ESCRIBE TU RELATO DE MARZO (I): RADIO ALMA (BRUSELAS)

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Irene, locutora de Radio Alma (Bruselas)

Primera Semana: Esta semana nos llegan las Cinco Palabras desde Bélgica, más concretamente desde Bruselas y nos las envía Irene Quintela, locutora de Radio ALMA (Bruselas), junto a su compañero Carlos Tejera, que el pasado sábado nos hicieron una entrevista para dar a conocer nuestras causas en el centro de Europa y éstas fueron sus palabras:

Alma
Bruselas
Lluvia
Febrero
Recuerdos

Este mes dedicamos la causa a Tasaru que lucha contra Mutilación Genital Femenina en Kenia.

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40 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE MARZO (I): RADIO ALMA (BRUSELAS)”

  1. Encontrar el envés de la memoria
    El ALMA duele cuando un día cualquiera —en BRUSELAS, Madrid o Buenos Aires— la LLUVIA trae aroma a sueños rotos.
    En FEBRERO no pasa casi nunca, pues suele ser el mes de tu cumpleaños. Y digo “suele” porque sé que a veces festejas en agosto, abril, octubre o el día que prefiera presentarse el milagroso parto de la duda.
    Alguien vuelve a nacer cuando sospecha que la cruel sucesión de sus RECUERDOS bien podría tener otros colores, un sonido distinto, una textura que le cambie el sabor a su memoria.

  2. Una silueta, la tuya, bajo la fría lápida…

    Se me conmovía el Alma,
    cuando estaba ante tus ojos color violeta,
    eran tan dulces cuando me mirabas.
    Los rememoro cada día,
    desde la noche en que nos dimos
    nuestros primeros besos allá en Bruselas.

    Nunca lo olvidaré, fue bajo la Lluvia,
    mojados los dos hasta los huesos,
    en aquella soledad fría de Febrero.
    Estábamos muy juntos, solos tú y yo,
    labios unidos, olvidados del mundo.

    Recuerdos… memoria de un ayer
    que hoy se hunde en mi alma, me desgarra,
    golpea, me lacera las entrañas.
    Estoy solo, imaginando desde la distancia,
    una silueta, la tuya, bajo la fría lápida…

  3. Dicen que el alma es liviana y que apenas pesa .. pero hay momentos que parece que llevo encima de mis hombros el peso de todas las que me han precedido .
    Intento escapar de todo lo que necesites rodea y coger el primer vuelo a Bruselas… aunque se que es un mal momento y puede que la lluvia estrope mis planes de pasear hasta perderme en una ciudad en la que ni me conocen ni conozco. Pero claro. Es febrero y el paraguas se convierte en la mejor compañía.. aunque si ha prefiriendo otra que me haga construir futuros recuerdos aunque soy consciente que pata ello haya de sufrir . Aunque merecerá la pena. Como siempre . Vivir merece la pena.

  4. Su alma sabía en ese momento a… ¡coles de Bruselas! Un sabor amargo sin una caricia de sal… Y su cuerpo ¿qué hacía? Estaba bajo la lluvia de Febrero frente al mar, ¡su más salvaje y salado infinito!
    Las olas le mojaban las puntas de los dedos de los pies… Paseaba pisando la espuma dejando huellas o recuerdos… ¡Plaf, plaf!
    Las siguientes olas los borraban.
    Recordaba haber estado ahí tomando algo mientras reían y disfrutaban pero… ¡Ahí había una mesa, oh sí! y… otras cosas que ya no veía. Alma, alma que sabía a coles y sus pies a…
    ¡Sal!

  5. ¿El ALMA puede doler? Me duele, siento una opresión en mis sentimientos, ¡esas caras, esos ojos! Duele. deberíamos ir todos a BRUSELAS, ya que es la “Capital de Europa” y allí pedir que no haya más mutilaciones genitales a niñas, eduquemos, expliquemos a viva voz si es necesario, vayamos hasta Kenia, recorramos las tierras bajo la LLUVIA o bajo el sol, estamos en FEBRERO y no esperemos hasta marzo, urge la solución. Mañana los RECUERDOS de no haber hecho nada nos pesaran.

  6. Un dolor agudo, profundo aguijoneó mi alma.
    Mis manos sostenían el informe de la clínica Bruselas. Imposible aceptar el diagnóstico.
    Arrugué el papel con ira y salí a la calle furiosa.
    Una fina lluvia, propia del mes de febrero, caía sobre mí incapaz de apagar el fuego abrasador que me consumía.
    Lloraba amargamente por mis recuerdos, aquellos que paulatinamente irían desapareciendo del archivo de mi cerebro. Acabaría por olvidarlo todo, por morir estando viva.
    Alcé mis ojos al cielo y grité, grité hasta romperme la voz y acto seguido empecé a programar mi suicidio.
    Hoy me despido, hasta siempre.

  7. Llegué a casa agotada, con el Alma en los pies, la reunión había durado más de tres horas y aun no podía creer, que en dos dias, me mandaran a Bruselas, así sin más.
    Llego el día, la Lluvia me acompañó durante todo mi viaje.
    Me fui sin confesarte mi amor.
    Me fui sin despedirme.
    Me fui en Febrero y llegué en marzo
    Han pasado tres años y sigo aquí, en esta oscura ciudad, pensando en ti…
    ¿Y ahora? Ahora, solo me quedan Recuerdos.

  8. Nuevo Horizonte
    Desprovista de su alma, perdida entre el gentío que disfrutaba del carnaval, continuó caminando bajo el disfraz de su desgracia.
    Secos y vacíos, sus ojos descifraban el gratuito mensaje de su amiga: «Vive en Bruselas con su nueva pareja». No le importaba. Nada le concernía ya.
    Ahora, la luna y las estrellas adornaban la estampa del desfile; otrora, la lluvia y la nieve habían adornado la carroza de febrero, sin dejarse sentir. Había sido feliz, entonces.
    Una fina escarcha caía sobre sus recuerdos, y diluía sus entrelazadas y felices figuras de otros tiempos.

  9. Volver
    Volvía de Bruselas,una tarde de febrero.Mi corazón a galope tendido por la emoción del reencuentro, espere allí sin poder evitar ese pellizco en el alma.
    El agua recorría los cristales, pero esa tarde la lluvia no calaba mi ánimo. Entonces te vi, entre tanta gente solo te veía a ti, dejé la maleta atrás y corrí a tu encuentro.
    Te llame por tu nombre, pusiste tus orejitas alerta y movías el rabo feliz. Quién ha visto la sonrisa de un perro alguna vez, no la olvida.
    De nuevo juntas compañera, volvemos a recorrer el camino juntas:fabricando recuerdos.

  10. DOS DIAMANTES…
    Mi madre dio a luz a dos niñas gemelas, una era mi hermana Candela, la otra era yo, Victoria.

    Papá le regaló un par de pendientes por nuestro nacimiento.
    Dos brillantes engarzados en oro blanco.

    El día que cumplimos los 18 años, mamá hizo de aquellos pendientes un colgante para cada una, que colocó alrededor de nuestros cuellos, “os mantendrán siempre unidas”.

    Los años hicieron que Candela y yo tomáramos caminos diferentes, pero siempre con nuestros diamantes colgados.

    Pasamos décadas sin vernos, sin hablarnos, sin encontrarnos, ni la muerte de nuestros padres hizo que volviéramos a coincidir.

    Sin saber nada la una de la otra, fue la vejez la que nos hizo coincidir, aquella mañana en el jardín de la residencia de ancianos, donde había decidido pasar mis últimos años, sentí el reflejo y la llamada del diamante gemelo.
    Aquellos dos diamantes habían hecho caminos diferentes, pero el tramo final de la vida volverían a recorrerlo unidos.

  11. Toda el ALMA puso en conseguir llegar a BRUSELAS. Y luchar! Denunciar! ¡No más mutilaciones genitales en su familia, en su aldea, en su querida Africa.. Nada la detendría ni siquiera la persistente LUVIA que le impedía ver con claridad los caminos. Se lo contó un profesor: allí se reunirán hombres importantes en FEBRERO y solucionarán cosas importantes. ¿Y qué puede haber más importante? ¡No lo han solucionado ya porque no lo saben! Y ella se lo va a contar a todos…Y llorarán y lo prohibirán y los sufrimientos de tantas niñas ya serán sólo malos RECUERDOS..

  12. Alma llegó a Bruselas una fría noche, hace ya más de cinco años. Aún no sabe qué fue lo que le impulsó a tomar aquella repentina decisión, la de marcharse de aquella manera, sin despedirse de nadie, sin rendir cuentas a nadie.

    Hoy camina bajo la suave lluvia del mes de febrero, junto a su nuevo amor, por paisajes ya de sobra conocidos. Su fresca risa alegra el día gris en el que se cumplen cinco años de su llegada allí.

    Y tú que tanto la quisiste, que no fuiste capaz de renunciar a tu cómoda vida para perseguir el utópico sueño de una loca, por fin te has atrevido a ir a verla. Y solo logras contemplar su felicidad escondido detrás de un árbol. Pobre cobarde, de recuerdos has sobrevivido y solo de recuerdos tendrás que sobrevivir.

  13. El abrigo de paño fino, no servía para aplacar la tiritona, que hacía chasquear sus dientes. Después de una noche atroz, donde hasta el Alma que no tenía quedó hecha trizas, la desapacible mañana en Bruselas, estaba resultando auténtico martirio. Al frío se unieron las primeras gotas de lluvia, de este mes de Febrero que comenzaba. Aceleró el paso, las gotas cada vez más frecuentes, aventuraban que se acercaba una buena. Debía llegar a tiempo para deshacer el hechizo. Quizá así podría recobrar la paz. La paz eterna. Como eterna estaba siendo su desdicha. En sus recuerdos, varios siglos vividos de tormento. Jamás en todos ellos, consiguió un amor duradero.
    Era una bruja atrapada en un error cometido. Nunca podría vivir el amor. Y nunca para una bruja, es mucho tiempo. Debía de acabar con el hechizo…

  14. El hombre paseaba triste y pesaroso mientras sentía que su alma se le partía en dos. Su investigación, que le había llevado hasta esa calle de Bruselas, no había dado frutos.
    Mientras sentía como la lluvia le calaba hasta los huesos, intentaba olvidar aquel triste día de febrero en que vio como su amor desaparecía de su lado. Sus recuerdos se hicieron cada vez más insoportables. Tanto que el hombre, no pudo más y sin aferrándose a la única solución que le quedaba, sacó su celular y marcó el número del teléfono de la esperanza

  15. En un incandescente crisol, su alma lentamente se fundía, desapareciendo así su identidad. Ya no habrían bruselas que pudieran sacarla de la copela, desaparecida en la fusión.
    En un último intento, intentó forjarse con una fría lluvia, pero lo único que consiguió fue desgajarse en miles de fragmentos, precipitándose al suelo con la misma levedad de una nevada de febrero.
    A la salida del Sol del nuevo día, no quedaron más recuerdos de sí que unas leves manchas de humedad.

  16. Título del relato: ¿QUIÉN SOY YO AHORA?
    La LLUVIA arreciaba en BRUSELAS. Busqué un lugar donde resguardar mi cuerpo… y mis RECUERDOS. Este FEBRERO mi ALMA estaba casi seca a pesar de la lluvia. Estaba a miles de kilómetros de mi hogar. Sola. Sola en la inmensidad de la nada. Entonces me pregunté ¿Quién soy yo ahora?

  17. Acertijo 33

    Ni manantial ni fontana
    eres, ni charco ni rio.
    Mudo, sin decir ni pio,
    te asomas a la ventana
    al relente, al calofrío.

    Tu alma, tus entretelas,
    elixir es deseado,
    y un placer mas disfrutado
    en Sevilla que en Bruselas.

    Lluvia que alivia y aplaca,
    ya sea en Agosto o en Febrero,
    y es bálsamo mañanero
    para curar la resaca.

    De un tiempo casi remoto,
    en recuerdos olvidado,
    te tienen de decorado
    o arrumbado y boquirroto.

      1. Dice un viejo refràn: El que borracho se acuesta con agua se desayuna. Es pues el botijo.

  18. Permanece grabado en su alma lo que sintió aquella tarde en Bruselas. La lluvia de febrero no le mojaba, él ni recuerda que lloviera, de tan centrado que estaba en la conversación, en la hablada y más aún en la gestual.
    Ella dijo: el cuerpo es solo un traje que nos prestan al nacer y el mío lo hizo un diseñador borracho.
    No volvió a verla, queda entre sus recuerdos la noche que compartió aquel cuerpo, tan diferente de los cánones, tan delicioso como ninguno. Queda en su corazón aquel alma con la que hizo el amor aquella noche.

  19. TRISTEZA INFINITA

    Todos dicen que sus ojos eran el reflejo de su alma.
    Algo sucedió en Bruselas que la transformó. Su mirada; otrora cristalina, quedó empañada tras una fría lluvia de melancolía y desesperación.
    Cuando le pregunto, por única respuesta obtengo una expresión vacía y un casi inaudible susurro ─ Febrero ─ No hay más nombres ni más hechos compartidos, todo queda escondido bajo el tormento de sus recuerdos.
    Hace seis meses que soy su psiquiatra, pero no pierdo la esperanza. Aún no sé cómo, pero estoy decidido y no pararé hasta ayudarle a liberar su espíritu enjaulado.

  20. Tenía el ALMA en un puño. Desde que había recibido el e-mail desde BRUSELAS, concediéndole el trabajo requerido, su mente había empezado a hervir todas las ideas que había generado. Significaba un nuevo comienzo y su estómago rumiaba el miedo que tenía ante tantos nuevos cambios.
    Ya en el Aeropuerto, recogió su maleta y salió al encuentro de ese destino elegido. Se sorprendió con la LLUVIA de FEBRERO humedeciendo su rostro y un tropel de RECUERDOS inundaron su pensamiento.
    Se sonrió con los ojos abiertos y empezó a andar.-

  21. Sentía el alma húmeda, como las mismas calles de Bruselas bajo la lluvia que brillaban con el color plomizo del pavimento mojado y del cielo gris.
    Febrero era el mes más triste y solitario, el más cruel y despiadado de los meses.
    La evocación de los hechos no encontraba fisuras tras las cuales derramarse y se agolpaba en un incesante ruido de motor, de enjambre, de muchedumbre.
    El recuerdo tenía colores propios, aromas concretos, palabras quedas y silencios estridentes que siempre le gritaban lo mismo.
    -Fue un Febrero inolvidable, – decía- pero ahora, estás sola en Bruselas.

  22. AUSENCIA

    Ya no sabe qué hacer para que le deje de doler el alma. Desde su llegada a Bruselas por motivos laborales, su vida se ha ido desmoronando hasta no quedar absolutamente nada, tan solo ruinas.
    La distancia ha enfriado la relación con su novio, la desconfianza se ha instalado entre ellos y poco a poco su amor ha desaparecido con la última lluvia de febrero.

    Sabe que el tiempo todo lo cura, que cuando menos lo espere dejarán de doler la añoranza, la ausencia y los recuerdos. Ahora en su corazón es frío invierno, pero pronto florecerá la cálida primavera.

  23. SIN VIDA

    Arde mi cuerpo
    en llamas,
    seca de ausencias
    el alma,
    apenas puede ayudarle,
    solo un hilo húmedo
    permanece
    prendido de mis labios
    donde,
    el calor de tus besos
    y el eco de tu risa
    conservan algo de vida.
    Bruselas ya no importa,
    se ha secado a pesar
    de la lluvia,
    como mi cuerpo,
    como yo misma,
    prisionera en los silencios
    de tu partida
    en este Febrero cruel
    en el que la muerte
    me ha hecho un guiño
    caciquero,
    dejándome huecas
    las entrañas,
    vacía sin tus recuerdos.
    Hueca, sin vida.

  24. Se mofaban, calentándose con maderos robados, llamándole ¨loca´ por recoger telas raídas. Cuando los mendigos dormían, ella unía retales a la luz de las brasas.
    No importaba que pensaran que era un alma ingenua, con esperanza de ser atendida en la sede de la UE de Bruselas en su lucha por la dignidad. Ni la lluvia de insultos de vagabundos indolentes por haber fracasado, ni el frío febrero incrustándose en su piel.
    Sabía que le ayudarían y los malos tiempos serían recuerdos difuminados…

    Una mañana, la capital belga despertó perpleja ante un Atomium cubierto por una alegre colcha coloreada.

  25. PEPE I
    – Marchando uno con leche y una tostada.
    Alma, la dueña, sudamericana , menudita y de piel de aceituna, cantó la comanda sonriendo a Pepe que entraba en el bar Bruselas frotándose las manos en aquella mañana de lluvia de un Febrero loco que hoy se mostraba especialmente frío.
    Pepe se sentó en la mesa de la ventana y volviéndose hacia el mostrador, levantó el brazo y, como todos los días, dijo:
    – Alma, me gustas más que el chocolate con flan. – Y Alma se reía y sus negrísimos ojazos se transformaban en una delicada rayita-
    De las paredes colgaban numerosos recuerdos de Ecuador.

  26. UNA CIUDAD, UNA AUSENCIA
    Mi alma solitaria vaga perdida por las grises calles de la vieja Bruselas, en donde cada rincón me habla de ti. Camino sin rumbo y la triste lluvia de Febrero me dice tu nombre y cada gota inunda mi corazón con tus recuerdos, y me hace sentir tus besos cuando juntos vivimos nuestra pasión aquí. Fuiste mi vida, mi aire, mi ser, hasta que la vida te dejo sin aire a ti, y marchaste para siempre, dejándome solo con tu añoranza clavada en mi corazón y sin poder olvidarme jamás de ti…amor.

  27. Del azul prusia de la Ría de Vigo,con la luminosa diafanidad del
    mediodía,despegué con mi ALMA macerada en vivencias,paisajes y emociones,rumbo a BRUSELAS,que me recibió,como casi siempre,con la pertinaz LLUVIA del mes de FEBRERO.Yo regresaba pertrechado de RECUERDOS de atardeceres eternos,en los que el sol antes de acostarse
    reza una oración entre los muros románicos de la ermita de
    Nuestra Señora de la Lanzada.

  28. Me llamo Alma, con dos grandes vocales abiertas que ayudan a mostrar una sonrisa, acaso leve, a quien me nombra. Hoy he madrugado para ir al mercado a comprar vino, tomates, y repollos pequeñitos…

    -Coles de Bruselas —me corrige un sonriente tendero.

    He invitado a cenar a unos amigos. Me gusta hacerlos sonreír y contagiarme de su alegría. Soy como la lluvia en febrero que pinta arcoíris en el frío invierno.

    Cuando, siendo una inocente criatura, has padecido el infierno de la Mutilación Genital Femenina (MGF), es difícil mirar al cielo, pero hay recuerdos que solo con amor se curan.

  29. Alma seguía nerviosa pensando en la mañana de entrevistas y charlas que le esperaba en su visita a Bruselas. La fina lluvia era algo extraño para ella pues en su poblado de Kenia nunca caía de ese modo y este año, además, habían sufrido el febrero más seco de la última década. Tantos recuerdos de su infancia se amontonaban en su cabeza que era difícil ordenarlos. La primera visita fue a la radio. Mizimu, así llamada en su tierra, habló distendidamente sobre ese esperpento que es la mutilación genital femenina que ella tuvo que sufrir en sus carnes. ¡Feas costumbres!

  30. Todavía tengo el alma prendida de las maravillosas calles de Bruselas, aunque el día que llegué, me recibió una tarde de lluvia del mes de febrero.
    Cuando me inscribir en el viaje por el mes de noviembre, me advirtieron que en febrero tenía muchas posibilidades de encontrar un tiempo muy lluvioso, cosa que no me importó.
    Son muchísimos recuerdos los que me traje de una ciudad que pude visitar bajo la lluvia, la misma que me guio en búsqueda del refugio y al mismo tiempo me encontraba cada rincón que tenía un gran encanto. Así pude disfrutar descubriendo otra ciudad.

  31. ¿ Qué decisión tomar ?. Tenía el alma dividida, debía hallar alguna solución rápidamente. Por una parte tenía por delante una brillante carrera profesional, y por otra su vida personal. En éste año vivido en Bruselas había encontrado a alguien excepcional.
    Habían coincidido resguardándose bajo una intensa lluvia de Febrero: fue un flechazo a primera vista.
    Ahora tenía que decidir, y el que todo quedara en unos bellos recuerdos la partía en dos; pero no podía dejar pasar esa oportunidad, para la que tanto se había preparado.
    ¿ Lo entendería él ?, ¿ estaría dispuesto a seguirla ?, ¿por qué tenía ella ese sentimiento de culpa ?

  32. Viajo, vivo , lloro, mi alma vuela a lugares donde el cuerpo estuvo antes, antes de conocernos, antes de olvidarnos.
    Podría ser cualquier ciudad, cualquier lugar, pero Bruselas amanece con el ruido de la lluvia golpeando mi ventana en un Febrero que siempre me desilusiona, días que me hacen volver a tus recuerdos, a tus abrazos , al amanecer en otra ciudad y tener la certeza que al volver tú ya no me esperas.
    Y viajo, vivo y lloro.

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