ESCRIBE TU RELATO DE MARZO (V): Agnes Pareyio desde Tasaru – Narok (Kenia)

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Agnes Pareyio y Mar Olayo

Quinta Semana: Esta semana nos da las Cinco Palabras una de las mujeres que más ha luchado contra la Mutilación Genital Femenina en Kenia, Agnes Pareyio fue elegida en el 2005 como MUJER DEL AÑO EN KENIA por NACIONES UNIDAS. Desde Narok (Kenia) la fundadora de la ONG TASARU nos envía sus palabras:

Niña
Circuncisión
Hombre
Vaca
Escuela

"Me gustaría agradecer a los escritores solidarios de Cinco Palabras, por el trabajo que están haciendo para asegurarse que los grupos que están trabajando en África tengan ayuda y financiación". (Agnes Pareyio)

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Este mes dedicamos la causa a Tasaru que lucha contra Mutilación Genital Femenina en Kenia.

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No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

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18 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE MARZO (V): Agnes Pareyio desde Tasaru – Narok (Kenia)”

  1. Era solo una niña…..una niña pequeña. Asustada y sola….y ya la arrastraban en volandas para que presenciara en vivo y directo la tragedia de la circuncisión. Lloraba. y sus lágrimas no servían para nada. Nadie las veía. A nadie le dolían.
    Hasta que se dio cuenta que humildemente un hombre la estaba mirando. Se estaba compadeciendo de ella y le propuso a su familia un trato. El sacaria cada dia la vaca a pastar y la ordeñaria a cambio que la dejara ir a la escuela. Que era inteligente. Que podía ayudar a si misma y a otras en su misma circunstancia. Que llegaría lejos ….

  2. No me llames hombre, llámame Jesús

    No me quedan sueños, la Niña, María, aquella que conocí y amé nada más posarse mis ojos en ella, fue mi felicidad pero, también mí perdición… con ella perdí la virginidad, después, llegó mi anunciación como hombre santo, no sin antes pasar por la Circuncisión, dejando atrás mi adolescencia y dando paso al Hombre. Para luego, y ahí viene lo gracioso, convertirme en “la Vaca sagrada” de un montón de borregos, seres anodinos en busca siempre de su redención. Así fue como creé Escuela, la cristiandad, la que, años más tarde daría nombre, sangre y horror, a la inquisición.

  3. Tan niña y sin entender apenas nada, has vivido la circuncisión de tus hermanos y la ablación de tus hermanas. Y tú no quieres ese destino. No quieres que te humillen, arrancando parte de tu feminidad. Ni ser vendida a un hombre, a cambio de alguna vaca que engorde el patrimonio familiar. No eres mercancía intercambiable.
    Todo esto todavía no lo sabes, porque eres muy niña, pero lo intuyes. Y tu sensibilidad se revela y un poso de tristeza se instala en tu corazón. No puedes descifrarlo, aún no, pero te duele. Tu sueño es poder ir a la escuela, tan sólo eso: Una oportunidad.

  4. Soy una niña.
    Hay palabras que no entiendo, como circuncisión, dolor, ley, muerte…
    El hombre me asusta. El hombre daña. Y las cosas que hace, aunque no las entienda, sé que duelen.
    Me mira a mí y a mi hermana como puede mirar a una vaca, como puede mirar algo que no termina de ser humano, algo a lo que dominar y a lo que sacar un beneficio.
    Yo solo quiero ir a la escuela. Y seguir siendo niña, sin preocuparme por aquello que no entiendo todavía, sin tener miedo, sin sentir daño.
    Ser niña, ser feliz, sin más.

  5. Una niña, señora, es una NIÑA…
    Disculpe la insistencia y la tautología. Ahora mire sus ojos aterrados. ¿Merece la tortura de una CIRCUNCISIÓN innecesaria que podría causarle enfermedad y muerte?
    Un día dará a luz (si es que lo logra) y heredarán -sus hijas- derechos vulnerados, sufrimiento, el miedo a la pregunta: ¿El HOMBRE no comprende el valor de la vida?
    La violencia jamás debe ser consentida. Una VACA, una dote, nada justifica el espanto infinito de las mutilaciones.
    Y las cicatrices casi nunca enseñan. Para eso está la ESCUELA: allí puede ampararse la mujer que será. Por favor ¡sálvela!

  6. Niña, no te tapes los ojos!!!, le dijo su madre. Hoy es el día de la circuncisión de tu hermano y es un día feliz para él, porque se convertirá en hombre, igual que tú te convertirás un día en mujer cuando te corten. Pero no esperes que por ti vendamos una vaca para que vayas a la escuela como haremos con tu hermano, porque lo único que necesitarás saber en la vida es cómo obedecer a tu futuro esposo. Y la niña abrió los ojos y lloró y lloró….

  7. Deja que el canto de una niña bajo el filo de la circuncisión, sea su propia liberación mientras el hombre cede en su bondad la vaca como ofrenda hacia la libertad.
    Abriéndole el camino hacia la nueva escuela, hacia su nueva posibilidad de ser.
    Mientras su escuela es su propia salvación, dándole forma al cielo abierto de su mente, sus vecinas rabiosas murmuran.
    Sobre ella existe una oportunidad de encontrar su propia voz bajo la protección de NGAI.
    Por cada puesta de sol,
    Su camino se está trazando
    con lectura, palabras e incluso
    nuevas sensaciones que la hacen
    cantar libertad .

  8. PEQUEÑO ABU

    Mantengo en mi memoria aquel terrible recuerdo, como grabado a fuego, aunque era muy niña, cuando a mi hermano Abu le practicaron la circuncisión. Fue brutal, todavía en mis sueños, escucho sus gritos de dolor. “Tienes que ser valiente si quieres convertirte en un hombre”, le decían. Lo sujetaron para que no se moviese y, sin ninguna higiene, actuaron en nombre de la tradición.

    Desde aquello ya no fue el mismo. Lo pusieron a cuidar de la vaca, dejó de ir a la escuela y poco después enfermó.

    Nunca pudo dejar de ser un niño, una infección se lo impidió.

  9. – Papá, ¿qué es la circuncisión? – dijo aquella pequeña niña – Mmm… ¿dónde lo has escuchado?… ¿Te has terminado ya el cuento de Peter Pan? –
    – Sí, Papá pero dime… – Salieron a pasear, a tomar un helado, se pararon en aquel puesto de muñecas antiguas. – Pero Papá, ¿qué es la circuncisión? – volvió a preguntar la pequeña. – Bueno… digamos… ¿conoces… conoces la historia del hombre…? Pero… ¡aún no hemos ido a la feria que nos dijo Mamá! – Corrieron avenida abajo.
    – “La vaca visita nuestra escuela”, esta atracción… ¿será genial? – Entraron los dos de la mano. – Papá y ¿qué es… circunspección?-

    ¿Circunspección?

  10. 10 VACAS, 15 CABRAS Y 20 SACOS DE MAÍZ

    Shaira siendo niña sufrió la terrible ablación para según sus antepasados ser una fértil mujer. Rasul padeció la circuncisión ya que así sería hombre de una vez. Los dos apenas adolescentes contemplaban con estupor como sus familias discutían de cabezas de ganado, de sacos de maíz y por fin acordaron vaca arriba, vaca abajo el precio justo por Shaira. Entonces llego el día señalado, músicas, danzas, elegantes túnicas, ninguno de ellos dos entendía nada, Shaira y Rasul, tenían un solo pensamiento que acabará pronto aquello para regresar a la escuela y así poder con sus amigos jugar a cosas de niños.

  11. En un pequeño asentamiento, de chozas en África, vivía un pequeño grupo de familias, con numerosos hijos.
    Se acercaba, un día especial. Las NIÑAS, cuidaban de los mas pequeños; mamas cocinaban y papas, buscaban frutas en la selva, otros pescaban.
    Se preparaban para el gran día , los muchachos varones, se iban a someter a la CIRCUNCISIÓN. Era el paso para convertirse en HOMBRES. Todos colaboraban para preparar las viandas, ordeñaron a la VACA, para extraer su rica leche que a todos gustaba.
    Invitaron al acontecimiento, a un joven, que iba de aldea en aldea, dando clases de cultura, a los chiquillos les enseñaba a leer o matemáticas en ESCUELAS improvisadas.

  12. Nací niña y el cielo cayó sobre mi cabeza.
    No sería nada, nada valdría.
    Hubiera preferido ser niño. Cierto que tendría que pasar por la circuncisión, pero ello me convertiría en hombre y me daría estatus social, no sería una moneda de cambio, mi vida no se tasaría en una vaca y lo más importante, podría ir a la escuela.
    Acostada sobre la mugrienta manta me orino encima y mil agujas se clavan inmisericordes en mi sexo recién mutilado.
    Mis lágrimas, silenciosas, invisibles como yo, no quieren venganza, sólo reclaman justicia.

  13. Una NIÑA de ojos grandes, asustados, lloraba ante la inminente CIRCUNCISIÓN que la esperaba. Su madre lloraba también, recordaba.
    Un HOMBRE traía a su VACA como ofrenda.
    Eran tan pobres.
    Los ojos del hombre chispeaban de placer contemplando a su presa.
    El padre de la niña sabía que estaba prohibido, soñaba con leche y carne para su familia.
    Eran tan pobres.
    La niña lloraba y lloraba, solo pensaba en no dejar atrás su escuela.-

  14. No soy esa niña que tiembla ante las amenazas.
    No soy ese niño obligado a la circuncisión sin derecho a decidir.
    No esta una mujer que llora sometida.
    Ni este hombre incapaz de ser feliz.
    No soy pez, ave ni vaca, ni la escuela fui.
    No sé lo que soy, pero en esta familia estoy.
    ¡Guau! ¡Qué vida de perros! Ni yo me entiendo…

  15. —Soy una niña. ¿Qué sé yo lo que es una circuncisión ni dar placer a un hombre? Nada de eso me interesa por ahora. Escucha, no sé mucho todavía, pero estoy segura de que valgo más que una vaca. Y cuando sea mayor, si decido casarme, voy a hacerlo por amor con un chico que me guste. Ahora quiero jugar, ir a la escuela, estudiar, aprender, divertirme… Ah, y no quiero ser mutilada. ¡Y no porque sea cobarde! ¿Me entiendes?

    La madre, incrédula pero conmovida ante el discurso de su pequeña, bajó la mirada. La entendía, pero… ¿podría ampararla?

  16. Alguno de los navegantes sospechaba que Colón era judío. Vicente Yáñez, el Pinzón que capitaneaba la Niña, retó varias veces a Cristóbal para que se bajara los pantalones y mostrara que no tenía hecha la circuncisión. Al llegar a las indias la cosa se tranquilizó y dejaron al hombre en paz temporalmente. Un buen día, con una borrachera de ron tremenda, se quedó dormido en un prado y una vaca le comió las ropas. Al levantarse y enseñar sus vergüenzas, todos comprobaron estar equivocados. Creo en la veracidad del relato, pero no la aseguro. ¡Ese día falté a la escuela!

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