Alba Peso Gutiérrez nos apoya con su arte y pidiendo las Cinco Palabras a los artistas con los que comparte su mágico mundo.
Así se describe y así la sentimos: "Soy una chica alegre y activa cuya pasión es cantar y actuar. Por ello, se forma continuamente porque el arte es un mundo que de ello requiere. Se forma en el ámbito musical e interpretativo, y lleva 10 años de canto tutelados, pero cantando desde que tiene conciencia.
Ahora, en unas horas, se presenta a los cuartos de final de un concurso de cantantes. Su sueño, seguir una trayectoria profesional musical de la que pueda vivir .
Agradezco a Mar Olayo y Cinco Palabras toda su labor y ayuda a los artistas y el mundo del arte.
😊😙"
Ahora Alba Peso está participando en el Concurso "Cántame" en Valencia.
Esta semana envía sus palabras Chema Zamora, bailarín y actor, y son las siguientes:
Paciencia
Social
Calidad
Estereotipo
Proximidad
La causa de este mes va destinada a Haití
Los escritores solidarios de CINCO PALABRAS siguen las siguientes reglas:
No se cambiará género ni número de las palabras propuestas. No se modificará la posición de las mismas.
El relato tendrá una extensión de máximo 100 palabras.(*)
(*) Escribe el relato en esta PÁGINA pinchando DEJA UN COMENTARIO (aparecerán publicados una vez sean aprobados por nuestro equipo de edición) – Al final del mes se recopilarán todos los relatos en un volumen editado en PDF, que se podrá adquirir por un donativo de 5€, destinado a cada causa del mes. Colabora con nosotros y nuestras causas.
NOTA: CINCO PALABRAS se reserva el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector.
“¡Paciencia!”, decía mi abuela. La frase comodín para… lo personal, lo social, lo que sea, incluso para mirar al cielo cuando… ¿esperas el raudo y veloz cometa que te presagie un gran amor? ¡Y recuerda! La calidad de la espera debe ser productiva, como llama que ilumina o faro en un cabo. No te quedes con la frase estereotipo: “Te van a salir raíces…” sino también con el proverbio persa: “La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces”. La proximidad de lo que sea… ¡Aumenta, espera! Puedo oírlo llegar… ¡Su sabor es muy dulce!
Mmm
Salí a la calle y no pude parar, todos corrían y yo detrás. Me esperaba un jefe, un cliente y un ordenador. ¡Paciencia!, difícil de practicar. Los gritos, los ruidos, el estrés, la soledad, un fenómeno social que los grandes dirigentes interpretaban de calidad. Había que salir de ese estereotipo, de esa vida mecanizada, y parar, pararme a pensar, ser consciente de ser yo, ser consciente de saber amar, ser consciente de ser diferente y hacer lo que espero de mí, y no los demás, encontrando poco a poco la proximidad a la felicidad, sumando momentos, cada vez mas.
La paciencia era un lujo que no podía darse, tanto tiempo sufriendo por ser mal visto en todo el ámbito social. Cuando su familia supo de su decisión usaron todos los argumentos para convencerlo que su calidad de vida iría a peor, que lo que pretendía realizar era una locura.
Pero él estaba harto de no hacer nada, el estereotipo de hombre que todos querían que fuera no iba con su conciencia, tenía que ayudar a quien lo necesitara.
Inició su viaje, y la proximidad de su destino le hizo sentirse tranquilo y feliz… Estaba en casa.
Con los ojos cerrados sintió la proximidad de la vida; el perfume de la lluvia que había caído con la misma paciencia laboriosa con la que tiempo excava en la roca. No quería despertar y sentir el miedo social por ser diferente, por no responder al estereotipo que todos habían creado entorno a él. Era duro afrontar el día pero, pensar en su profesión, en el momento extraño de subir al escenario y liberarse, hacia que mereciese la pena la calidad de su esfuerzo.
Volvió a oler la lluvia, y su aroma le devolvió al sueño.
Una meta
―PACIENCIA Jorge, los nervios te pueden, eres un impaciente, pero no debes dejarte llevar, tienes que envolverte de una gran dosis de paciencia porque todo lo bueno acaba un día u otro por llegar. Recuerda cuando subiste tu primer vídeo a la red SOCIAL, el instagran, jamás imaginaste que hoy estarías aquí, en el teatro Real de Madrid, como telonero del Grande de la música latina, Ricky Martin. A punto de presentar tu primer single, titulado “CALIDAD”, diferente a todo ESTEREOTIPO que nadie se pueda imaginar, en tu primer trabajo: “PROXIMIDAD”. ―¡Calla y escucha! …Por megafonía: ―Con ustedes… ¡Jorge Espinar!
-Ten paciencia, tu marido es un buen hombre.
-¡Padre, usted sabe que me pega!
-Esa es tu cruz, hija mía, llévala con resignación…
Se levantó dejándole en el confesionario con la palabra en la boca.
Acudió a la Asistencia Social encontrando la ayuda que necesitaba.
Poco a poco su calidad de vida fue mejorando. Jamás se arrepentiría de la decisión tomada, de romper el estereotipo que marca lo que debe ser, según algunos, la conducta de una esposa como Dios manda.
La proximidad con otras mujeres sufrientes del mismo mal le enseñó que una vida cargada de esperanza es posible.
LOCURA CONTENIDA
Mil veces me pregunto
si debo acaso enfrentarme
sin reflexión alguna
a mis miedos,
o si con paciencia,
por esta conciencia mía,
de lo social me refiero, debo,
tirarme a la calle gritando
todo aquello que hace,
que me hierva la sangre,
todo aquello que, como injusto
y pecado ( concepto para mí errado)
merma la calidad de mi crecimiento.
Loca me llamarían a buen seguro
como estereotipo marcado,
y estarían en lo cierto.
Debo realmente estar loca,
pues hay que vivir en la locura mecida
o al menos en su proximidad,
para poder soportar
tanta injusticia
en ésta voluntaria
sordomuda sociedad.
Fue un día sorprendente, por la mañana el despertador no gritó su estridente berrido, lo hizo con gorriones cantando “La Mañanitas”. Me levanté con paciencia, tatareando la canción, las horas fluían con caras alegres, sin duda mi vida social tenía calidad. Cuando le vi entendí el porqué del canto de los pájaros, supe que era mi estereotipo de hombre desde que sentí su proximidad.
Años después me dijo que aquel día también se despertó con gorriones cantando “Las Mañanitas” que pensó que había perdido la testa o que tenía una resaca de mil demonios, hasta que le sonreí.
Se armó de paciencia y se dispuso a contestar a las preguntas que como dardos salían de la boca de su pequeño, ¿cómo explicar a un niño de cinco años la realidad social que actualmente se está viviendo en el mundo?. La calidad y profundidad de sus preguntas no se correspondían con el estereotipo de un niño de su edad. ¿Por qué existen las guerras? ¿por qué los niños se siguen muriendo de hambre?,¿por que en otros países se mueren de enfermedades, cuando la ciencia en este campo está tan adelantada que es posible curarlas casi todas?. No sabía como contestarlas, se acercó a el, lo cogió en sus brazos y su proximidad la enterneció. Sólo pudo decirle “todo se arreglaría en el mundo, si entre los seres humanos, existiera una mínima parte del amor que yo siento por ti”. A lo que el contestó, y el que yo siento por ti mama.
Acertijo 16
Soy callado y comedido,
más si me roza tu dedo
mis pestañas desenredo
y con el rostro encendido
desnudo ante ti me quedo.
Si me tratas con paciencia
te desvelo mi memoria.
Social soy. Sin vanagloria,
ser fiel es mi quintaesencia.
Amigo de calidad,
tu enemigo puedo ser
e inopinado esconder
a todos mi intimidad.
Estereotipo no soy,
mudo con facilidad
buscando proximidad
y por mi natura voy
huyendo de la humedad.
Adivina adivinanza,
que sin hacer un cursillo,
no cabiendo en un bolsillo,
lo acertarás sin tardanza.
Acertijo 16
El portatil
Acertijo 16: el portátil 💻
Inquietud
Necesitaba paciencia. Se trataba de un simple acto social que no duraría más de dos horas. Se dedicó a contemplar la muestra, fijándose en la calidad y la cantidad de los objetos expuestos y los comparó con la exposición del año anterior. Meros estereotipos que ya habían sido aceptados por los visitantes, y por el mercado, y que no ofrecían nada especial que avivara sus emociones. La proximidad de la autora le hizo temblar.
TAL VEZ NO FUE AMOR
Tal vez fue la falta de PACIENCIA, yo lo quería todo ya, ella lo quería poco a poco.
Tal vez fue nuestra diferencia SOCIAL, yo quería darle una mejor CALIDAD de vida, ella era feliz con las pequeñas cosas.
Tal vez yo la idealicé como un ESTEREOTIPO físico de la mujer de mi vida, ella buscaba la belleza interior.
Tal vez me faltó PROXIMIDAD en la mirada a su corazón.
Tal vez no supe decirle te quiero amor.
Matías IX
– Debes tener paciencia-le dijo Marita- No es necesario que vayamos a la Seguridad Social. Solucionaremos esta contrariedad y, aunque comenzarás a perder calidad de vida, quiero que estés tranquilo. El médico no te ayudaría.
– ¿Contrariedad? No sabes lo que dices ¿Quién me ayudará? Tengo que hablar. No soy quien crees- Y Matías la miró angustiado- Soy más un estereotipo que otra cosa. Soy…
– Eres Matías ¿No?- Marita le interrumpió y, sonriendo, le besó en la frente- Tiempo habrá de hablar.
– Tiempo es lo que no tenemos- y Matías la cogió por la cintura para sentir su proximidad.
PRÓXIMO DESTINO
Frente a la pantalla que anunciaba las próximas Salidas, se había armado de PACIENCIA cargada con todo su equipaje. Estaba segura que encontraría un destino atractivo, donde ampliar horizontes y su actual vida SOCIAL, mejorar la CALIDAD de sus sueños, donde su alma pueda volar.
Durante años lo soñaba repetidamente, era su ESTEREOTIPO, pero a estas alturas, lo único que quería evitar a toda costa era la PROXIMIDAD. Necesitaba marcharse muy lejos, volver a empezar.
Apareció de pronto ante sus ojos, que se iluminaron junto con su sonrisa… había tomado una decisión… sin ninguna duda…
Próximo Destino: Neverland.
Sumergidos en la vorágine de nuestro mundo recuerdo las palabras de mi abuela: la paciencia es una virtud decía. Hoy ante el progreso de la ciencia y la tecnología, nuestra conciencia social, la calidad de un abrazo, una sonrisa sincera…; no se tienen en cuenta; no valoramos de la misma forma que nuestros padres. Hemos de cumplir, eso sí, con el estereotipo establecido, seguir lo que dictan las normas y cada vez quedan más lejos esas miradas, esos silencios, esas caricias y esa proximidad con otro ser humano.
Treinta minutos pasaban de la hora acordada, ¡media hora y sin noticias!, la paciencia tiene un límite, ¡rediez! y a mí se está yendo por Utrera. Todo el interés social se queda en mero espectador cuando el tiempo deja de ser calidad de vida y se torna en el estereotipo de un fragmento de la irrealidad. ¡Caray! La puntualidad es un bien preciado, el oro que siempre se va, el espacio que cada vez se hace más corto y el que te indica la proximidad del final. Por ahí viene, ¡menos mal!
-Buenos días Margarita, ¡qué guapa estás!
“¿Se va usted, doctor?”
“Sí”
El doctor vociferó que el paciente debía de tener paciencia. Que ese era el origen real de la palabra.
-“Oiga, que yo no he dicho nada sobre la seguridad social ni sobre la calidad de sus servicios”- alegó Venancio.
-“Ya, pero se ve a la legua que es usted el estereotipo de las personas que un médico de familia no puede ni ver, ¡reconózcalo!” replicó el doctor mientras salía.
El doctor Marmolejo cogió la puerta y se fue a desayunar. La proximidad de su cafetería favorita no impidió que Venancio esperara, pacientemente, otra hora más.
Armame de paciencia para que las voces del mundo social que me rodea no me haga estallar.
Tápate los oídos a barbaries ,que sólo escuche palabras bonitas y sonidos envolventes de calidad.
Que no impongan un estereotipo de persona,quiero que la proximidad fingida de algunos se muestre con caricias.
A este mundo le faltan abrazos.
Esenciales, vigilantes cósmicos.
Le caracterizaba su Paciencia. Los individuos de su especie vivían durante eones. En los primeros tres eones casi desaparecen como civilización, pero aprendieron a anteponer lo Social a lo individual.´
No había estamentos sociales, ni diferencias en la Calidad de vida de cada individuo. Eran ocho individuos:
El primigenio, del cual surgieron los tres primordiales; uno creó tres originales, otro de los primordiales creó un original de los dos que faltaban y el último, decidió esperar nueve eones para incrementar la especie.
No era un Estereotipo de civilización. Ésta cultivaba la Proximidad y reciprocidad entre sus individuos.
Se me está acabando la paciencia con tanta hipocresía como veo últimamente a mi alrededor. Hay quien cree que es un bien social el ir de tapadillo por la vida, de ser políticamente correctos sin ningún tipo de implicación.
Creo que se demuestra la calidad de las personas cuando se va de cara por la vida. Se es íntegro. Se actúa con libertad y honestidad sin seguir ningún estereotipo. Siendo de verdad. Como toda la vida. Como los comercios de proximidad donde da gusto comprar porque sabes que no te van a defraudar. Tienen productos de temporada. Como tiene que ser. Sin artificios…..hay que me estoy dando cuenta que me estoy dejando llevar…..
Mejor corto y cierro…..que mañana será otro día y habrá que seguir en la lucha.
Menuda paciencia tenían que tener aquellas personas para desarrollar una labor social, como aquella. El paso del tiempo apenas dejaba huella en la calidad de las actividades sociales que desarrollaban, con personas con alguna diversidad funcional, llegaron a crear un maravilloso estereotipo de solidaridad que siempre intentaba buscar y crear esa precisa sensación de proximidad entre todos y cada uno de sus miembros, indistintamente de sus limitaciones físicas.
Con cada actividad que compartían sus hermanas sonrisas daban sentido a su paciencia que avivaba su energía positiva alcanzando la fuerza de la felicidad de la manera más fácil que hay, compartiendo
Me siento desnuda ante vuestros ojos. He dejado la huella de mi alma sobre unos lienzos que ahora esperan con paciencia impuesta vuestras miradas.
Cuelgan de las paredes jirones de mi cerebro que serán diseminados por una crítica social:
Técnica, calidad, sentimiento, todo será analizado y marcado con el sello del estereotipo, si no he conseguido una proximidad al corazón, que permita al observador sentir el sexo y la pasión.
No tengo paciencia.
Ni ganas de tenerla.
Me quiero ir a una cueva. A escribir. A vivir. Dejar de ser animal social y poder tener una calidad de vida, auténtica.
Sentir rozar mi piel entre rocas escondido de las locas y de las ganas, pocas, de comunicarme con el mundo.
Convertirme en ermitaño,
escondido, un poco huraño,
ser un estereotipo desganado,
un ejemplo de desahuciado,
cuya proximidad un día fue real y que desapareció sin más.
Y que me olvidéis. Y olvidar.
Y quizá volver.
O no hacerlo nunca más.
Quiero ser libre. Ya.
Con un último vestigio de dignidad cerró la puerta sin volverse. Su paciencia ante el juicio social había tocado fondo. No podíamos mantener un mínimo de calidad de convivencia sin romper ningún estereotipo que la sociedad impone a las parejas que no se amoldan a ellos. Llorando en silencio, perdida ya su proximidad, tocará reconstruirme y empezar de nuevo desde cero.