ESCRIBE TU RELATO DE ABRIL (I): EUGENIO SÁNCHEZ Y CARLOS HERRERO, TRIPULANTES DE CABINA DE IBERIA

Primera Semana: Esta semana nos da las Cinco Palabras los Tripulantes de Cabina de Iberia: Eugenio Sánchez y Carlos Herrero desde Puerto Madero, Buenos Aires (Argentina), junto a la fragata Presidente se inspiraron sus palabras:

Cañon
Emblema
Celeste
Protegido
Lana

Este mes dedicamos al Colegio de Educación Especial Peñalara de Collado Villalba (Madrid, España).

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34 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE ABRIL (I): EUGENIO SÁNCHEZ Y CARLOS HERRERO, TRIPULANTES DE CABINA DE IBERIA”

  1. ¡Suelta mi lana!

    Larry empujó sin miramiento ninguno y con el cañón de su pistola a Peter, apretando fuertemente contra el emblema sangriento en forma ovalada que éste llevaba en su hombro derecho, después de recibir a bocajarro, la bala de su semiautomática Walther P99, carente de martillo externo, dejando ver así un feo agujero en su brillante y lustrosa camisa color celeste. Éste lanzo un agudo grito de dolor.
    ―¿Ya no te sientes tan protegido, eh, sucio y maldito traidor? ahora va, suelta ya la “lana”, así mi abuela podrá acabar de una puñetera vez mi maravilloso jersey de punto de cruz.

  2. El sonido del cañón era atronador y el humo de las detonaciones no dejaba ver el emblema del barco que, entre nubes, parecía tener un color celeste que se difuminaba en el ondear de la niebla.
    El pirata, con el parche en el ojo y la pata de palo, seguía con un solo ojo el abordaje del bajel que portaba el tesoro; oro y plata, piedras preciosas y agua de coco, todo traído de las Américas y bien protegido.
    Una luz brilló a lo lejos y las palabras fueron un eco de órdenes inapelables.
    – ¡A dormir!
    Y el niño, abandonó su sueño para cobijarse entre la lana antes de que mamá llegara.

  3. Me lo has puesto fácil, si estamos junto a la fragata tengo que decir aquello del cañon, con cien cañones por banda, viento en popa a toda vela… esa letra que es un poco el emblema de todas las fragatas, cuando estamos en una miramos al mar y soñamos navegar, miramos al cielo y su azul celeste nos invita a volar. Hoy me he sentido protegido, en la cubierta del barco envuelto en tu manta de lana he cerrado los ojos para poder seguir soñando que estábamos en una fragata y te recitaba a Espronceda

  4. “Arte sin balas”

    Bola de cañón desdibujado
    y desvaído.
    Proyectil inofensivo.
    Pintura imprecisa y sin detalles;
    tan sólo sugerida.
    Como Monet y su sol naciente,
    emblema impresionista
    del arte interpretado.
    Cielo celeste, pleno de luz.
    Protegido por pinceladas
    que lo convierten en amigo.
    Como al abrigo de la lana,
    que da calor o frescura
    según lo necesitas.
    Sin carga explosiva.
    Sólo arte, color y sensaciones…

  5. Homenaje a un soldado argentino

    Un CAÑÓN se llevó, allí en Malvinas, tu obstinada esperanza.
    Hoy encuentro tu EMBLEMA y recuerdo tu carta: A mamá le pedías que flameara CELESTE -ojos, cielo, mar, calma- sobre la cabecera de mi cuna.
    Querías que tu hijo disfrutara esa imagen serena, justo antes de quedarse dormido sin tu cuento. Así se sentiría PROTEGIDO por un símbolo patrio: la bandera, resguardada por su padre con su vida.
    Hubiera preferido escuchar esta historia de tu boca, con mis medias de LANA, en pijama.
    ¿No comprendes? La lana quita el frío. La palabra… abraza hasta salvarnos.

  6. Menudo cañón de mujer que acaba de pasar!!!! Es que era poner los pies en la calle y tenía tras de sí a toda una legión de caballeros que la seguían como si fuera el santo emblema de su hermandad .
    Y la verdad era que ese vestido celeste que tan ajustado le quedaba le hacía parecer una divinidad.
    Por eso no le extrañó en absoluto que el más joven de todos ellos se autoproclamara su protegido. Si se le caía la baba cual imberbe mozalbete….. dicho lo cual ella tomo su precioso chal de lana y se cubrió pícaramente sus torneados y trabajados hombros dando lugar a más de un suspiro y más de un desfallecimiento. Daba igual lo que hiciera y donde fuera.
    Siempre tenía su séquito tras ella.

  7. Certero como un cañón
    y bien alto mi emblema
    apunto al celeste cielo de tu mirada
    y me pierdo protegido
    en la calidez de tu corazón de lana.

  8. El intercambio
    Cruzó el cañón de Rio Leza azotado por la ventisca de nieve, cubierto con una capa de terciopelo dónde se veía el emblema de su linaje. Celeste, escondida entre las crestas del acantilado, esperaba el momento para atacar. Tardaba en cruzar, y pensó que se habría protegido de la tormenta. Echó una cabezadita mientras escampaba. Al despertar vio alejarse a un ermitaño envuelto en su manto de lana raída y deshilachada. Caminaba despacio, apoyado en una gruesa y vetusta vara. Sonrió pensando que el anciano no temía a los elementos tanto como su contrario; su captura seria pan comido

  9. Festival en el Castillo
    Viajábamos con los niños camino del castillo y su padre respondía a las mil preguntas que hacían: emplazamiento, razones bélicas, de estrategia…
    De pronto, uno gritó ¡Mirad! ¡Allí se divisa un cañón!. Enseguida otro exclamó: ¡Yo veo el emblema en la bandera!
    Ya en la entrada, yo contemplaba el cielo celeste que había, mientras ellos se admiraban de ¡cómo estaba de bien protegido el castillo!.
    Al regreso comentaban la experiencia, y hacían alardes del regalo de una borla de lana que lograron; era del caballo más bonito, mejor competidor, que iba mas lindamente enjaezado.

  10. Un bello águila imperial, volaba majestuosamente, por el CAÑÓN, de los abruptos desfiladeros montañosos existentes en regiones castellanas. Era todo un EMBLEMA en estos cielos CELESTES de primavera; especie PROTEGIDA, como la LANA de alpaca, pero aquí ella la imperial, acampaba a sus anchas.

  11. Suena un cañón. Cuando suena un cañón es signo de guerra o de fiesta.
    El emblema de mi tierra se alza en los mástiles. Cuando se alza el emblema es signo de guerra o de fiesta. Ahí podemos ver uno, contrastando con el excepcional celeste con el que está coloreado este día.
    No sé si debo creer que debo estar protegido ante una terrible guerra o salir a la calle para celebrar alguna fiesta.
    No lo sé, pero elijo salir y en el bolsillo llevo toda mi “lana” para gastarla en una noche que confío sea feliz.

  12. Amanece, tras el cristal la Torre del Reloj marca las horas puntas con sonido sordo de cañón envejecido.
    Perderse por sus calles adoquinadas es un regalo de la vida, Corrientes, Libertad, Lavalle, Florida, Caminito, todas emblema , todas latidos que bombean de la ciudad.
    Amanece, la noche deja paso a un sol que descubre un cielo celeste que colorea en plata su rio.
    Camino, me pierdo y me siento protegido, me siento en casa.
    Ciudades hermanas unidas por un hilo de lana ,tan lejanas y tan cercanas.
    Mi infancia, mis recuerdos,mi calma.
    Buenos Aires

  13. Decorado de lana y color celeste, en la parte central, protegido por un emblema inmenso:
    “La respuesta está en tu…” y saliendo de un cañón, tu corazón.

  14. Desde mi cañon interior, surge un infinito emblema: “Universo celeste como mi tejado, a la vez, sintiéndome protegido por una lana, a veces gris y otras pura blancura”.

  15. EL DISFRAZ

    Con forma de ternura,
    envuelto en besos de algodón,
    así se presentaba
    con sibilina intención,
    el cañón,
    que alimentaba sus palabras.

    Escondida su fuerza explosiva
    bajo el emblema de la caricia,
    esperaba de una celeste mirada
    el éxito de su seducción.

    Cualquier defension era tibia
    como del vino su geografía,
    no existía corazón protegido
    de sus artimañas y estilo.

    Cuando aparecían sus palabras
    envueltas en ovillos
    de cálida lana, soñabas,
    con vencer cualquier invierno
    sumergido en tus entrañas.

    Solo era, un disfraz.

  16. TIEMPOS MODERNOS

    Se acabaron las fiestas de cumpleaños con aquel cañón lanzando miles de kilos de confetis dorados. Su emblema dejó de ser un ladrillo sobre un mar de billetes morados. Ahora se conforma con ver, a través de los barrotes de la ventana, el azul celeste repleto de estrellas, mientras protegido con una roída manta de lana intenta dormir para soñar, de nuevo, con aquellos jugosos bancos suizos.

  17. TEMBLORES

    Cualquier ruido fuerte le produce un sobresalto. Temblando corre a buscar un refugio donde esconderse. Le resulta imposible olvidar aquel cañón, que no cesaba de disparar ni de día ni de noche, cuando vivía atrapado por el fuego enemigo en su ciudad.

    Permanece grabado en su memoria, como el emblema del poder destructivo de los que lo asediaban. Le impide disfrutar de un día tranquilo al aire libre, de un sol radiante brillando en un cielo celeste, a pesar de que ahora está muy lejos de allí, protegido por un hogar, en lugar de bajo una raída manta de lana.

  18. La excursión no me estaba gustando nada; había ido por el típico compromiso que no puedes eludir.
    Ahora nos tocaba una visita obligada al museo donde se encontraba el mítico cañón ( emblema de la ciudad ),en una sala repleta de todo tipo de armas.
    Contemplé el cielo azul celeste que se veía desde la ventana, y cerré los ojos un instante, pensando, en cuantos cielos habría oscurecido con sus fogonazos. Se suponía que había protegido a mucha gente, pero yo salí de allí ,envuelta en mi poncho de lana, pensando tristemente en cuantas armas innecesarias para tantas guerras absurdas

  19. Ahí va mi relato:

    “Qué estupidez”

    Qué stupidez humana utilizar la garganta como cañón de palabras ofensivas. Creernos emblema de belleza y ética. Solo apreciar nuestro propio cromosoma. No ver en el cielo más colores que el celeste habituado. Pensar que nuestro corazón está protegido por una batuta mágica y el débil escudo de la estabilidad.
    Qué estupidez humana considerarnos más que estas humildes ovejas…

    – María, ¿Me estás hablando?
    – No, Pepe. Rezo mientras cardo esta lana.

  20. Tengo frío.
    El CAÑÓN del revólver apunta de nuevo contra mi sien.
    La luz que entra por el ventanuco incide directamente sobre el EMBLEMA del grupo armado.
    Temo por mi vida si no accedo a revelar la contraseña, pero temo aún más por las posibles víctimas si ellos consiguen descifrar mis notas.
    Explosión.
    Todos sentimos la onda expansiva y yo acierto lanzándome al suelo esquivando la bala que lleva mi nombre.
    Escucho que dicen: Operación CELESTE cerrada con éxito.
    Mientras pienso que seré un testigo PROTEGIDO me cobijo bajo la manta de LANA, pero el frío sigue helándome la espalda. A.M.

    Aunque ya lo colgué el domingo, al parecer publiqué en otro enlace.

  21. Acertijo 37

    Resuena como el cañón
    que en ronco bramar retumba,
    es como voz de ultratumba,
    su emblema es chispa y turbión.

    Convierte el azul celeste
    en pardo y tonante gris,
    e invade en menos de un tris
    Norte, Sur, Este y Oeste.

    De su fuerza sobrehumana
    nadie se halla protegido.
    Suave como suave lana,
    con puntualidad britana
    prorrumpe en un estampido.

  22. Wangari
    II
    La voz de Kiano sonó en la choza como el estampido de un cañón. Portaba un cuchillo con mango de marfil, emblema de su pertenencia al consejo de ancianos del poblado.
    – Mañana deberás llevar a Njeri a Kioni-
    Wangari miró fijamente a su marido y escondió a Njeri tras ella.
    -Njeri no irá a Kioni-
    Njeri, asustada, se asomaba tras la falda azul celeste de Wangari. Su cuerpecito, protegido por su madre, temblaba. Wangari, levantó la cortina de lana de la puerta y empujó fuera a Njeri.
    Kiano se acercó amenazador y Wangari lo empujó, al tiempo que le quitó el cuchillo clavándoselo en el pecho.
    Kiano, sorprendido, se desplomó como un saco.

  23. “MARCADO”

    Frente al espejo experimentó otra vez la sensación de estar atrapado en el fondo de un profundo cañón arcaico imposible de escalar. Su apellido, el ineludible emblema que lo distinguía, dictaba su trayectoria cual cuerpo celeste que gira en una órbita establecida. Su apellido, determinando cada uno de sus pasos, su conducta, su carrera, amigos, su existencia… ¿Quién era? ¿Un ser privilegiado, protegido por su flamante nombre? No. Sólo veía una prenda de vestir: una corbata de seda, un traje de lana fina… Acuñado de por vida con una etiqueta distintiva que marcaba el alto precio de su individualidad.

  24. La acampada anual en el cañón del río Lobos se había convertido en el emblema del grupo scout. El comienzo del otoño era siempre una época bonita gracias a esa primera cita con la naturaleza después del campamento de verano y el descanso de la tropa. La bóveda celeste se llenaba de estrellas y aquel parque natural protegido nos recibía con sus verdes brazos abiertos de par en par. Solía hacer buen tiempo pero nunca faltaba en nuestra mochila una buena chaqueta de lana con la que calentarnos de madrugada, en las charlas junto a la hoguera nocturna. ¡Divina juventud!

  25. Tras la visera transparente del casco su cara iluminada mostraba sorpresa y regocijo. Sus ojos no dejaban de mirar el extraño artefacto que yacía en aquella extraña tierra. Aquel cañón semienterrado parecía tener miles de años. Aún se distinguía un emblema de fondo celeste con extraños caracteres. A pesar del tiempo, la falta de atmósfera había protegido la forma y colores de tan fantástico hallazgo. Lana, emocionada por tal tesoro arqueológico alienígena, programaba la cuadrícula para su estudio y catalogación.

  26. Me acerco al mirador como si quisiera formar parte del mar y entrase de lleno en el atardecer, escoltada extrañamente por un cañon medieval que apunta al infinito. Emblema de nuestro carácter isleño, que teme constantemente ser invadido y prefiere sin duda su mundo propio, celeste, feliz y protegido. Agradezco el jersey fino de lana que siento sobre mi piel mientras cae la noche, furtiva, y se lleva para mi desconsuelo la confianza desde la que mi alma divisaba…

  27. El cañón, símbolo y emblema de cruentos enfrentamientos entre civilizaciones, tras largos años de cargar con la culpa del dolor y sufrimiento de la desgracia humana, bajo un cielo azul celeste que muestra la calma que asoma tras la tempestad, exigió sin demora la necesidad de sentirse protegido. Se giro hacia el único ser humano que quedaba en la llanura y le dijo: unos cardan la lana y otros crían la fama….

  28. Batas blancas a su alrededor con gesto serio y palabras complejas, palabras sobre su bebé que no entendía y que como un CAÑÓN retumbaban en su cerebro. Durante años visitó hospitales con el mismo EMBLEMA. Era un emblema CELESTE que aún lo recuerda en su retina. Tras una larga peregrinación, decidió que su bebé estuviera PROTEGIDO no sólo con LANA y seda, sino de mucho amor, respeto y comprensión.

  29. Andaba él por el bosque cuando a punta de cañón le asaltó un lobo uniformado. -¡Enséñame el emblema!- ordenó. “¿Qué emblema?”
    Le llevó detrás de un gran arbusto y en el suelo había grabado un gran emblema. “Si eres de estas tierras tendrías que llevar esto marcado a fuego en tu piel…” dijo el animal señalándole. El chico alzó sus ojos suplicantes al celeste… ¿Qué rara ciencia ficción era esa?

    -¿Puedo ser tu protegido?- preguntó. “No y si fueras oveja ya me habría zampado hasta tu lana… ¿Qué llevas en la cesta?”.

    Llevo una… ¡Paloma blanca!

    Y echó a volar.

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