Tercera Semana: Esta semana recibimos las Cinco Palabras de los autores del libro '50 años del Vicente Calderón' (una memoria histórica del estadio fútbol del Atlético de Madrid), ellos son los periodistas Miguel Ángel Guijarro, Nacho Montero y Cristina Mosquera:
Lealtad
Blanco
Mariposa
Barro
Cuenco
El libro '50 años del Vicente Calderón', editado por LID Editorial, repasada la historia del estado rojiblanco del equipo Atlético de Madrid, que está viviendo su última temporada en el fútbol de élite antes de que el club 'colchonero' se mude a jugar como local en el estadio Wanda Metropolitano.
El texto, escrito por los periodistas Nacho Montero, Miguel Ángel Guijarro y Cristina Mosquera y con prólogo de Paolo Futre, repasa medio siglo del Vicente Calderón a través de momentos cumbres en la historia del Atlético Madrid y de los acontecimientos que se han vivido en este escenario... un lugar por donde han pasado los artístas más grandes de la música internacional.
Con un precio de 24 euros en papel y de 14,95 en e-book, el libro tiene 192 páginas con centenares de fotografías inéditas e infografías donde también se profundiza en la figura del expresidente Vicente Calderón y se repasan los conciertos más importantes que se han celebrado en el estadio. Además, a los responsables de Cinco Palabras nos llamó la atención porque es un libro solidario, ya que parte de los beneficios de los autores irá destinado a Fundela (Fundación Española para el Fomento de la Investigación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica).
En la presentación del libro en San Lorenzo de El Escorial (Madrid, España), nuestra presidenta, Mar Olayo, coincidió con ex jugadores del Atlético de Madrid como Adelardo o Luiz Pereira, los cuales apoyaron Cinco Palabras.
Los autores del libro nos dedicaron un ejemplar para uno de nuestros colabores más fieles como es Quique Pérez Rioja, un Atlético de pro y que además nos sirvió como regalo de cumpleaños, ya que este mes de enero celebra su onomástica.
Este mes dedicamos la causa a África Sol Safaris en Johannesburgo que ayuda a niños huérfanos de la favela de Kosmos (NPO) en Hartbeespoort.
Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:
No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.
El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)
(*) Escribe el relato en esta PÁGINA pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 5€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.
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Lo miré con lástima, mis ojos estaban empañados en lágrimas. Lo sabía de sobra, jamás encontraría a nadie con más Lealtad hacia su dueño que él. Su color, Blanco, como su carácter, siempre juguetón y travieso. «Como cuando lo recogí de un cubo de la basura donde “alguien” con no muy buen corazón y peores sentimientos, lo había tirado». Con pena le acerqué su juguete preferido, una Mariposa de goma, le encantaba, sequé su viejo hocico, manchado de Barro, por último, puse cerca su Cuenco con agua limpia y fresca. Con agradecimiento me lamió la mano, esa fue su despedida.
Una o la lealtad, bien puede ser al color blanco. Un color difícil de encontrar en una linda mariposa, llena de colores, los mismos que se encuentran reflejados en el barro de un cuenco, cuando llueve y después sale un preciso arco iris, con sus siete colores que son la fuerza para que los sentimientos dan esa vitamina tan positiva.
En los colores también podemos encontrar la lealtad. Por ejemplo en los colores de las banderas de cada país o de algún momento deportivo ahí se encuentra la lealtad.
¿Que se considera como la pureza? Lo que tiene color blanco.
Acertijo 27
Que no quiere volar
lo tengo claro,
aunque por ala fina
va circundado.
Con lealtad
se aferra contra el viento
a su lugar.
Elegante y de blanco
viste en verano
y con él parecemos
acicalados.
En él puede posarse
la mariposa,
o prenderse las damas
clavel o rosa.
Que no está hecho de barro
decir yo puedo
y que vuelto hacia arriba
hondo es cual cuenco.
No comete pecado
quien no lo acierte,
mas quebrad un poquito
vuestro caletre.
Acertijo 27: el sombrero
¡Qué lista eres!
Buscó en el diccionario la definición exacta de la palabra lealtad: “Sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos o hacia alguien”. La escribió en un papel en blanco con la intención de escribir una carta a su pareja y la leyó varias veces. Respeto. Fidelidad. No hace daño quien quiere sino quien puede -pensó.
Arrugó el folio, lanzándolo a la basura. ¡Canasta!- sonrió y volvió a su mariposa de barro. Se remojó las manos en el cuenco de agua y retomó el camino fiel que siempre la guiaba a la felicidad: el ARTE.
Embrujado.
No encontró a Capitán, y salió de viaje sin esperarle. Seguro que estaría con su nueva amiga. No temía perderlo porque sabía que su lealtad era su bandera. Confiado, tomó el sendereo, blanco por el manto de nieve caída la noche anterior, y llegó a su casa sin percatarse de la mariposa que le acompañaba durante el trayecto. Estaba cansado. Las botas y calzas estaban manchadas de barro, y cuando fue a coger el cuenco para lavarlas, y se percató del ser multicolor posado en la manilla de la puerta. Escuchó una vocecita le decía; « ¡Javier, soy Capitán!»
Buscó en el diccionario la definición exacta de la palabra lealtad: “Sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos o hacia alguien”. La escribió en un papel en blanco con la intención de enviar una carta a su pareja y la leyó varias veces. Respeto. Fidelidad. No hace daño quien quiere sino quien puede -pensó.
Arrugó el folio, lanzándolo a la basura. ¡Canasta!- sonrió y volvió a su mariposa de barro. Se remojó las manos en el cuenco de agua y retomó el camino fiel que siempre la guiaba a la felicidad: el ARTE.
LEALTAD
Siempre he mantenido mi lealtad, pese a que en más de una ocasión he sido el blanco de su ira, como aquel día que persiguiendo una mariposa por el campo me metí en un charco y me manché de barro, cuando regresé a casa además de recibir unos buenos azotes por ensuciar el suelo, me dejó el cuenco vacío de comida durante tres días, menos mal que pude desenterrar del jardín algunos tesoros escondidos para sobrevivir.
Hoy cuando su carácter se ha ennegrecido tanto como su visión, su única compañía somos la oscuridad y yo, que sigo siendo su fiel perro guía.
Se presupone que la lealtad es un valor que va asociado a la amistad….pero cada vez que miro a mi alrededor me doy cuenta de mi error….para mi las cosas siguen siendo el blanco o negro. No me gusta lq gente interesada en indecisa que va cual mari posada de flor en flor.
Prefiero los limpios de corazón. La gente auténtica como el barro que si sabes estar a su altura vuestra amistad será una obra de arte cual más bello cuenco.
Mi silencio podìa romperse tan sólo con el batir de las alas de una mariposa.
Hoy el cuenco de barro que tanto tiempo estuvo vacío, se llena con montones de bonitas palabras que me hacen sentirlo todo.
A veces uno piensa que la lealtad no se encuentra fácilmenta en este mundo. Pues yo he sido capaz de verla en el blanco de tus ojos. Tan sólo un ligero vistazo a tu sonrisa me basta para saber que estás conmigo.
Estuviste siempre. Perdoname amor, si no me di cuenta
Matías XX
Habían llegado a casa. A Marita ya no le debía lealtad. Se sentía engañado. Tenía la mente en blanco.
– Con lo que has hecho- dijo- provocarás un efecto mariposa. Tu error es no saber que no puedes controlar las mentes.
– Me gustaría que me escucharas- contestó Marita con seguridad – Nuestra especie peligra. Era necesario corregir el fallo que produjo la mutación incontrolada que hizo a vuestro cerebro autónomo. Nuestra sociedad se deshizo como barro seco ya una vez por eso. Necesito revertir tu cerebro.
– Tu no puedes revertir nada.- le cortó Matías- Sólo quieres dejarlo como un cuenco vacío. Hablemos de Adela.
La lealtad hacia su Patria le había llevado a alistarse en el ejército. Le había sido encomendada una misión y estaba en el punto de mira para dar en el blanco. En ese silencio que precede a la muerte, sintió un sutil movimiento que le hizo levantar la mirada…………… , una mariposa revoloteaba agitando sus alas llenas de lindos colores. Enseguida desapareció, su vuelo fué tan efímero como la vida de los soldados que estaban al otro lado del frente…………….¡¡¡¡¡¡BUM!!!!!! . Se acercó para cerciorarse del resultado de su misión, los cadáveres se esparcían sobre el barro y su alma quedó tan vacía como un cuenco al que no le han puesto ni tan siquiera agua.
Siempre se es demasiado joven para vivir de recuerdos. Tu lealtad, sellada entre fogones, agujas y maquetas, es una condena. El camino sigue en blanco y las señales son tan claras, ¿no lo ves?
El revoloteo de la mariposa en tu estómago cuando te asomas a ese camino abandonado, duele cada vez más. El futuro está hecho de barro; tus manos tienen que esculpir esas alas con las que una vez te ibas a dormir. Pon todos tus caprichos en un cuenco, quémalos en un ritual de despedida y vuela. Donde quiera que vayas, yo te estaré observando, mi amor.
Di mi palabra de honor. La lealtad es una cualidad innata en los pobres y los niños. No existe un interés oculto, una avaricia, una ambición. Me quedé blanco cuando oí la acusación del profesor: !Es tu culpa Manrique! ! No podía,ni quería delatar a Pedro por ello asumí las consecuencias de sus actos. Mi mente volaba a otros mundos mientras la regla me machacaba los riñones. Una mariposa se posó en el alfeizar de la ventana; libre, sin cadenas. Todo acabó y se me ordenó ir a limpiar el barro de mi ropa con un cuenco de agua limpia.
VACÍA
Siempre actuó con LEALTAD, con su familia, sus amigos e incluso con compañeros de trabajo, con cualquiera que se cruzase en su vida. Era un espíritu BLANCO, dispuesta a irradiar su energía positiva.
Pensaban que ella era una persona muy fuerte, que no necesitaba el apoyo de los demás, desconociendo que debajo de aquella coraza, se escondía un alma frágil, una MARIPOSA.
Ahora su cuerpo, como hecho de BARRO, se ha roto en mil pedazos, derramándose el CUENCO donde guardaba lo que hacía latir su corazón.
Sentiría su alma vacía, si no la llenase de ilusión él… su gran amor.
Magnifico relato
TAN PEQUEÑA !
Se me arrugan a veces las palabras,
a veces lloro
escribiendo versos sin conseguir
el poema,
a veces, debiéndole lealtad
al sentimiento,
me quedo en blanco
con la mente sumergida
en tormentas de arena.
Sueño con ser mariposa
volando en silencio
en vuelo rasante y
suave aleteo,
pero las alas de barro,
que pena!
tanto me pesan,
que con inconclusos versos
me caigo, adiós poema,
en un cuenco,
me repliego y me escondo.
Tan pequeña!
Era consciente de que lo incumpliría, así que cruzó los dedos al prestar juramento de lealtad.
Esta duraría justo el tiempo que tardaran en presentarle un cheque en blanco que pagara su traición. Su pertenencia al grupo se adivinaba tan frágil como las alas de una mariposa.
En su enmudecida conciencia se reconocía a sí mismo como un hombre con los pies de barro. Los duros golpes que recibió en su vida le habían demostrado que lo único que le merecía la pena era tener el cuenco lleno y las espaldas cubiertas.
El Vicente Calderón estará siempre en mis recuerdos, como estuvo el Metropolitano en los recuerdos de mi padre y mi abuelo y el cambio a un nuevo estadio, llámese como se llame, no hará que ningún colchonero pierda su lealtad, porque esa es a unos colores: rojo y blanco. ¡Cuántos efectos mariposa habré causado haciendo la ola en el estadio! ¡Cuánto barro habré traído en los zapatos desde allí! Dicen que también cambian el escudo pero tampoco importa, porque el bueno lo tengo en el cuenco del desayuno, en la jarra de cerveza y, sobre todo, ¡grabado en el corazón!
Seguramente ese era el único sitio del mundo donde se sentía a salvo y podía ser ella misma. Lealtad era el nombre con el que su padre había bautizado ese solitario caserío rodeado de montañas, que en invierno la nieve vestía de blanco. Allí era donde regresaba siempre que se sentía perdida.
Desde que se bajó del coche, un torrente de emociones le había removido por dentro, pero nada como depositar las llaves dentro de la colorida mariposa de barro, que tantos años atrás, sus infantiles manitas habían modelado en forma de cuenco.
Por fin estaba de nuevo en casa.
Lealtad, fidelidad. ¿Todo es blanco o negro? ¿Se puede ser desleal sin ser infiel? ¿O al contrario? ¿Puede una mariposa ser infiel a esas flores que le gustan tanto? ¿O quizá desleal? ¿De dónde habrán sacado el barro para hacer este cuenco?
Se bebió lo que le quedaba de café con leche y pensó que la resaca no le estaba sentando nada bien.
Llevaba mucho tiempo privado de libertad. Todo aquello fue un error, estaba en el país y momento equivocados. Ya no había esperanza para él.
El blanco de las paredes de su celda contrastaba con los vivos colores de aquella mariposa, que se colaba cada tarde por la ventana, y le trasportaba a bellos lugares.
Pidió un poco de barro para entretenerse y sobrellevar aquella soledad que le atormentaba; con ello pudo hacer aquel pequeño cuenco, fue el primero de muchos; y poco a poco, con sus manos, pudo dar sentido a esas horas vacías, que nunca parecían pasar.
Llevaba mucho tiempo privado de libertad. La causa fue la lealtad, estaba en el país y momento equivocados. Ya no había esperanza para el.
El blanco de las paredes de su celda contrastaba con los vivos colores de aquella mariposa, que se colaba cada tarde por la ventana , y le transportaba a bellos lugares..
Pidió un poco de barro para entretenerse y sobrellevar aquella soledad que le atormentaba; con ello pudo hacer aquel pequeño cuenco , fue el primero de muchos; y poco a poco con sus manos, pudo dar sentido a esas horas vacías, que nunca parecían pasar.
(relato corregido )
Es por lealtad a mi palabra que paso las noches en blanco y solitario. Largas noches en las que el volar de una mariposa se me antoja estruendoso. Noches que me siento modelado, cuál figura de barro, que se diluye en tus manos, hasta que me conviertes en cuenco ahíto de desesperanza.
Un día observando a mi querido Orión, mi labrador, grande y pachón, pero siempre atento a mí, llegue a la conclusión que era él, sinónimo de lealtad, para él solo existe lo blanco y lo negro, no hay medias tintas, ni dudas. Me cuida y protege incondicionalmente, le gusta morder su pelota, a la mariposa hacerle volar, perseguir a un gato tirándose por el barro, haciéndome reír, ¡ imposible enfadarme con él!, cuando luego se echa su cuenco de agua encima y así creer lavar la muestra de su travesura. ¡Cuánto dan y que poco piden!
Hagamos un pacto,bajito,que nadie nos oiga.
Susurrame al oído,te prometo lealtad.
No necesito cheques en blanco,ni papeles ni contratos. Que tu firma dibuje una mariposa de alas grandes y colores vivos,eso quiero,eso necesito.
Que el barro sea para jugar y no para hacer resbalar y que tu fortuna sea medida en caramelos en un cuenco a rebosar,eso quiero,eso te pido.
Te prometo lealtad.
Vino por la noche. Siempre me sorprendió la lealtad que mi abuela le profesó a mi abuelo hasta su muerte, cuando el blanco de sus ojos se fue oscureciendo, agrietándose. Vestía ella oscura, como una mariposa que estuviese de duelo. Me condujo fuera de la tienda. Hizo que me tumbase en el barro. Sentí el dolor, intenté apartarla, pero no pude. Se lavó las manos en el cuenco que usaba también para los guisos. Me dejó allí, acurrucada en un rincón. La sangre me corría por los muslos, pero no podía verla entre las lágrimas.
En un poblado de Nigeria, la tribu calaba, festejaba la subida al trono de su joven Rey. El padre del mismo. Suplico. LEALTAD, a los ciudadanos de su tribu para su hijo, joven heredero del trono. BLANCO plumajes, lucia sobre sus hombros. El joven Rey, dio libertad a una MARIPOSA, que encontró en el barro, a la orilla del rió. Todos cogieron un CUENCO, y con danzas triviales, brindaron con licor de caña destilada; festejando y deseando fertilidad y larga vida a su nuevo Rey