ESCRIBE TU RELATO DE DICIEMBRE (III): ERE SERRANO, CANTANTE DE JAZZ

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Ere Serrano, cantante

Tercera Semana: Esta semana nos envía sus palabras  la cantante de jazz  Ere Serrano, una artista formada entre Madrid y Nueva York. En la Gran Manzana recibió clases de Norma Garbo, vocal Coach del Manhattan School of Music. Además, también trabajó la improvisación vocal con Judy Niemack, Bob Stoloff, Michelle Weir, Barry Harris, Steve Zegree... Sus palabras para éste mes de diciembre son las siguientes:

Confusión
Conexión
Maratón
Incertidumbre
Feldenkrais

Ere Serrano grabó su primer CD, 'Mejor Será Soñar', con Ariel Cubría, Carlos Carli, Manuel Machado y Bobby Martínez. Ha participado en los festivales de Jazz de Madrid, Cuenca y Talavera de la Reina.

 

DISCOGRAFÍA: 'Mejor será soñar' y 'Universo Dalla'

Ere Serrano, también, ha cantado en el Instituto Italiano di Cultura de Hamburgo (Alemania) donde tuvo la ocasión de presentar un trabajo dedicado a Lucio Dalla, materializado en la grabación de su segundo CD, 'Universo Dalla', con Germán Kucich, Ariel Bringuez, Francisco López 'Loque' y Miguel Benito 'Pete'.

 

Ere Serrano actuará en Madrid el próximo 16 de diciembre, en el Café de Oriente bajo el título 'La vie en Rose', a las 23 horas. 2.jpeg

Este mes dedicamos la causa al Hospital Docente Padre Billini de la República Dominicana.

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24 comentarios sobre “ESCRIBE TU RELATO DE DICIEMBRE (III): ERE SERRANO, CANTANTE DE JAZZ”

  1. Necesito escapar de la terrible confusión en que me encuentro inmersa desde que te conocí. Eres un espejo que me devuelve una caricatura de mi verdadero yo; no me ves, no me reconozco.

    Me llevas al límite para luego dejarme sola recogiendo mis pedazos. Y sin embargo, hay una inquebrantable conexión entre los dos, que me impide alejarme de tu lado; que me obliga a permanecer en este maratón de ternura y reproches.

    Náufragos aferrados a la incertidumbre de este amor maldito. Mi vida, desperecémonos juntos de miedos y expectativas; suavemente, como una sesión interminable de Feldenkrais para el alma.

  2. Después de haberse tomado un café negro bien cargado llegó la confusión. Debía de haberle despertado y haber producido la conexión de todas sus neuronas, pero el esfuerzo qué habría de hacer en la maratón de puzles de 25 piezas le había atenazado. Había que hacer más de cien puzles en un rato y la incertidumbre de si lo conseguiría, o no, se tornó en estrés. Pensaba que ni en sus mejores años de práctica del método Feldenkrais lo habría conseguido. Pero el otro Café Negro, en la dulce voz de Ere, puso cada pieza en su lugar. ¡Black Coffee!

  3. – No lo digo para molestar, pero…
    – ¡Por favor, mamá…!
    -No puedes pasarte la vida sentada delante de la televisión…
    – Madre, me creas confusión, como si todo lo hiciera mal, asimila que no soy como tú, no tenemos ninguna conexión en gustos.
    – Tampoco te pido que participes en una maratón. Vivo en una incertidumbre constante por tu salud. Hija, a tus 67 años es hora que hagas algo. Hay un método Feldenkrais, que te vendría bien.
    – ¡No!- rotunda.
    – ¡Haz lo que quieras…, salgo con Ernesto a bailar, no me esperes despierta, lo mismo vuelvo mañana!

  4. No paraban de entrar y salir de ese enigmático lugar. Realmente había creado un momento de confusión . Nada era lo que parecía . Lo único que importaba realmente era la conexión que había conseguido gracias a ello. Y de eso estaba orgulloso puesto que ahora ya podían correr juntos la maratón de Nueva York, algo por lo que llevaba años luchando. Era tal la emoción que sentía que no tuvo en cuenta la incertidumbre que rodeaba a la inscripción después de lo que había sucedido el año anterior.
    Al final tendría razón su archiconocido enemigo y tendría que recurrir al método Feldenkrais para aclarar la tormenta que bullia en su interior

  5. La vida, esa terrible confusión. Nada tendría hoy sentido si no fuera por el eco de aquellas armoniosas notas musicales. En la fría cama del pálido cuarto de una UCI, era su única conexión con el mundo:

    “Olha que coisa mas linda, más cheia de gra¢a …”

    La chica de Ipanema agitaba su dedo índice en una maratón por hacerla volver.

    ¿Volver??? ¡Que terrible incertidumbre! ¡Se está tan bien aquí! De repente, quizás por su afición a su amigo Feldenkrais, consiguió mover sus manos y, regresó.

    Inexplicablemente, había salido del coma gracias a su canción favorita.

  6. Tetrapléjico

    Confusión, es la palabra perfecta que me define, y no es extraño, acabo de despertar y no sé ni dónde estoy. En la maraña de pensamientos confusos que me asaltan por doquier, no parezco tener conexión alguna con este mundo. Mi cabeza, una maratón de incertidumbre y despropósitos, es incapaz de regular el incesante tráfico de ideas absurdas que me pasan por la mente. Intento mover las piernas y cambiar de postura, no lo consigo. Una voz dice: «Cuando despierte usaremos la técnica «ATM» (toma de conciencia a través del movimiento, del doctor Moshé Pinchas Feldenkrais. Entro en shock.

  7. Acertijo 22

    Minúsculo momento o larga vida
    se mide en tus translúcidos cristales
    que en panzudas mitades dos iguales
    tienen tu ser en ellas comprimida.

    No hay confusión posible en tu medida
    y cuentas con los números cabales
    sin conexión a cables coaxiales.
    Tu efigie por el cuello está partida.

    Este acertijo es un maratón
    de incertidumbre y es casi kafkiano
    con feldenkrais rimar en comunión.

    En el verso catorce, ahí, os hilvano
    para esta adivinanza solución:
    Hay que darle la vuelta con la mano.

  8. RECTA FINAL

    Cuando salí de allí todo era confusión, apagué el móvil, no quería tener conexión con nadie, total ya daba igual.
    Los último tres años han sido una maratón, una verdadera carrera de fondo, y pese haberlo intentado todo no he conseguido llegar a la meta.
    Pese a la incertidumbre que me generan ciertas cosas, me han hablado del método Feldenkrais, no es nada curativo, pero por lo menos intentaré armonizar mi mente y mi cuerpo, aunque este último haya decidido abandonarme, ya que las palabras del médico han sido claras y concisas “no le quedan más de dos meses de vida”.

  9. AVE FÉNIX

    Tras tu llamada, en mi mente todo era CONFUSIÓN. No era capaz de comprender en qué momento se había roto la CONEXIÓN entre nosotros, como me dijiste…
    Amarte, nunca había sido para mí un MARATÓN. Te amé sin medida, dándolo todo, para que no se convirtiese en una rutina, valorando los pequeños detalles e intentando compartir todo lo que te hacía feliz.
    Ahora me queda la INCERTIDUMBRE, de si me amaste alguna vez o si todo fue fingido, una ilusión.
    Todo parecía perfecto después del Método FELDENKRAIS… craso error…
    Una vez más, resurgiré de mis cenizas y volveré a volar…

  10. La distancia separa menos que el silencio.
    La distancia es cognoscible, el silencio es confusión. Podemos lograr la conexión tras la distancia corriendo, aunque tenga que ser una maratón, pero no lo lograremos superar tan fácilmente el silencio, que crea la barrera de la incertidumbre, que si fuera de obra calcularíamos como derribar o como superar, pero no es así. Es de una sustancia inmaterial o, si fuese material sería gelatinosa, donde el esfuerzo por avanzar nos sumergiría más en ella, igual que si tratáramos de escapar de arenas movedizas. Ni siquiera nos ayudaría aplicar el método Feldenkrais.

  11. La confusión que me domina es tal, que vivo en el caos.
    Siento que tengo un cuerpo y soy consciente de que poseo una mente activa, pero ¿qué se hizo de la conexión entre ambos? Quedó, en fatídico día, destruida.
    Estúpida terquedad la mía. Vacía vanidad ceñida de prepotencia dominadora que espoleó mi ego hasta hacerme participar en la infernal maratón y ganando para mí la ruina.
    Llegó después el lamento, la incertidumbre, el miedo, la nada.
    Sólo me queda, exigua, la esperanza, que vestida de Feldenkrais tal vez me consiga una vida plena acorde con lo que ahora soy.

  12. Ay maricón, lo que me ha pasao es más fuerte que tu confusión del desodorante con la laca.
    ¡Va la 8D y me dice que tiene conexión con el más allá! Mira, le doy una hostia con una ouija que le monto un maratón de espíritus en to lo alto del moño.
    ¡Yo con esta incertidumbre que tengo de si me van a coger para “MissDivaTravesti2017” y esta señora volviéndome crazy!
    ¡Deja el libro!¡Hazme caso maricón! Trae…uhhhh ¿Qué pone? ¿Felsencrian? ¿Fuldencron? Sin gafas no veo… ¿Feldenkrain?¿Qué es esooooo? Loca te vas a volver de tanta cultura rusa…

  13. El rugido de los motores de los coches de carrera, tronaban en sus oídos como si fuera música celestial, llevaba muchos años preparándose para ese gran día. A veces había sentido una gran confusión, ¿sería capaz de conseguirlo?, tanto sacrificio, tanta dedicación……..¿habrían servido para algo?………miedos, que había ido desterrando hasta alcanzar esa perfecta conexión entre la mente y el cuerpo, que lo habían llevado a ser el primer clasificado, en lo que para él era el gran maratón de su vida, llegar el primero a la meta y alzarse con el título de campeón del mundo de FÓRMULA 1. No habría más incertidumbre, una seguridad aplastante en sí mismo le invadía, lo había conseguido por sí mismo, sin llegar a utilizar el método Feidenkrais. Cuando subió al pódium una gran emoción embargaba todos sus sentidos y no pudo evitar que alguna lágrima se escapara, cuando por los altavoces empezó a sonar el “Himno de su Patria” .

  14. Matías XV

    “Pronto morirás”. Las palabras de Festus le produjeron una enorme confusión. Cerró la conexión y se sentó en el muro. Estaba exhausto como un corredor de maratón.
    ¿Porqué sabe que moriré?, se repetía bajando a trompicones la falda del Picu.
    Abajo, en el coche, le esperaba Marita.
    -Tenemos que hablar- Y cayó en el asiento como un saco- La incertidumbre me mata.
    – Tranquilízate- dijo Marita.
    -No puedo morir, no quiero morir. No es tiempo. No soy quien crees. Procedo de otro mundo.
    – Lo sé todo. Yo soy Feldenkrais
    Matías la miró incrédulo, cubriéndose el rostro con las manos.

  15. Después de probar numeroso métodos para conocerse mejor, para sentirse mejor, entre ellos el yoga, sintió gran confusión porque no encontraba esa conexión consigo mismo. Trato salir de la seguridad donde creía que estaba, y corriendo en una maratón se sintió un punto en el universo, por primera vez la incertidumbre de no controlar sus pensamientos y movimiento, le hizo no cesar en la búsqueda hasta que encontró o se topó con el método feldenkrais, consciente de cada movimiento, dentro de este universo del que por primera vez sentía formar parte. Solo se trata de no abandonar la búsqueda.

  16. IDÓLATRA
    Emil Zátopek era su referente. Un ídolo a seguir y lo emuló en todo. Juan creó una gran confusión entre sus seguidores al verlo marchar como un guiñapo desarticulado. No entendían la conexión con su tótem. Ganó la maratón, y mantuvo el record de mejor fondista que había conseguido Emil. Su mujer no llevaba bien los estrambóticos movimientos que hacía para correr y menos todavía los despectivos comentarios, que ello producía. Le consiguió una cita con el especialista, y cuando le recetó la solución, la incertidumbre se apoderó de su ánimo. La receta decía: “Diez sesiones de Feldenkrais”

  17. Huir de lo inutil, la guerra.

    Siento que se me infectan
    las heridas
    esas, que me causan los grilletes
    con que me atrapa la vida.
    Lloro con ellos
    en una confusión amalgamada
    de realidades escondidas
    bajo disculpas ficticias.
    Entro en conexión con sus batallas
    en esa maratón hacia la huida,
    bienvenida que nadie entiende
    ni quiere,
    la sangre hierve,
    la incertidumbre crece
    adhiriéndose a la piel,
    al silencio más cobarde.
    Siento, que se me infectan
    las heridas,
    esas, que curar no puede
    ningún método Feldenkrais
    aunque un alivio consiga.
    Inventadas las fronteras
    sólo se abren las carnes.

  18. “Cerrando puertas”…
    Entró en el vagón de un salto. Llegaba tarde. Jadeando, sacó la hoja de inscripción del curso, cuando se percató de que solo había un hombre en el tren. “Un indigente muerto de hambre”, pensó.
    “Lucía”, dijo, no corras. La lentitud es paz”.
    ¿Cómo sabía su nombre? Ante la confusión, salió despavorida en la siguiente estación, buscando otra conexión hasta su destino. Sudando como en una maratón, accedió al aula. Los alumnos no se movían. La incertidumbre la envolvió.
    Asombrada, vio entrar al indigente que, con serenidad, acariciaba sus cabezas, comenzando su docencia: Método Feldenkrais.
    Sintió vergüenza…

  19. Tu ausencia me crea confusión,por momentos creo sentirte a mi lado e instantes después te desvaneces,dejándome sola,aislada,sin conexión alguna a este mundo,desorientada.
    Dime una sola palabra ,pídeme que te busque y cubriré cualquier distancia,cualquier maratón para despejar mis dudas,mi incertidumbre y mi dolor.
    Después cuando recobre el aliento,háblame de tus cosa,nombra palabras al azar…calígino,barretina,feldenkrais, cacumen…..esas que no entiendo pero que hacen sonreír a mi ignorancia.

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