ESCRIBE TU RELATO DE DICIEMBRE (V): CRISTINA CIFUENTES

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Cristina Cifuentes

Quinta Semana: Esta semana tenemos el honor de recibir las Cinco Palabras que nos regala la presidenta de la Comunidad de Madrid (España), Cristina Cifuentes.  Por lo tanto, las palabras para esta quinta semana del mes de diciembre representan a una institución muy importante para los madrileños y son las siguientes:

Azul
Miedo
Coche
Niño
Sol

Cristina Cifuentes Cuencas (Madrid, 1 de julio de 1964) es una política española del Partido Popular. Desde el 25 de junio de 2015 es presidenta de la Comunidad de Madrid.

Anteriormente, ocupó el cargo de Delegada del Gobierno de España en Madrid desde enero de 2012 hasta abril de 2015, cuando cesó para presentar su candidatura para las elecciones autonómicas de 2015.

Este mes dedicamos la causa al Hospital Docente Padre Billini de la República Dominicana.

Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:

No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.

El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)

(*) Escribe el relato en esta PÁGINA pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 5€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.

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25 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE DICIEMBRE (V): CRISTINA CIFUENTES”

  1. La magia de la navidad

    Aparté un instante la mirada del asfalto y miré el cielo, no estaba precisamente Azul, era noche cerrada y lo vi tan profundo y negro que, sentí Miedo… mis piernas y manos temblaron, obligándome a que levantara el pie derecho del acelerador del Coche y apartar mis manos del volante. No ocurrió nada… se detuvo silencioso. En la calzada, un Niño de apenas ocho años, sonriendo me contemplaba y, juraría que sus ojos brillaban como el Sol y dándome calor al alma y pasión a mi corazón desilusionado que tanto necesitaba. ¡La magia de la navidad me encantaba!

  2. Qué triste es el mes de diciembre, es el mes de la Navidad y el mes en que se murió mi madre, cuando el cielo esta AZUL clarito creo que me mira y por eso no tengo MIEDO aunque se haga de noche, entonces me asomo a la ventana y espero que llegue el COCHE, mi padre llega cansado pero siempre quiere jugar con su NIÑO y me acaricia el pelo y me pregunta que he hecho durante el día, le digo que he jugado al SOL en el patio al juego de sombras que él me enseñó

  3. No se que tiene el color azul que desde siempre ha ejercido un magnetismo especial sobre mi. Incluso cuando tenía miedo si cerraba fuertemente los ojos y pensaba en este color me inundaba un sentimiento de paz increíble
    Es tal la fijación que tengo por este color que hasta el coche que estoy pensando en adquirir para el próximo niño será de esta tonalidad….un otra semejante
    Venga familia que tenemos que ir corriendo al concesionario a buscar este modelo antes que se ponga el sol y cierre.

  4. Llovía gotas de mar azul con olor a algas, los árboles temblaba de miedo por la fuerza del viento, presagio de catástrofe. Un coche continuaba ajeno a lo por venir, por la misma vía donde corría una mujer con su niño en brazos. El huracán avanzaba inexorable.
    Ante todo esto, un anciano se empeñaba en mirar bonito en busca del calor del sol.
    Alguien corrió hacia él.
    – Mire viejo…, con todos mis respetos a los años que carga, ¡no rete a la naturaleza!, mejor váyase a casita para que pueda ver otras amanecidas.

  5. El oscuro azul de la noche la envuelve, el miedo no la deja dormir, el sueño se repite una y otra vez. Está feliz, tranquila y segura de sí misma. No ve el coche que se acerca, no lo oye, está distraída mirando a un niño que ríe y señala un gran sol que está dibujado en el escaparate de la tienda de bañadores. Un ruido la alerta, chillidos, el golpe y … la nada. Otra noche sin dormir, quizás un vaso de leche y un baño la ayuden a relajarse..

  6. Me aproximo con prudencia y me inclino sobre la espejada superficie azul del estanque. Lo hago como quien teme resbalar y caer.
    El miedo mantiene mis ojos cerrados, no en vano será la primera vez que miro mi rostro tras el accidente de coche.
    Acogida a la luz mortecina de la tarde, abro los ojos, me observo atentamente… ¡esa no soy yo!
    Desesperada, lloro como un niño que recibe el juguete equivocado.
    Despierto con el sol del amanecer. ¡Qué alivio, una pesadilla!
    ¡Lola! gritan, ¡asómate!
    Me acerco a la ventana. Ahí está mi regalo: un flamante coche azul.
    ¡Lagarto, lagarto!

  7. MILAGRO Y SUEÑOS

    Es esa luz en tu mirar,
    ese azul tan inocente
    el motor de mi alegría.
    Disipa de día mi miedo
    por la noche me adormece,
    esa luz en tu mirar
    me hace valiente y fuerte.
    Hoy, ya vacío mi vientre
    y llenas tu vida y la mía
    nada puede arrebatarme
    ilusiones renacidas.
    Parirte en un coche,
    saberte niño, ( igual daba
    pero así has nacido),
    en un Madrid navideño
    con el sol de mediodía
    acariciando mis senos,
    me hace sentir dadora
    de milagros y de sueños.

  8. PASO A PASO

    Amaneció una mañana radiante, un cielo AZUL turquesa sin nubes. Parecía el momento adecuado para perder el MIEDO e intentar nuevos retos olvidando el pasado.
    Atrás quedaron las prisas, la obsesión por llegar rápido a todas partes con el COCHE. Volvió a sentir el placer de la brisa fresca acariciando su rostro, sin horarios, tan solo deseaba disfrutar jugando con los amigos, reír como un NIÑO, aprovechando la calidez de los primeros rayos de SOL.
    Poco a poco, consiguió ponerse en pie abandonado su silla de ruedas. Había logrado lo más difícil. Ahora, paso a paso, conseguirá alcanzar sus sueños.

  9. Acertijo 24

    Es cuadrúpedo y no anda
    y jamás oirás sus quejas
    y aunque tiene dos orejas
    no oye y nada demanda.

    Visten su tieso esqueleto
    de la cabeza a los pies
    de azul, de gris, blanco o preto
    que diría un portugués.

    Dulce y cálido me abraza,
    y en él, de miedo sesteo,
    confiado, como un niño
    en los brazos de Morfeo.

    Aunque no es un tren ni un coche
    en él es fácil viajar
    a un onírico lugar,
    ya sea con sol o de noche.
    Fácil es de adivinar.

  10. Matías XVII

    Yo soy Morina y, por mis servicios al Consejo, conseguí el escudo azul, por eso pude enviarte aquí y por ello me condenaron No entiendo tu miedo a morir. Te comportas como un niño. Estás educado para desarrollar tu función sin pensar. ¿Qué ha pasado? Me prohibieron revisar el protocolo fallido de clonación de tu serie y me rebelé. Sólo tú, de todos los que envié a la Tierra, vives. Estoy aquí por mi cuenta, para corregir ese error genético. Y sé cómo hacerlo. Yo no informo a Festus.
    – Ponte el cinturón. Y Marita arrancó el coche.
    El sol enrojecía el alba.

  11. En el AZUL de sus ojos se reflejaba el MIEDO. La velocidad del COCHE transitando fuera de control, era cada vez mayor. Pisaba una y otra vez el pedal del freno, en un intento nulo de conseguir detener el vehículo. Horrorizada pensaba, que cuando alcanzarán la zona de curvas, se saldrían de la carretera que bordeada la costa, y caerían al mar.
    El NIÑO viajaba en el asiento de atrás, sentado en su silla de seguridad. A través del espejo retrovisor lo veía dormir. Ella sólo quería estar entre sus sueños. Mientras, el SOL, iluminó por última vez su cara.

  12. espierto entre el vaivén azul profundo respiro. Tan y tan hondo -Escapo- Atrapando abril entre mis manos, tus manos y el tragaluz de tus pestañas -Verano.
    Parpadeo a 98 instantes por segundo que van al viento al tiempo sin miedo; kilómetros de lo que quedó al pasar. Lo que seguirá y será sin ser hilvanado en el quizás. Bajo los trazos de un fotomatón y el polvo arena de la guantera. Así este coche retoma la pauta y avanza. Sujeto a la ruta sin mapa que el niño sol canta.

  13. Despierto entre el vaivén azul profundo respiro. Tan y tan hondo -Escapo- Atrapando abril entre mis manos, tus manos y el tragaluz de tus pestañas -Verano.
    Parpadeo a 98 instantes por segundo que van al viento al tiempo sin miedo; kilómetros de lo que quedó al pasar. Lo que seguirá y será sin ser hilvanado en el quizás. Bajo los trazos de un fotomatón y el polvo arena de la guantera. Así este coche retoma la pauta y avanza. Sujeto a la ruta sin mapa que el niño sol canta.

  14. ¡AZUL!
    Lo pintará todo de azul, sin miedo. Azules en todas sus gamas, desde ese azul clarito que viste su coche al del jersey azul marino que viste ese niño.
    ¡AZUL!
    Quiere un mundo azul y se empeña en lograrlo y se encuentra apoyado en su empeño hasta por el sol, que ilumina el cielo dejando una pluralidad de tonalidades, siempre en azul, sobre ese mar, en que se pueden apreciar otra gama de tonalidades del mismo azul madre.
    ¡AZUL!
    Efímero, que la noche borrará en negro para al amanecer volver a decidir como pintar el mundo.

  15. En un día azul pálido como el de hoy, quisiera esconderme por un rato en la palma de tu mano. Dibujando las curvas de tus líneas mientras me sujetas fuerte. Que el miedo a perderme no me alcance, ahora que estás lejos. Oigo un coche pasar; tampoco eres tú esta vez. Contengo el ansia en mi pecho de plata, cuando tu terrible sonrisa de niño travieso me ilumina desde un lugar escondido de la memoria, como una cálida y tenue mañana de sol invernal. El viento frío del norte se acerca, lo presiento; pero tú aún sigues tan lejos. Vuelve.

  16. AZUL

    ¿Quién dijo que el azul es un bello color? Para mí siempre ha sido sinónimo de miedo y terror, incluso en aquella ocasión en que me tocó en un sorteo un coche deportivo, lo rechacé por ser de esa tonalidad.
    Desde niño mi mente quedó marcada por el odio a ese color, ya que nunca podré olvidar las burlas, los golpes, las humillaciones que el abusón de clase, enfundado en su suéter azul, me daba cada día, y que por mucho que luciera el sol para mí era oscuro y gris.

  17. Uno de los sueños de mi vida se está convirtiendo en realidad, vestirme con el traje azul para mi princesa. Atrás va quedando el miedo atroz de que no pudiera culminarse. El desasosiego que el vacío que se apodera de mi corazón cuando, después de estar contigo, te bajas del coche, refugiándote en tu castillo.
    Mientras yo cabalgo en solitario, lloro como el niño aquel al que le han arrebatado sus sueños.
    Todo ello se desvanece cuando vuelvo a ver el reflejo del Sol en tus ojos y el infinito vértigo que tus labios me provocan en cada uno de tus besos.

  18. El color azul, es ajeno al sentimiento del miedo, el azul claro en el representa el rumbo de un coche, en que se encuentran aquellos sentimientos del niño que soñaba con alcanzar el sol, creía que la claridad del astro rey le daría energías renovadas con las que alcanzar el maravilloso horizonte donde y junto a la imaginación creía que podía descubrir de nuevo la auténtica magia de la navidad el calor humano que es lo que alimenta sentimientos de humanidad.
    Una humanidad que en ocasiones se encuentra oculta entre tanto ruido social, sólo podemos contemplar el mundo en silencio

  19. Se acercó a un pequeño ventanuco del habitáculo en el que la habían encerrado y miró a través de los barrotes, el azul del cielo se había oscurecido y pronto acaecería la noche. El miedo se apoderó de todos sus sentidos, sólo recordaba que la habían introducido en un coche por la fuerza y si quería salir con vida tendría que huir. Pero……….¿cómo?, se echó a llorar como un niño pequeño y se quedó dormida. Las voces y los gritos de los agentes de policía la despertaron, salió afuera y los rayos del sol inundaron su cara, ¡había sido liberada!

  20. Siempre había sido su príncipe azul, por eso no le dio ningún miedo quitarse de encima a todos los moscones de discoteca y acercarse a decirle lo que sentía por él. Él aceptó, cogieron el coche y se fueron lejos a confirmar su amor. Pararon en un hotel de carretera y allí lo consumaron. Él, cinturón negro de karate, se sintió como cuando de niño, nervioso, tuvo que salir a competir por primera vez. Ella, algo mayor que él y más madura, no dudó en tomar las riendas y hacer el amor a su príncipe hasta que salió el sol.

  21. Cuando todo se ve negro, azul o rosa y no cambia de color, cuando el miedo al cambio hace repetir las mismas pautas, cuando el coche repite siempre el mismo viaje, cuando el niño que llevamos dentro no viaja con la imaginación y juega con los mismos juguetes, el sol que nos da vida se cansa de mirarnos y, aburrido, se apaga.

    1. Lo encontró inerte, recostado en el sofá. El masaje cardiaco le renovó la circulación de su sangre azul hasta completar el circuito y volvió en sí. Abrió los ojos de repente, y Luis tembló de miedo, ante la sobrecogedora mirada vacía de contenido. Corrió, alcanzó el coche, encendió el motor, y escapó cual flecha sin rumbo.
      Recordaba con exactitud cuántas vueltas de campana había causado el derrape. Tres. Se arrastró para alcanzar la carretera y vió un niño en la cuneta. No estaba seguro pero, comenzó a pensar, si no era él mismo contemplando el sol

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