, le gritaba: “Te vas a quedar ciego, cabrón”
    Los veranos sabían a poco.

  9. ¿Quién soy?
    La partitura indicaba que tocaba un pizzicato, pero de nuevo, como las últimas diez veces, no lo conseguí. ¿Por qué? Dejé el violín y tiré mis anotaciones al revistero que había en la esquina derecha. Decidí levantarme, era el momento de hacer un descanso. Mientras salía al porche de la casa donde vivía alquilada, contemplé la inmensidad del océano. Nunca supe si era de verdad músico, claro que tampoco si era más de agua o de arena, si de animales dóciles como un parajillo o bravos como un rinoceronte, si pertenecía a un gran planeta o a un simple asteroide…

  10. Si un océano cupiera en un revistero, ¿serían prensa rosa los bonitos? – se preguntaba mientras miraba de forma contemplativa el mar echado en una tumbona de playa.
    ¿Posiblemente serían los pulpos, no, cariño? – respondió ella – y ya que estás… ¿Si un asteroide cubierto de crema solar impactara sobre mi espalda me… protegería del sol?
    Él se rio y dijo: “Más fácil sería jugar con un rinoceronte al voleibol, ¿no crees?”
    – ¿Entonces te importaría echarme tú por la espalda?

    Él se incorporó, apretó el bote y…
    Practicó su nuevo método pizzicato de crema sobre su espalda.

    Loco calor veraniego… ¡Argg!

  11. Y sin más, al tiempo que cruzabamos por un océano de dudas, me di cuenta que ya habían pasado 10 años desde aquel día. Aquel día nuestras manos se cruzaron en un revistero, ambas buscaban lo mismo y encontraron lo imprevisto. Como un asteroide en un universo infinito, comenzamos una historia que ahora es la nuestra. Y así sin más hemos llegado hasta aquí, 3 países, 2 estados, 2 nuevas vidas. Quien nos iba a decir que aquella revista con un rinoceronte en portada nos llevaría tan lejos, verdad? Por todo ello y mucho más, brindemos, disfrutemos de esta melodía que nos ofrece la vida, de este pizzicato dulce y a la vez amargo.

  12. El océano verde que se extiende ante mis ojos confirma la foto de portada del magazine de viajes que habita permanentemente en el fondo del revistero y que acostumbro a hojear.
    En la hondonada se aprecia claramente la oquedad que décadas atrás dejara el asteroide CP5MOT y que ocasionó la irreparable desaparición del rinoceronte moteado.
    De mi garganta escapa un leve ronquido cuando el pizzicato de “Tancredi e Clorina” me devuelve a la realidad, la revista se precipita directamente a las fauces de Mozart, mi bulldog, que escapa como una exhalación y yo, aún somnolienta, salgo gritando tras él.

  13. En mi frente, el azul, dando color a ese océano marino, como la imagen del revistero de alguna consulta. Mientras, mi mano, crea un paisaje de riscos y choques de olas. En el cielo, acercándose, entre nubes oscuras, un gran asteroide de fuego. Y en la cima, un rinoceronte incrédulo, asombrado por aquella visión, con la cabeza alta, parece querer romper las nubes con su cuerno y así, mi lienzo. Finalmente, entre las aguas, timidamente, las cuerdas de un violín que dejan oír un pizzicato inarmónico. ¿Se puede pintar un cuadro con la escritura? No sé, ahora tendré que pintarlo.

  14. LA MIRADA DEL CORAZÓN

    Esa casa era toda su infancia y los recuerdos se agolpaban en cada objeto.
    Un océano azul se fundía con un luminoso cielo, en un cuadro colgado en la pared. Era un crío cuando su abuela lo pintó y él se extasiaba mirándola. Nunca entendió cómo podía hacerlo.
    Se recordaba buscando fotografías en el viejo revistero. “Un asteroide estaría bien, o también un rinoceronte” Necesitaba una imagen para pintarla en el lienzo que le preparó la abuela. Quería sorprenderle con algo bonito… aunque ella no pudiera verlo.
    Un pellizco le apretó el corazón. Igual que un Pizzicato genera una onda de sonido sostenido, así sintió, cómo la piel y el Alma, se le llenaban de melancolía recordando las palabras de su abuela, mientras ella rozaba con sus dedos su pintura ya terminada.
    “Es muy hermoso. Puedo verlo, porque la belleza más valiosa, se ve desde el corazón”

  15. VOLARE…

    Era la primera vez que cruzaba el OCÉANO en avión. Me aconsejaron dormir para evitar el jet lag. Antes de subir, tomé varios güisquis, acompañados de somníferos. Aquel cóctel estaba causando efecto. Vi a la azafata arrastrando el REVISTERO y le solicité una. La aeronave era un maremágnum. Por los auriculares escuchaba algo de un ASTEROIDE. Pero la televisión mostraba imágenes de un RINOCERONTE. Y en el hilo musical sonaba el “PIZZICATO-Polka” de los Strauss. Caí en un gran sopor.
    Entre sueños, comencé a escuchar: ¡Mayday! ¡Mayday! El estomago se me salía por la boca. Algo me golpeó en la cabeza. Luego un impacto, como cuando te tiras de un trampolín. Un silencio hueco… Y la oscuridad…

  16. OCÉANO DE SOMBRAS

    Es en tu océano de sombras
    en ese revistero viejo ya vacío
    donde te refugias de tus miedos,
    por vacío y por eterno
    tu camino
    se torna asteroide rumbo a Marte,
    senda en la que un rinoceronte
    ante tus ojos
    impide tu avance.
    Es en ese mar de sombras
    donde escondes
    tus estímulos negados,
    ese esperanzado pellizcar de pizzicato
    en los ríos de tu sangre.
    Una pena tu huida
    hacia nada, hacia nadie.

  17. PISANDO FLORES

    Sigo perdida en el océano de tus ojos, incapaz de poner rumbo a otro destino que no seas tú. Rebusco en el revistero de mi vida, por si queda cualquier rastro de ti. Tus caricias han abrasado mi piel, como si fueses un asteroide incandescente que arrasa todo a su paso.

    Ahora me parece imposible sobrevivir a tu ausencia, después de que te dejé entrar en mi corazón con la fuerza de un rinoceronte, para que luego, una vez hecho pedazos, lo abandonases reptando, como una vil serpiente, tras inocularme tu veneno.

    Curo mis heridas con el bálsamo del pizzicato.

    PISANDO FLORES (Pizzicato – Ara Malikian)

  18. En mitad del OCÉANO, la patera apenas era una diminuta gota de aceite en un mar de aguas.
    En mitad de la patera, atiborrada de personas, Rhia intentaba rememorar las palabras del libro que se quedó a medias en el REVISTERO, allá en su hogar.
    Fue en mitad de la noche cuando, como un ASTEROIDE cruzando el Universo, llegó el RINOCERONTE de la guerra. La guerra. Su hogar. Todo quedó atrás.
    Entre sus manos, una pequeñísima arpa. Sus dedos cortos arrancan un PIZZICATO dulce. Una melodía de futuro. Una esperanza. Una sonrisa en los rostros.-

  19. Impenetrable

    Sumergido en el océano de tu mirada
    encuentro un revistero oculto,
    hermético guardián de tu pasado,
    de tus secretos más profundos,
    de tus memorias más arcanas…
    Inútilmente intento
    comprenderte, descifrarte.
    Sus intricados laberintos
    me vedan el camino,
    prohibiéndome llegar
    a tu auténtica esencia.
    Soy asteroide perdido en el espacio,
    rinoceronte extenuado
    tras una vana embestida…
    Cansada y vencida,
    me retiro.
    ¿Qué más puedo hacer yo,
    torpe pizzicato excluido
    de una partitura inédita?
    Te dejo solo en tu calvario
    impenetrable y privado.

  20. Pues sí, por qué no, se puede disfrutar de las maravillas que se encuentran en el Oceano, gracias a un revistero, donde podemos sumergirnos y descubrir la magnitud de un asteroide que llegó hasta lo más profundo del océano, gracias a aquel rinoceronte que se encontraba bajo el sol escuchando un pizzicato.
    Un pizzicato, inspirado en el mundo submarino, un nuevo mundo para descubrir un océano en donde podemos observar la belleza de los peces con sus millones de colores y dar la apariencia de un asteroide bajo el mar. Un mar, que en cuyo fondo encontró una gran felicidad.

  21. Tardes como esta, después de alcanzar los cuarenta y dos grados en la sombra al medio día, sí apetece un baño fresquito en el océano Atlántico. De vuelta a casa cojo un ejemplar de “enigmas” del revistero y le echo un vistazo. Leo un artículo sobre un asteroide que puede caer, en breve, sobre la tierra y puede reducir a la mitad la población del hemisferio norte. Enciendo la tele y la dos está repitiendo el documental del National Geographic sobre el apareamiento del rinoceronte africano, Telecinco con gente dando voces y en la primera “Pizzicato”. ¡Qué alegría de verano!

  22. El océano, azul e inmenso, espera callado y taciturno, la llegada de los niños a las colonias, faltan pocos días, para la feliz llegada, es un océano con olas de papel pintado y dibujado para la ocasión, en un revistero que hay a la entrada de la casa de colonias, se han dejado las revistas sobrantes de la manualidad, han dibujado también un asteroide sobre el cielo estrellado, un rinoceronte en medio de la selva, todo decorado y precioso esperando el gran día.
    Uno de los monitores toca un pizzicato en su violín, mientras los demás trabajan alegres para que los niños disfruten de esos días especiales.

  23. El síndrome del cuidador

    No era un mar de lágrimas lo que corría por su rostro. Era un océano. Dejó la respuesta a su solicitud en el revistero y se dispuso a dibujar un asteroide con el que el enfermo podría entretenerse, mientras lo pintaba. No le gustó. Le pidió un rinoceronte acorde con las proporciones reales del mismo.
    Un tenue pizzicato le recordó que las horas no paraban, y pronto estaría navegando –aunque fuera poco tiempo- por las cálidas aguas del caribe.

  24. ¡Al fin sentada ante mi Océano Atlántico!.
    Allí pensaba pasar toda la tarde,sin revistero,sólo mirando el ir y venir de las olas en mi querida playa de Las Burras.
    Me da igual que caiga un asteroide o pasee por aquí un rinoceronte.Hoy el rumor de las olas será mi pizzicato,la banda sonora de mis vacaciones.

  25. Sus ojos, que tenía grabados en mi mente desde el primer momento que los ví, eran azules como el OCEANO más profundo sobre la tierra; precisamente en el REVISTERO de la consulta pude encontrar el lugar donde encontrar ese azul inmenso; ni siquiera la caida inminente de un ASTEROIDE podría impedirnos dirigirnos allí cuando todo se arreglara; él preferirá ir a ver un RINOCERONTE salvaje retozando entre el barro de la sabana pero yo necesito comprobar que aunque él se vaya, seguirá existiendo ese azul tan suyo en las olas de un mar que, cual PIZZICATO, llorará su pérdida.

  26. Ahogándose en un océano de lágrimas, colocaba con mimo su ropa en la maleta.
    – Señora esto es lo último. El operario de la mudanza mostraba el revistero que se disponía a llevar a la furgoneta.
    No le escuchó. En su mente giraba como un asteroide amenazante la última frase de su marido:
    “¿Quieres guerra?… Pues vas a tener guerra”. Amenaza que, como un rinoceronte en cólera, aplastaba su dignidad cada vez que ella le comentaba algún malestar.
    Cerró la maleta y acarició a Pizzicato.
    -Eres libre de escoger si venir o quedarte con él.
    El gato le siguió hasta el coche

  27. Sabía que sobre ese océano, imagen de su revistero, huiría su alma de rinoceronte. El asteroíde anunciado no callaria su Pizzicato más amado

  28. Tesla
    Se preguntan
    si es genio o loco-
    Yo digo
    -loco-
    porque
    es mejor
    que genio-
    Yo digo
    -loco-
    porque
    estaba loco-
    Decime
    del océano-
    mentime-
    No necesito
    verlo bailar-
    Si mi corazón
    fuese
    un revistero
    serías
    la edición
    perdida-
    relatividad
    de nada-
    selección
    del creacionismo-
    una especie
    de alguien
    absorto
    por la luz
    de todas partes-
    Está allí
    -¿podés sentirla?-
    es la energía
    de un asteroide-
    cosita triste
    sin príncipe
    ni rosa-
    Embiste
    como rinoceronte-
    la pasión –
    ese caudal
    espasmódico
    con el que habla
    en los rayos
    y los truenos-
    la electricidad
    absoluta-
    poema
    y consignas
    de ángel-
    La luz-
    transformando-se –
    pizzicato-
    en las cuerdas
    del alma-

  29. Volaba y mientras contemplaba el Océano, no sabía lo que el destino me tenía preparado. Como no sabe un Revistero que van a meter en él o en que lugar caerá el proximo Asteroide.
    Sabia que no queria sufrir, sabia que me merecia ser feliz, que no queria que me demoliesien como si un Rinoceronte pasará por encima de mi. Y curiosa la vida que todo comenzará con un Pizzicato y una sonrisa de vergüenza. Nos miramos, nos sentimos y ahora solo queda esperar y que sea el tiempo el que nos diga. Curioso destino.

  30. Si viajo a una ciudad en la que hay acuario, allí estoy yo. Me fascina pasearme entre sus salas, como si estuviera sumergido en el fondo del océano.
    Estaba en Lisboa. ensimismado entre peces de colores, cuando recordé el encargo de mi mujer: ” Encontrarla un revistero, que había visto en un reportaje sobre Portugal, con un asteroide por un lado y un rinoceronte por el otro “.
    Era una pieza muy rara para su colección.
    Ya no cabiamos en casa, ¿No podría coleccionar algo más pequeño ?
    Todavía tuve tiempo de contemplar los peces payaso, escuchando un suave pizzicato de guitarra portuguesa.

  31. Me encontraba volando cruzando el océano. Empezaba a entrarme somnolencia a causa del ronroneo de los motores del avión, y no quería dormirme, así que cuando la azafata se acercó con un revistero repleto de las más variadas publicaciones, le pedí algunas. Ojee una sobre el espacio con fotos de un asteroide, que según decía, se aercabaa la tierra. Otra, de animales, donde se contaba que un rinoceronte hembra, había tenido un parto múltiple, no frecuente en esta especie. Ninguna me atrajo especialmente. Al final, oyendo una maravillosa música andaluza con el tono especial del pizzicato interpretada al violin por Malikian, me quedé dormida.

  32. Me encontraba volando cruzando el océano. Empezaba a entrarme somnolencia a consecuencia del ronroneo de los motores del avión. No quería dormirme, así que cuando la azafata se acercó con un revistero repleto de las más variadas publicaciones, le pedí algunas. Ojee una del espacio con fotos de un asteroide que según ponía, se acercaba a la tierra. Otra de animales, donde era noticia que un rinoceronte hembra había tenido un parto múltiple, no frecuente en esta especie. Ninguna me atrajo especialmente. Al final, oyendo una maravillosa música, con el tono especial del pizzicato, interpretada al violín por Malikian, me quedé dormida.

  33. Hola ¿me lees un libro? Me pierdo en ese océano de letras.
    Está bien, saca uno del revistero.
    Este me gusta, “el asteroide que no quiso caer” .
    ¿Porque sonríes?
    Tan solo ver su portada me hace feliz. Un dibujo con forma de rinoceronte gris que se acerca a la tierra y que tiene cara de susto.
    Será porque tendrá vértigo.
    O quizás quiera vivir más tiempo allá arriba. Con esa música de pizzicato se va a creer que hay un muelle para volver a la estratosfera.
    Abuelo, ¿te cambio la música?

  34. Buceando en el océano de mi humilde morada, diviso esos objetos que forman parte de la casa y hoy no le encuentro su sentido.
    Me adentro en el revistero, es uno de ellos, donde se acumulan multitud de revistas macerando polvo, esperando su turno para ser recicladas.

    Saco la revista Muy Interesante con el gran titular “¿Qué pasaría si un asteroide impactará contra la Tierra?”, ahora le toca al National Geograhic con la portada ” Rinoceronte negro de África extinguido”.

    Mientras de fondo, como otro sábado más de zafarrancho, es el programa Pizzicato quien ameniza la mañana a las niñas.

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